Parece ser que la monogamia no siempre ha sido la norma
En el siglo VII, el Imperio bizantino sufrió el ataque de invasores procedentes del este del Mediterráneo. Por suerte, sus habitantes tenían un arma secreta conocida como fuego griego, el cual se rociaba sobre las naves enemigas desde las cubiertas de los barcos gracias a un mecanismo que nunca se ha vuelto a recrear. Los documentos antiguos se refieren a él como "sifón".
Lo más fascinante de todo es que el fuego griego podía seguir ardiendo en el agua. Los científicos aún no saben con qué se hacía exactamente. Tras la caída del Imperio bizantino, esta arma incendiaria desapareció y nunca más se volvió a utilizar.
Muchos herreros modernos dicen fabricar espadas y navajas con acero de Damasco, pero este material dista mucho del de las leyendas. Durante las cruzadas, empezó a correr la voz de que en el Levante había un acero de una calidad extraordinaria que era increíblemente afilado, flexible e imposible de dañar.
Una vez se lo describió como una aleación "capaz de cortar un pañuelo al vuelo, doblarse 90 grados y volver a la posición inicial sin estropearse". Nadie ha podido replicarlo hasta la fecha.
En 1901 se descubrió una máquina de lo más peculiar en el fondo del mar Mediterráneo. Se trataba de lo que hoy en día se conoce como el mecanismo de Anticitera y su origen se remonta a la Grecia del siglo II.
Aunque se cree que se trata de algún tipo de dispositivo de cálculo astronómico, nadie sabe quién lo construyó ni cómo lo hizo, teniendo en cuenta que se trata de un mecanismo extremadamente complejo para la época.
El sismógrafo de Zhang Heng tuvo su origen en China hacia el año 132. Se cree que es el primero de este tipo y era capaz de detectar terremotos con una precisión sorprendente. La tecnología que se empleó para construirlo era increíblemente avanzada para la época, por lo que los historiadores aún no se explican su existencia.
Cada dragón representa una dirección principal. En caso de terremoto, una de las bolas presentes en sus fauces caería en la boca de la rana correspondiente, indicando en qué dirección estaba teniendo lugar la actividad sísmica.
En Delhi (India) hay un pilar de hierro de 7,21 m de altura que lleva ahí desde el siglo IV. Lo que lo hace tan interesante es que no está nada oxidado, a pesar de llevar expuesto más de un milenio a las inclemencias del tiempo.
Su perfecto estado de conservación tiene en vilo a los científicos. Hay quienes creen que la falta de óxido es obra del clima de Delhi, pero otros dicen que se debe a la composición mineral única del hierro que se usó para construirlo.
Por todos es sabido que Thomas Newcomen desarrolló la máquina de vapor en 1776, pero un antiguo inventor griego llamado Herón de Alejandría ya había creado su propia máquina de vapor neumática en el siglo I.
A pesar ser un invento revolucionario, no tuvo la acogida que se esperaba y casi no tenía potencia, por lo que no se le dio uso en su época.
El manuscrito Voynich es uno de los libros más misteriosos de la historia y trae de cabeza incluso a los mayores expertos en criptología desde 1912. Su origen se remonta al siglo XV, pero esa es la única certeza que se tiene al respecto.
Aunque nadie lo sabe a ciencia cierta, la mayoría de expertos cree que se trata de un manuscrito creado en la Italia renacentista. Está escrito en un idioma imposible de descifrar y está lleno de dibujos aparentemente científicos de flores y plantas de las que no se tiene constancia en el mundo natural.
Existen varios documentos que atestiguan la existencia de máquinas voladoras previas a los inventos de los hermanos Wright, pero puede que el más antiguo sea el Rukma Vimana, un texto de la era védica que se remonta al 400 a.C.
El Rukma Vimana, cuya autoría se atribuye a Maharshi Bhardwaj (imagen), contiene bocetos de estas máquinas voladoras e instrucciones detalladas de cómo pilotarlas e incluso de cómo operarlas con energía solar si es necesario.
Se cree que la copa de Licurgo se hizo en el siglo IV en algún lugar del Imperio romano. Cuando llegó al Museo Británico de Londres (Inglaterra), los conservadores quedaron fascinados con su capacidad para cambiar de color y opacidad en función de cómo le diese la luz.
Si se ilumina por delante, la copa es de un color rojo oscuro, pero si la luz incide por detrás, emite un brillo verde. Los investigadores llegaron a la conclusión de que se fabricó utilizando una forma primitiva de nanotecnología. Lo que sigue siendo un misterio es cómo los antiguos romanos llegaron a desarrollarla.
