¿Por qué estamos programados para estresarnos según nos despertamos?
Aunque estar en interiores te protege más de la luz solar, algunos rayos UVA traspasan los vidrios. Esto significa que si pasas mucho tiempo cerca de una ventana en la que te da el sol, corres el riesgo de dañarte la piel.
En absoluto. Estar moreno es una señal de que la piel está intentando protegerse del daño que le causa la luz solar.
Depende de la persona. La gente con piel clara tan solo necesita estar un poco al sol, mientras que quienes tienen una piel más oscura pueden necesitar estar más tiempo para tener suficiente vitamina D.
¡Mentira! Los rayos UVA que dañan la piel pueden traspasar las nubes.
Tener más melanina ayuda a difuminar los rayos UVB y a disminuir el riesgo de quemaduras, pero la gente con piel oscura puede quemarse de todas formas. Por lo tanto, lo ideal es echarse siempre crema solar.
Usar maquillaje con protección solar no es lo mismo que echarse crema solar como tal. Aunque el producto diga que ofrece este tipo de protección, necesitarías a aplicarte la base varias veces para acercarte al nivel de una crema solar.
En lo que a la radiación ultravioleta se refiere, no existe ningún tipo de bronceado seguro. Los rayos tanto del sol como de las lámparas son igual de peligrosos para la piel.
La luz solar va deshaciendo la crema, por lo que pierde efectividad a medida que pasan las horas. Si estás fuera, necesitas echártela varias veces.
Por sorprendente que parezca, no es el caso. El calor del sol no procede de los rayos UVA dañinos para la piel. Estos son más fuertes cuando el sol está en lo más alto, lo que no siempre equivale a la hora más calurosa del día.
¡Mentira! Las quemaduras pueden ir a peor, por lo que nunca es tarde para protegerse del sol.
Ninguna crema solar tiene una eficacia del 100%. El FPS se refiere a la protección que el producto ofrece contra los rayos UVB y a cuánto tiempo puedes estar al sol antes de que la piel empiece a quemarse.
Cabe recordar que la crema resistente al agua se prueba en un laboratorio, no en condiciones reales. Por lo tanto, siempre debes echártela de nuevo después de nadar, sudar, secarte con la toalla, etc.
Estar moreno de base no significa que la piel esté protegida, sino que las células están dañadas, lo que puede aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de piel.
El daño que el sol provoca en los ojos se conoce como fotoqueratitis. Para evitar desarrollarla, ponte gafas de sol o de esquí con protección ultravioleta.
La temperatura no afecta a los rayos ultravioleta. Cuanto mayor sea la altitud, mayor será su efecto, por no hablar de que además se reflejan en la nieve.
Si notas algún cambio en tus lunares o ves que te ha salido alguno nuevo, ve al dermatólogo. ¡Recuerda que más vale prevenir que curar! Además, no todos los cánceres de piel son obvios de primeras.
La exposición excesiva al sol no solo ocurre cuando vas a la playa o a un salón de bronceado. La exposición a los rayos ultravioleta ocurre durante todo tipo de actividades diarias, como trabajar al aire libre, hacer jardinería o pasear al perro.
Los colores más oscuros y brillantes son los que más rayos ultravioleta absorben, por lo que te protegen más del sol que los blancos o pastel. Asimismo, los tejidos más pesados y apretados ofrecen una mayor protección que los sueltos y ligeros.
En verano, la mayoría obtenemos suficiente vitamina D a través de la exposición accidental al sol. Por lo tanto, ponerte crema cuando procede no hará que sufras ningún tipo de déficit vitamínico.
Para estar bien protegido, necesitas echarte crema solar 30 minutos antes de exponerte al sol para que penetre en la piel. Después tienes que volver a aplicártela cada dos horas.
Aunque la piel bronceada se pela y se regenera, el organismo no olvida la sobreexposición. Cada vez que la piel se quema, sufre daños irreversibles.
Nunca uses aceites, bebidas carbonatadas u otras sustancias para ponerte moreno más rápido, ya que corres el riesgo de desarrollar manchas y cicatrices permanentes.
¡No es cierto! Los rayos ultravioleta pueden dañar la piel en cualquier momento del día.
La mayoría de personas no se ponen suficiente crema solar. La cantidad recomendada es una cucharilla en cada extremidad, en la parte delantera del cuerpo, en la espalda y en la cabeza si quieres disminuir el riesgo de cáncer de piel.
Una quemadura dura unos pocos días, pero el daño causado por los rayos ultravioleta puede ser irreversible. Esto incluye los signos prematuros de envejecimiento como las arrugas y la decoloración, así como un mayor riesgo de desarrollo de cáncer de piel.
Por desgracia, las sombrillas no te protegen de las quemaduras, ya que los rayos ultravioleta se reflejan en diferentes superficies.
Es crucial que escojas una crema solar de amplio espectro para protegerte tanto de los rayos UVA como de los UVB, algo que no todas ofrecen.
De hecho, es justo al contrario. Aunque al principio pueda parecer que los granitos y las cicatrices quedan camuflados, la luz ultravioleta estimula los melanocitos, es decir, las células productoras de melanina. Por lo tanto, se irán notando más con el tiempo.
Que la piel se oscurezca es una señal de que las células de la piel se están dañando, aunque no presentes rojez o descamación.
Fuentes: (Cancer Research UK) (The University of Utah)
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¡Toma nota para cuidar de tu piel como es debido!
SALUD Mitos
El verano es sinónimo de pasar tiempo fuera disfrutando del agradable calor del sol. Sin embargo, antes de poner un pie en la calle, debemos protegernos como es debido de la luz solar para evitar correr riesgos innecesarios y prevenir el desarrollo de cáncer de piel. Para ayudarte a lograrlo, a continuación te dejamos una lista con los mayores mitos sobre la protección solar y la verdad que hay por detrás de ellos. ¡Haz clic para descubrirlos!