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La Knéset, el parlamento israelí, ha prohibido que la UNRWA (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo) opere en Israel y en el territorio ocupado de Jerusalén Este. Esta nueva ley limita la comunicación de la UNRWA con las autoridades israelíes, dificultando sus labores en Gaza y Cisjordania. Casi todos los habitantes de Gaza dependen de esta agencia, por lo que esta nueva medida pone en peligro el poco sustento que les llega. Según Israel, sus agentes están involucrados en los ataques de Hamás, pero lo cierto es que su oposición a la UNRWA se remonta varias décadas atrás. Haz clic para seguir leyendo.
La UNRWA es una agencia de las Naciones Unidas que ofrece refugio, educación y asistencia sanitaria a los refugiados palestinos en Oriente Medio.
La UNRWA se creó en 1949 para ayudar a más de 700.000 palestinos desplazados durante la Nakba, es decir, la expulsión que sufrieron de su territorio para que se pudiese fundar Israel. Su misión es ofrecer ayuda humanitaria a estos refugiados.
La UNRWA opera en Cisjordania, Gaza, Siria, Líbano y Jordania, donde ofrece un apoyo esencial a los refugiados palestinos.
La UNRWA ofrece servicios integrales de educación, asistencia sanitaria, ayuda económica, proyectos sociales e infraestructura en campos de refugiados para cubrir las necesidades de los refugiados palestinos.
La UNRWA juega un papel esencial en tiempos de guerra. Ofrece refugio y distribuye agua, comida y productos de higiene en las zonas afectadas, sobre todo en Gaza, donde muchos dependen de ella para sobrevivir.
La UNRWA depende principalmente de las contribuciones voluntarias de los Estados miembros de la ONU para financiarse, aunque también recibe algo de apoyo económico directo de la ONU.
La UNRWA emplea a aproximadamente 30.000 personas, en su mayoría palestinas, que llevan a cabo sus operaciones. Estas son absolutamente esenciales para los casi seis millones de refugiados a los que ayudan.
La UNRWA ayuda a cerca de dos millones de refugiados registrados en ocho campos palestinos en Gaza, donde ofrece refugio, asistencia sanitaria y productos de primera necesidad.
En Cisjordania, alrededor de 800.000 palestinos están registrados como refugiados, muchos de los cuales dependen de la UNRWA para obtener educación, asistencia sanitaria y servicios básicos.
El reciente conflicto en Gaza ha hecho que casi toda su población pase a depender de la UNRWA para obtener agua, comida y productos de higiene, lo que pone de relieve la importancia de su papel como prestataria de ayuda humanitaria.
Los grupos de ayuda internacionales como el Programa Mundial de Alimentos, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la World Central Kitchen del famoso chef José Andrés también ayudan a los refugiados. Sin embargo, el principal problema al que se enfrentan es hacer llegar los alimentos a Gaza, donde dependen del apoyo de la UNRWA.
Las ofensivas israelíes se han cobrado la vida más de 200 trabajadores de la UNRWA desde octubre de 2023, lo que pone de relieve los riesgos a los que se enfrentan cuando cumplen su labor.
El 28 de octubre de 2024, la Knéset, el parlamento israelí, votó a favor de prohibir las actividades de la UNRWA en Israel, avivando aún más las llamas del debate acerca del papel de la agencia en la zona y su repercusión en el camino hacia la paz.
El primer proyecto de ley aprobado prohíbe todos los servicios y actividades de la UNRWA en territorio israelí y se espera que entre en vigor en los próximos tres meses. El segundo proyecto de ley corta todos los lazos entre los empleados del Gobierno y la UNRWA, revocando así la inmunidad jurídica de su personal.
Muchos creen que las acciones de Israel, sobre todo su negativa a reconocer el establecimiento de un Estado palestino y a frenar la ocupación, son el principal obstáculo en el camino hacia la paz.
Durante el actual conflicto, Israel ha dicho en varias ocasiones que la UNRWA ha contratado a militantes de Hamás.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instó a EE. UU. (principal aliado de Israel y mayor donante de la agencia) a que retirase su apoyo a la UNRWA, argumentando que esta estaba "perforada por Hamás".
Israel le presentó un expediente de seis páginas a EE. UU., donde acusaba a 12 trabajadores de la UNRWA de estar implicados en los ataques de octubre de 2023 y alegaba que nueve militantes trabajaban en las escuelas de la agencia.
En el expediente se asegura que Israel tiene pruebas de que la UNRWA contrató a 190 militantes de Hamás y la Yihad Islámica, lo que representaría el 0,64% de su plantilla si resultase ser cierto. Tras una investigación, la UNRWA despidió a nueve de sus empleados, pero negó cualquier colaboración con grupos armados.
La UNRWA lleva mucho tiempo compartiendo la lista de sus empleados con Israel. A principios de este año, el portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró este acuerdo.
Muchos creen que prohibir la UNRWA supone una amenaza para el reparto de ayuda en Gaza, sobre todo ahora que EE. UU. está presionando a Israel para redoblar los esfuerzos humanitarios.
Aunque la UNRWA actúa principalmente en Gaza y Cisjordania, necesita la cooperación israelí para operar, sobre todo para obtener acceso a los pasos fronterizos.
La nueva ley israelí no propone ninguna organización alternativa que sustituya los servicios de la UNRWA, lo que supone un gran riesgo para la llegada de ayuda esencial a Gaza y otras zonas afectadas.
Varios gobiernos y grupos de ayuda internacionales han expresado su rechazo hacia la postura de Israel.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de los EE. UU., ha expresado su profunda consternación por la legislación israelí y ha recalcado el papel imprescindible que la UNRWA desempeña en Gaza.
La UNRWA ha condenado la decisión de Israel. Philippe Lazzarini, su comisionado general, ha advertido de que esta empeorará el sufrimiento palestino, sobre todo en el caso de los niños que necesitan educación y ayuda básica.
Lazzarini también ha advertido de que la decisión de Israel pondrá en riesgo la educación de más de 650.000 niños en Gaza, comprometiendo el futuro de toda una generación.
Lazzarini también ha descrito la ley como un "castigo colectivo" que no hará más que empeorar el sufrimiento palestino durante una crisis ya grave de por sí que pronto se verá privada de una ayuda esencial.
A medida que la tensión aumenta, el futuro de la UNRWA y del apoyo a los refugiados palestinos se suma a la ayuda, la responsabilidad y la resolución de conflictos como principales temas de debate en la comunidad internacional.
Fuentes: (The Guardian) (BBC) (The Washington Post)
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