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No bebas refresco -

El aumento de altitud puede provocar que los gases intestinales se expandan hasta un 30 %. Cuidate el estómago bebiendo agua.

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No uses mantas y almohadas -

Por raro que parezca, las mantas y almohadas que entregan en los aviones no se lavan a fondo entre vuelo y vuelo. Son objetos ideales para acumular gérmenes y transferirlos de una persona a otra, así que hazte un favor y recházalos.

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No te pases todo el vuelo sentado -

En los aviones, corremos un mayor riesgo de desarrollar trombosis venosa profunda, que es un tipo de coágulo sanguíneo que suele formarse en las piernas. Para prevenirlo, camina por el pasillo durante unos minutos o levántate y estira. Además, intenta evitar la ropa ajustada que pueda cortarte la circulación durante el vuelo.

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No uses lentes de contacto -

Opta por las gafas. El aire de la cabina es muy seco y puede causar irritación en los ojos.

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No pasees descalzo -

El suelo está repleto de gérmenes, sobre todo, en el cuarto de baño. También podría haber algún cristal roto.

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No descuides la piel -

Un estudio descubrió que los pilotos recibían la misma cantidad de radiación en 20 minutos volando que en una hora en una cama bronceadora. Por lo tanto, que estés dentro del avión no significa que puedas dejar de usar protector solar. También debes hidratarte la piel para prevenir las manchas y los picores causados por el aire presurizado del avión.

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No te duermas apoyado contra la ventana/pared -

No tienes ni idea de cuánta gente se duerme, estornuda o tose contra esa ventanilla. Es una zona repleta de gérmenes, así que evítala al máximo.

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No cierres la salida del aire que hay encima de tu asiento -

Se recomienda que la salida del aire esté regulada al nivel máximo o medio para movilizar los gérmenes transportados por el aire antes de que se cuelen en tu zona personal. Esto también ayuda a proteger la piel para que no se seque.

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No intentes colarte a la hora de desembarcar -

Es entendible que quieras bajarte del avión lo antes posible, pero colarse es una falta de educación. Además, si respetamos los turnos, se acelerará el proceso.

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No toques el botón de la cisterna en el cuarto de baño -

El cuarto de baño es el lugar con más gérmenes. Para protegerte, lávate bien y las manos y utiliza un trozo de papel higiénico para apretar el botón.

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No bebas café o té -

No querrás tener nada que ver con el agua del grifo del avión. Opta por una botella de agua u otra bebida que venga sellada. Además, las bebidas con cafeína deshidratan.

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No te duermas antes del despegue -

Si te duermes antes de despegar, te costará más equilibrar la presión de los oídos. Si suele dolerte la cabeza al volar, espera hasta que se te desentaponen los oídos.

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No reclines el asiento durante el despegue o el aterrizaje -

Según la Federal Aviation Administration (FAA), es ilegal reclinar el asiento al principio y al final de los vuelos. Esto se debe a que esos son los momentos más peligrosos del vuelo.

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No olvides hidratarte -

Las cabinas de los aviones tienen unos niveles de humedad bajos porque el aire artificial se fabrica para imitar la altitud más alta a la que pueden respirar los seres humanos. No lo olvides: hidrátate, hidrátate e hidrátate.

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No hagas cola para el cuarto de baño -

Si los pasajeros hiciesen cola para el baño, los que se sientan por esa zona tendrán que estar demasiado próximos de los demás. En vez de esto, presta atención y escoge la mejor oportunidad para usar el aseo.

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No dudes en decirle a un asistente de vuelo que te sientes mal -

Los asistentes de vuelo están capacitados para ayudar con emergencias médicas e incluso aprenden cómo acompañar adecuadamente un parto antes de obtener la certificación. Así que no sientas que tu salud es un inconveniente.

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No pidas hielo -

La mayoría de los aviones no sirven agua del grifo, pero sus cubitos de hielo a menudo todavía están hechos de la misma agua, que puede estar llena de bacterias.

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No te comas la comida que caiga sobre la bandeja (ni al suelo) -

La bandeja no se esteriliza entre vuelos, así que, a menos que hayas traído tu propio desinfectante, tira lo que se caiga sobre ella. Un estudio descubrió que las bandejas albergan un promedio de 2,155 unidades de bacterias formadoras de colonias por pulgada cuadrada, en comparación con las 265 unidades en el botón de descarga del inodoro.

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No te levantes inmediatamente después de aterrizar -

Hay una razón por la que el letrero "Abróchate el cinturón de seguridad" permanece encendido después del aterrizaje. Como el avión todavía está en movimiento, todavía existe riesgo de lesión, así que sigue las reglas de seguridad del avión y escucha a la tripulación de cabina.

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No te excedas con el alcohol -

El alcohol es extremadamente deshidratante. Combinado con la baja humedad del avión, su cuerpo vivirá una experiencia de secado. Además, el aire enrarecido de un avión hace que los efectos del alcohol te golpeen más rápido y con más fuerza.

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No te quedes en el asiento del medio -

Para algunas personas, quedarse en el asiento del medio en un vuelo es su peor pesadilla. Puedes evitarlos comprando tu pasaje en el aeropuerto.

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No discutas con el asistente de vuelo -

Volar hace que algunas personas se pongan muy irritables, especialmente cuando algo sale mal. ¡Pero no te desquites con las azafatas! Comprende que es su trabajo hacer cumplir las reglas y garantizar que se sigan las medidas de seguridad.

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No olvides el alcohol en gel -

Un desinfectante de manos será tu mejor amigo en un avión. Al desinfectarte las manos antes y después de tocar objetos, previenes la propagación de gérmenes. No olvides llevar también algunas toallitas desinfectantes.

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No esperes al último momento para ir al cuarto de baño -

Un truco importante para el avión es saber cuándo usar el baño. ¡Evita esperar hasta el final del vuelo, ya que en este momento los baños han visto mucha acción!

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No cierres los compartimentos superiores -

Puedes pensar que estás ayudando al cerrar los compartimentos superiores que parecen estar llenos, pero en realidad depende de la tripulación de vuelo tomar esa decisión.

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No te toques la cara después de tocar el asiento -

Aunque mucha gente lleva toallitas para limpiar la superficie alrededor de su asiento, todavía hay muchos gérmenes, así que evita tocarte la cara antes de usar un desinfectante para manos.

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No reclines el asiento mientras sirven la comida -

No reclines tu asiento durante el servicio de comidas a bordo, ya que la persona que está detrás tendrá muy poco espacio para disfrutar de su refrigerio o comida en el avión.

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No pruebes somníferos nuevos -

Ten cuidado al probar un nuevo medicamento, ya que descubrir en pleno vuelo que eres alérgico a uno de los ingredientes activos no será divertido para nadie.

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No te pongas pantalones cortos -

Si puedes, trata de usar ropa que cubra la piel que podría tocar tu asiento. Al igual que otras partes del avión, los asientos no se limpian entre vuelos y podrían tener muchos gérmenes escondidos. Además, ¡hace frío!

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No te duermas cuando en tu destino sea por la mañana -

Adáptate a la zona horaria de tu destino lo antes posible, así evitas quedarte dormido a deshora. Trata de adaptarte a tu nueva zona horaria unos días antes de viajar, quedándote despierto hasta más tarde o levantándote más temprano.

Fuentes: (Insider) (Reader's Digest) (Culture Trip)

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