Un origen humilde puede ser el comienzo del camino hacia el éxito
En general, deberías evitar todo aquello que sepas que te puede sentar mal o que te cueste digerir.
Por ejemplo, si eres intolerante a la lactosa, deberías evitar los lácteos. Asimismo, si padeces colon irritable, aléjate de todo aquello que pueda provocarte síntomas.
La comida frita lleva mucha grasa y aceite, por lo que puede provocarte ardor de estómago. Asimismo, suele contener un nivel excesivo de sodio.
Debido a esta combinación, la comida frita puede hacer que retengas líquidos y que te hinches en pleno vuelo.
Los alimentos salados o procesados también tienen un alto contenido en sodio y grasas saturadas, algo que debes evitar a tanta altura. ¡Nada de patatas fritas!
Si sientes la tentación de comerte una hamburguesa antes de embarcar, tal vez sea mejor que te lo pienses dos veces.
Muchas personas tienen problemas para digerir la carne roja, así que tanto tú como el resto de pasajeros agradeceréis no pasar el vuelo oliendo flatulencias...
Deberías evitar estas bebidas tanto antes como durante el vuelo, ya que provocan gases y ardor de estómago.
Las manzanas pueden parecer un tentempié saludable e inofensivo, pero la fibra que contienen es difícil de digerir, lo que puede hacer que tengas gases y que te hinches.
Evita las bebidas con cafeína durante el vuelo, ya que pueden contribuir a que te deshidrates.
Los aviones ya nos secan el cuerpo de por sí, por lo que si a esto le añadimos bebidas con cafeína, lo más probable es que nos entren náuseas o dolor de cabeza.
Lo sentimos, pero mezclar alcohol y aviones es una pésima idea.
El alcohol puede deshidratarte y hacer que te sientas resacoso cuando aterrices... Una forma terrible de empezar el viaje.
La comida picante es conocida por generar malestar estomacal, por lo que es mejor que comas otra cosa antes de embarcar.
Las legumbres contienen oligosacáridos, unos azúcares difíciles de digerir que suelen provocar hinchazón, gases e incomodidad.
En la categoría de las legumbres se encuadran las lentejas, los garbanzos y los cacahuetes (entre otros). Si no los puedes evitar del todo, consúmelos con moderación.
Al igual que las legumbres, las verduras crucíferas como la col, el brócoli o la coliflor pueden hacer que tengas gases.
Al mascar chicle estás tragando aire, lo que puede hacer que tengas gases y que te sientas hinchado. ¿Por qué no mejor un caramelito de menta?
Un estudio científico de 2019 llegó a la conclusión de que es mejor evitar beber el agua del grifo de los aviones, ya que esta suele contener bacterias perjudiciales capaces de provocar diarrea, vómitos y dolores estomacales.
El alil metil disulfuro es uno de los componentes responsables del aliento a ajo y puede tardar hasta 24 horas en eliminarse del organismo. Por lo tanto, harías bien en no comer ajo antes de volar.
Si tienes asma, comer fruta deshidratada no es buena idea. Esto se debe a que contiene sulfitos capaces de provocarte un ataque, según un artículo publicado en la revista Gastroenterology and Hepatology from Bed to Bench. Asimismo, el bajo nivel de oxígeno del avión podría dificultarte aún más la respiración.
Los frutos secos son un tentempié muy práctico, pero no podrás comerlos si la tripulación anuncia que uno de los pasajeros les tiene alergia. Esto se debe a que los aviones reciclan un porcentaje del aire de cabina, por lo que abrir una bolsa de frutos secos puede hacer que la persona alérgica se exponga a las partículas.
Comer fruta (p. ej. fresas, uvas, plátanos y naranjas) es bueno para regular la tensión arterial, aliviar los calambres musculares y reforzar las defensas.
La proteína magra te aporta nutrientes esenciales sin los contras de los alimentos ricos en grasas. Algunos ejemplos son el pavo, el pollo y el yogur desnatado.
Empleada en varios productos como los panes, los cereales y las galletitas saladas, la quinoa es rica en hierro y fibra. Como el cuerpo produce más glóbulos rojos para contrarrestar el bajo nivel de oxígeno que hay a semejante altitud, llevar una dieta rica en hierro puede ayudar a aliviar el mal de altura.
Si la tripulación no os alerta de la presencia de alguien alérgico a los frutos secos, cómete unos que no lleven sal. Así evitarás el sodio extra pero disfrutarás de una mezcla nutritiva de grasa y proteína.
Al estar a tanta altura, la presión atmosférica hace que el aire se vuelva más fino aunque dentro de la cabina todo esté bajo control. Este cambio afecta al nivel de oxígeno en sangre, lo que a su vez ralentiza la actividad enzimática digestiva y provoca problemas como las náuseas y la hinchazón. Por este motivo, harías bien en evitar ciertas bebidas y comidas durante los vuelos, incluso porque ingerirlas en un espacio tan limitado puede ser un engorro. Si tienes un viaje en avión a la vista, ¡te interesa seguir leyendo!
A continuación te ofrecemos una lista de lo que sí te convendría consumir en el avión o en el aeropuerto.
El agua es una de las mejores cosas que puedes beber antes, durante y después de un vuelo. Previene la deshidratación y, por lo tanto, la hinchazón. Además, ayuda a paliar el jet lag. Eso sí, ¡asegúrate de que sea embotellada!
Fuentes: (Delish) (The Healthy) (Reader's Digest) (Deseret)
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Ni se te ocurra comer o beber esto si viajas en avión
Descubre qué bebidas y alimentos te pueden amargar el vuelo
COMIDA Volar
Al estar a tanta altura, la presión atmosférica hace que el aire se vuelva más fino aunque dentro de la cabina todo esté bajo control. Este cambio afecta al nivel de oxígeno en sangre, lo que a su vez ralentiza la actividad enzimática digestiva y provoca problemas como las náuseas y la hinchazón. Por este motivo, harías bien en evitar ciertas bebidas y comidas durante los vuelos, incluso porque ingerirlas en un espacio tan limitado puede ser un engorro. Si tienes un viaje en avión a la vista, ¡te interesa seguir leyendo!