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La boda -

Una de las cosas más importantes que puede hacer una pareja es casarse.

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El banquete -

Ya sea civil o religiosa, la ceremonia suele ir seguida de un banquete con amigos y familiares.

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La luna de miel -

La tradición dicta que los recién casados se van de luna de miel nada más acabar la boda... Pero parece que las cosas están cambiando.

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¿Y qué pasa con los amigos? -

Cada vez hay más parejas que esperan semanas o incluso meses a irse de viaje o que hasta deciden llevarse a los amigos consigo.

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¿Y qué pasa con los amigos? -

Básicamente, en lugar de disfrutar de unas semanas a solas, los recién casados invitan a varios amigos cercanos a vivir la experiencia con ellos.

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Escapada posboda -

Aunque la luna de miel tradicional aún tiene muchos adeptos, cada vez hay más parejas que optan por invitar a su círculo más cercano.

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¿Merece la pena? -

¿Pero es irte de retiro romántico con tu pareja y un montón de amigos algo que de verdad merezca la pena?

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Tiempo para relajarse y desconectar -

La luna de miel tiene dos funciones: en primer lugar, ofrece a los recién casados la oportunidad de relajarse y desconectar tras el caos de la boda.

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Amigos y familiares -

En segundo lugar, es una ocasión ideal para pasarlo bien con amigos y familiares, algo que el día de la boda no siempre es viable debido al estrés del momento.

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Dos es compañía, tres es multitud -

Por lo tanto, irse de luna de miel con los amigos ofrece a los recién casados la oportunidad de vivir la experiencia en compañía de sus seres queridos. ¿Pero cómo saber si se está preparado para algo así?

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Un viaje único -

Irte de luna de miel con tu pareja y tus amigos significa aprovechar una oportunidad única para disfrutar de un viaje inolvidable en otro lugar.

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¿Es para ti? -

Pero antes de planear el viaje harías bien en hablar con tu pareja de cuánta ilusión os hace la idea de compartir vuestro tiempo a solas con ellos.

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Piénsalo bien -

En primer lugar, tenéis que estar de acuerdo en los planes posboda. Si hay un mínimo de fricción, dadles una vuelta.

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Tiempo compartido -

Tened en cuenta que compartiréis vuestro más que necesario tiempo de descanso con un montón de gente. Por muy unidos que estéis, tal vez sea mejor disfrutar de él a solas.

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Cómo lograr el equilibrio -

Pensad bien en a quiénes queréis invitar. Es importante que vayan amigos de ambas partes, ya que un desequilibrio podría traeros varios quebraderos de cabeza.

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¿Todo bien juntos? -

Recuerda también que los invitados deberían llevarse bien entre sí. Todo el mundo tiene que sentirse cómodo e incluido.

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¿Qué tipo de luna de miel? -

Lo siguiente que deberéis tener en cuenta es el tipo de luna de miel al que les estáis invitando.

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¿Cómo la quieres celebrar? -

La mejor forma de lidiar con esta cuestión es dar un paso atrás e imaginar vuestra luna de miel ideal. Si lo que se os viene a la mente son cenas románticas a la luz de las velas, entonces puede que llevaros a vuestros amigos de viaje no sea lo más indicado.

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¿Cómo de animada quieres que sea? -

Asimismo, si lo más activo que os apetece hacer esos días es pasear de la mano al atardecer, tal vez sea mejor que descartéis la idea de invitar a vuestros amigos.

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Hora de ponerse en marcha -

Porque si les invitáis, podéis ir despidiéndoos de la idea de remolonear en la cama por las mañanas. ¡Vuestros amigos van a querer marcha!

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Mejores destinos para estas lunas de miel -

Si estáis decididos a llevaros a los amigos con vosotros, es momento de pensar en el mejor destino para todos.

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No os vayáis muy lejos -

Las lunas de miel tradicionales suelen implicar ir a destinos lejanos y exóticos, pero si sois varias personas, es mejor limitar el tiempo de vuelo.

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¿Qué tal una ciudad? -

Las ciudades siempre son una buena apuesta, ya que ofrecen un amplio abanico de monumentos, actividades y restaurantes para todos los gustos.

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Casa con piscina -

Si os va más el rollo veraniego, planteaos alquilar una casa con piscina y acceso fácil a la playa.

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Festivales -

Y si os casáis en verano, tal vez os merezca la pena ver en qué sitios se celebran festivales musicales y otras cosas por el estilo.

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Hora de aventuras -

Si vuestros amigos también son aventureros y extrovertidos, ¿por qué no hacéis las maletas y os vais a un lugar recóndito?

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Naturaleza -

De esa manera podréis hacer todo tipo de actividades al aire libre y disfrutar del contacto con la naturaleza.

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Planes de invierno -

Si os casáis en invierno y a vuestros invitados les gusta esquiar, ¿por qué no celebrar la ocasión deslizándoos por la nieve?

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Diversión en la nieve -

Y cuando acabéis, ¡siempre podéis entrar en calor brindando a vuestra salud!

Fuentes: (Rock My Wedding) (Lifehacker) (Easy Weddings)

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