Los trastornos alimenticios están clasificados como problemas de salud mental y se basan en querer controlar la comida para así gestionar otras situaciones o sentimientos.
Más comúnmente conocido como anorexia, este trastorno alimenticio intenta controlar el peso mediante una ingesta insuficiente de comida, un entrenamiento excesivo o ambos.
La bulimia se basa en perder el control de la cantidad de comida que se ingiere para después expulsarla y así evitar ganar peso.
El trastorno por atracón, como su propio nombre indica, consiste en ingerir grandes cantidades de comida hasta que la sensación de empacho sea incómoda.
Un estudio realizado en septiembre de 2024 demostró que "cada hora a más de pantalla y redes sociales se asociaba con una mayor probabilidad de cursar síntomas propios de un trastorno alimenticio".
Según un estudio de 2023, los adolescentes que pasan más tiempo en redes sociales son más propensos a sufrir ciberacoso, lo que a su vez es un factor de riesgo de cara al desarrollo de un trastorno alimenticio.
El doctor Jason Nagata, profesor asociado de Pediatría en la Universidad de California (EE. UU.), realizó un estudio en 2021 que demostró que por cada hora de uso de las redes sociales, el riesgo de desarrollo de un trastorno por atracón aumentaba en un 62% al año siguiente.
Las redes sociales exponen a los más jóvenes a influencers y contenidos que pueden llevarles a compararse con los demás. Asimismo, el bombardeo constante de imágenes que muestran unos ideales corporales inalcanzables puede agravar las conductas impulsivas.
Las redes sociales también tienen sus virtudes, tales como hacer las ideas y la educación más accesibles. Sin embargo, se trata de un arma de doble filo.
Si bien las redes sociales nos permiten formar parte de una o varias comunidades, algunas de ellas pueden contar con miembros que no tengan ideas muy sanas acerca del físico y la comida. Los adolescentes pueden verse expuestos a estas opiniones negativas y, como resultado, verse influenciados por ellas.
Las redes sociales son un hervidero de imágenes editadas o manipuladas que fomentan la idea de que un cuerpo ideal es aquel que está imposiblemente delgado.
A muchos influencers se les paga por promocionar productos que pueden llegar a fomentar hábitos negativos o a promover la pérdida de peso.
Por otro lado está la cuestión de que los adolescentes no solo ven contenido, sino que otros usuarios también los ven a ellos. Esto puede generar miedo al ciberacoso.
Esta presión puede llevar a muchos adolescentes a pensar o planear lo que publican a conciencia, llegando a obsesionarse con su apariencia y con la opinión de los demás.
Si bien hay contenido que es claramente problemático, hay otras publicaciones que pueden pasar más desapercibidas y ser igual de perjudiciales.
Normalizar esta obsesión con el físico y la pérdida de peso puede hacer de las redes sociales una herramienta muy peligrosa para todo el mundo, pero sobre todo para las mentes más jóvenes y manipulables.
Incluso si tu hijo consigue escapar a las garras de las publicaciones sobre el físico y la pérdida de peso, puede que solo se le muestre un único tipo de cuerpo. Esto puede llevarle a creer que ese es el ideal al que debe aspirar.
Si tu hijo no está expuesto a un contenido variado en el que se muestren cuerpos de todo tipo, puede acabar desarrollando un problema. Las publicaciones deberían ser una mezcla de aficiones, viajes o experiencias que ayuden a equilibrar o a contrarrestar aquellas que giran en torno al físico.
No obstante, las redes sociales no son la única causa de los trastornos alimenticios y prohibirlas no siempre es la solución.
Al limitar la exposición temprana a las redes sociales, puedes ayudar a tus hijos a cultivar unos hábitos alimenticios saludables antes de que empiecen a ser conscientes de la existencia de dietas y modas alimentarias poco realistas.
Las redes sociales provocan una respuesta emocional tanto en niños como en adolescentes y adultos. La ansiedad, la comparación y la culpa pueden condicionar sus decisiones a la hora de comer y de juzgarse a sí mismos.
Si las redes sociales están influyendo negativamente en tus hijos, anímales a hacer pausas y a centrarse en información más positiva. También puedes borrar las aplicaciones pertinentes y ayudarles a que hagan de su salud mental una prioridad.
Aunque pasar demasiado tiempo en redes sociales puede ser malo, algunos grupos e influencers sí fomentan la positividad corporal, la alimentación saludable, etc.
Mantener conversaciones abiertas, honestas, empáticas y transparentes con tus hijos puede ser muy útil. Ayúdales a cultivar la resiliencia y a quererse tal y como son.
Si notas que tu hijo se obsesiona con su peso o habla todo el tiempo mal de su físico, es momento de intervenir.
Si las redes sociales empiezan a dictar su alimentación, tu hijo puede aislarse, sentirse ansioso a la hora de comer o perder el interés por sus aficiones, señales que apuntan a un problema de salud mental.
Intenta crear un espacio abierto y seguro para que tu hijo se sincere cuando lo necesite. No le presiones ni le juzgues, ya que de lo contrario podrías agravar la situación.
Si notas (o tu hijo te dice) que las redes sociales están afectando negativamente a su alimentación o salud mental, plantéate pedir cita con el médico o buscar ayuda psicológica.
Fuentes: (CNN Health) (Eating Recovery Center) (NHS)
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Nuevo estudio revela conexión entre redes sociales y trastornos alimenticios juveniles
Así influye internet en los hábitos alimenticios
SALUD Dieta
Las redes sociales tienen una gran influencia en la vida tanto de jóvenes como de adultos. Por un lado, pueden ser una plataforma en la que encontrar apoyo y una comunidad a la que pertenecer pero, por otro, pueden exponerte a ideas perjudiciales sobre dietas restrictivas o expectativas inalcanzables sobre el físico. Un estudio reciente ha demostrado que esto último puede afectar negativamente a los adolescentes y alterar sus hábitos alimenticios. Aquí te ofrecemos más información acerca de los resultados del estudio, así como consejos para ayudar a los más jóvenes a disfrutar de las redes sociales con seguridad. ¡Haz clic para seguir leyendo!