Las patatas siempre deben cocinarse. Este alimento rico en almidón contiene unos compuestos químicos tóxicos llamados glicoalcaloides que pueden acabar con tu sistema digestivo.
Hay una razón por la que solo comemos los tallos del ruibarbo, y es porque las hojas contienen ácido oxálico, lo que hace que sean tóxicas. Los tallos sí pueden comerse crudos, aunque el sabor no es muy agradable. Lo mejor es cocinarlos.
Estas legumbres contienen linamarina, un compuesto que se convierte en cianuro. Por suerte, una vez cocinadas son inofensivas.
Comer cuatro o cinco alubias rojas crudas puede sentarte fatal. Esto se debe a que contienen lectinas, las cuales pueden afectar muy negativamente a tu sistema gastrointestinal. Durante la cocción, las alubias pierden las lectinas.
Aunque muchas de las setas del supermercado se pueden comer crudas, no es recomendable consumir setas silvestres sin cocinarlas antes.
Comer huevos crudos puede hacer que te pongas muy malo, ya que estos pueden estar contaminados con salmonela. La única forma de garantizar que sean seguros es cocinarlos. Además, algunos de sus nutrientes, como la proteína, no son tan fáciles de digerir si se comen crudos.
La carne de estos animales nunca debe consumirse cruda, ya que de lo contrario corres el riesgo de sufrir intoxicación alimentaria por bacterias como la campylobacter, la clostridium perfringens y la salmonella.
Al igual que ocurre con las judías de Lima, la yuca contiene unos niveles peligrosos de cianuro.
No todas las bayas comestibles pueden comerse crudas. Este es el caso de las de saúco, que deben hervirse para que sean seguras para su consumo. Esto se debe a que contienen glucósido, el cual se convierte en cianuro y, por lo tanto, es venenoso.
Al igual que la patata, la berenjena contiene solanina, un glucoalcaloide tóxico. Por esta razón, harías bien en no comerla cruda.
Comer pez globo es una lotería, incluso cuando está cocinado. Esto se debe a que contiene un compuesto tóxico llamado tetrodotoxina que no se destruye durante la cocción, por lo que es necesario retirar las partes del pez que aún la contienen.
Algunas bacterias patógenas como la salmonella y la E. coli pueden contaminar las semillas incluso antes de que estas germinen, por lo que comer brotes crudos puede ser arriesgado.
Las almendras amargas no están disponibles en muchos países, como Estados Unidos, pero en otros sí. Esta variedad contiene ácido prúsico, o sea, cianuro.
La leche cruda contiene muchos gérmenes, por lo que no es buena idea beberla. La leche pasteurizada es una opción mucho más segura.
La miel cruda puede contener esporas de una bacteria llamada Clostridium botulinum, la cual produce toxinas dañinas. Esta es particularmente peligrosa para los niños pequeños y las mujeres embarazadas.
Puede que no te dé por comer harina a palo seco, pero si haces galletas, puede que tengas la tentación de comer una cucharada de masa. Al parecer, la harina contiene ácido fítico, el cual se adhiere a algunos minerales y no permite que tu cuerpo los absorba. Además, puede contener bacterias como la E. coli.
Cocinar las coles de Bruselas no solo ayuda a que estas no sean tan amargas, sino que también hace que liberen unos componentes anticancerígenos llamados isotiocianatos.
Aunque el brócoli crudo no sea venenoso, le harás un favor a tu sistema digestivo si lo cocinas antes de comerlo.
Comer arroz crudo no es ni fácil ni recomendable. Esto se debe a que puede contener bacterias nocivas.
Al igual que el brócoli, la coliflor se digiere y sabe mejor si se cocina, por lo que no te recomendamos que la comas cruda.
Las judías verdes son ricas en lectinas, las cuales afectan al sistema gastrointestinal. Si las cocinas, ayudarás a reducir la cantidad de lectinas presentes en ellas.
Aunque el espárrago puede comerse crudo, hincarle el diente no es tarea fácil. Lo mejor es cocinarlo para que se vuelva más tierno (¡y delicioso!).
La col rizada puede comerse cruda, pero puede inhibir la absorción de yodo, lo que no es deseable para quienes sufren de la tiroides.
Esta verdura crucífera es muy beneficiosa, pero comerla cruda puede hacer que tu sistema gastrointestinal pase por un mal rato.
Las olivas suelen comerse crudas, pero no directamente del árbol. Necesitan estar ligeramente curadas para que no sean tan amargas.
Las espinacas pueden comerse crudas, pero cocinadas contribuyen a una mejor absorción del hierro y el calcio.
El calabacín también puede comerse crudo, pero cocinarlo hará que no sea tan amargo.
Aunque te encanten los tomates crudos, cocinarlos hará que suelten todas las sustancias beneficiosas que contienen, como el licopeno.
La calabaza está deliciosa, pero cruda es bastante fibrosa y amarga, por lo que cocinarla hará que se vuelva más tierna y dulce.
Fuentes: (Eat This, Not That) (Mashed) (Taste of Home)
Ver también: ¿Es la comida orgánica buena para ti?
Nunca comas esto sin antes cocinarlo
¡Algunos de estos alimentos podrían matarte!
COMIDA Nutrición
Muchos alimentos pueden comerse crudos, de hecho, algunos son más beneficiosos si se consumen de esta forma. Sin embargo, hay varios ingredientes que pueden sentarte muy mal o incluso causarte la muerte si los comes sin cocinar. Si quieres evitar riesgos innecesarios, aquí te dejamos una lista de las cosas que bajo ningún concepto deberías comer crudas. ¡Adelante!