Se cree que el Mahabharata es un relato no ficticio de una larga y antigua guerra entre dos familias tribales de la India. Algunas de las descripciones de los momentos de violencia y devastación recuerdan bastante a las secuelas de una explosión nuclear. Las armas, denominadas astra en sánscrito (lo que vendría a querer decir algo parecido a "lanzadores"), se cobraron millones de vidas.
A priori esto parece imposible, pero cuando se hicieron estudios en la región donde se supone que estas batallas tuvieron lugar, los investigadores descubrieron un índice inexplicablemente alto de cáncer y defectos congénitos entre los antiguos habitantes. Ni los científicos ni los historiadores se lo explican.
Súsruta fue un galeno indio del siglo IX que solía llevar a cabo operaciones y proezas médicas que debían de parecer auténticos milagros para la época. Muchos de sus logros han quedado recogidos en el libro Sushruta Samhita.
En él, Súsruta documentó las operaciones que realizaba, como extracciones de cataratas, reconstrucciones nasales e incluso intervenciones protésicas, muchas de las cuales siguen siendo complicadas a día de hoy.
Bajo la superficie de Malta se encuentra una necrópolis conocida como el Hipogeo de Hal Saflieni. Fue descubierta en 1902 y los expertos creen que se construyó en piedra caliza hacia el 2500 a.C.
Una sala en particular, hoy en día conocida como la cámara del oráculo, tiene intrigados a los científicos. Dentro de ella, cualquier sonido se amplifica casi 100 veces. Los expertos no saben si se trata de un efecto intencional o de un fenómeno completamente fortuito.
El hormigón es uno de los materiales de construcción más sencillos y duraderos que existen. Aunque cabría esperar que su elaboración haya ido mejorando con los años, lo cierto es que a los romanos se les daba mucho mejor prepararlo que a nosotros.
Algunos edificios romanos de hormigón llevan en pie más de 2000 años, algunos incluso bajo el agua. Aunque los científicos han estudiado a fondo la composición de este hormigón antiguo y han encontrado restos de ceniza volcánica y de un mineral denominado leucita (probablemente los ingredientes secretos), aún no han podido recrear la fórmula original.
Las antiguas historias nórdicas hablan de una piedra mágica indispensable para los marineros vikingos. Se dice que era capaz de señalar con una precisión inexplicable la posición del Sol incluso con el cielo nublado.
Los científicos actuales creen que dicha piedra era espato de Islandia, una variedad de calcita conocida por sus efectos polarizadores. No obstante, los expertos aún no han sido capaces de replicar el proceso que ayudaba a los vikingos a localizar el Sol.
Al igual que ocurre con el acero de Damasco, los investigadores aún no se explican la composición de las antiguas espadas de Ulfberht. Estas armas tuvieron una gran difusión durante la era vikinga y estaban hechas de un acero tan puro y resistente que no parecen coincidir con las técnicas de fundición y metalurgia de la época.
Una en particular (no aparece en la imagen) descubierta en 2014 presenta una inscripción en árabe, lo que ha llevado a algunos a creer que el comercio entre ambas culturas dio pie a que los europeos del norte adoptasen algunas técnicas de Damasco.
Los dodecaedros romanos son uno de los misterios más persistentes de Europa. Se descubrieron en el Viejo Continente y, aunque varían en tamaño, todos ellos se remontan al siglo II-IV d.C.
Aunque su forma y salientes parecen indicar que tenían algún propósito, los expertos aún no han sabido dar con la tecla. Algunos creen que no tienen ninguna función y que probablemente eran juguetes para los niños de la época.
Fuentes: (New Scientist) (Popular Mechanics) (Ancient Origins) (Business Insider)
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Artefactos antiguos que siguen siendo toda una incógnita para los científicos
¡Estas máquinas eran muy avanzadas para su tiempo y para el nuestro!
ESTILO DE VIDA Misterios
Es fácil pensar en la evolución de la tecnología como un proceso lineal que ha ido desde la rueda hasta la inteligencia artificial que tenemos hoy en día, pero eso no es del todo cierto. Algunas culturas antiguas lograron desarrollar inventos increíblemente complejos y sofisticados gracias a técnicas y conocimientos que parecían haber surgido de la nada o que no volvieron a replicarse hasta muchos siglos después. Los científicos e historiadores siguen devanándose los sesos para entender cómo surgieron los inventos que vamos a ver a continuación, pero algunos secretos parecen haberse perdido para siempre. Si tienes curiosidad por saber cuáles son, ¡sigue leyendo!