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1. Dieta - Todos sabemos que los alimentos procesados son malos para el intestino. Los cereales como el trigo, la soja y el maíz son los más rentables para los agricultores, por lo que también se han convertido en los más accesibles para los consumidores.

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1. Dieta - Por desgracia, no contienen la fibra que necesitamos para fomentar la biodiversidad intestinal.

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1. Dieta -

Para los seres humanos es esencial llevar una dieta variada a base de cereales integrales, frutas y verduras que alimenten las bacterias saludables presentes en el intestino y que tengan propiedades curativas y antiinflamatorias.

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1. Dieta -

Nuestra dieta ha ido perdiendo fibra generación tras generación, pero los efectos físicos se transmiten de la misma manera que los malos hábitos alimentarios.

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1. Dieta -

Un estudio en ratas demostró que una dieta baja en fibra no solo reducía la diversidad de la microbiota de las siguientes generaciones, sino que también dificultaba cada vez más la reversión de sus efectos. 

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1. Dieta -

Harvard realizó un estudio con la participación de los hadzas, una tribu de Tanzania, y descubrió que gozaban de una microbiota un 40% superior a la del estadounidense medio.

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1. Dieta - Los hadzas son una de las pocas comunidades cazadoras-recolectoras que quedan en el mundo. El estudio llegó a la conclusión de que gozan del equilibrio microbiano estándar natural para un ser humano, lo que significa que el estadounidense medio ha perdido el 40% de sus bacterias saludables debido a una dieta que ha ido empeorando con cada generación.

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1. Dieta -

No obstante, es posible revertir los efectos de la mala salud intestinal (al menos parcialmente). Llevar una dieta rica en fibra en la que no falten las frutas y las verduras y limitar la ingesta de alimentos procesados es un buen punto de partida.

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2. Antibióticos - Los antibióticos son un gran avance de la medicina moderna. Sin embargo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) consideran que el 30% de los que se recetan en Estados Unidos son completamente innecesarios.

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2. Antibióticos -

Los antibióticos no solo acaban con las bacterias perjudiciales, sino también con las saludables. El cuerpo puede tardar desde cuatro semanas hasta seis meses en recuperarse de sus efectos.

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2. Antibióticos - Asimismo, su prescripción excesiva está contribuyendo a la aparición de bacterias peligrosas y resistentes a los antibióticos.

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2. Antibióticos -

Otra estadística preocupante es que, en Estados Unidos, el 80% de los antibióticos no se administran a los humanos, sino al ganado.

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2. Antibióticos -

Aunque hacen falta más investigaciones, cabe la posibilidad de que los antibióticos administrados al ganado acaben en nuestro organismo a través del consumo de productos de origen animal y que, por lo tanto, nos provoquen problemas intestinales.

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2. Antibióticos - Esto no significa que no debamos hacer caso a los médicos si nos recetan antibióticos, pero tal vez sea mejor no pedir cita cada vez que tengamos un resfriado. Limitar el consumo de productos de origen animal también puede ayudar.

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3. Distancia de la naturaleza - Los expertos creen que nuestra separación cada vez mayor de la naturaleza también contribuye a la pérdida de salud intestinal.

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3. Distancia de la naturaleza -

Este es otro beneficio del estilo de vida de los hadzas, ya que están en contacto constante con la naturaleza.

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3. Distancia de la naturaleza - Los investigadores creen que el intestino es una extensión del entorno en el que vivimos. En las ciudades, nuestra microbiota se empequeñece debido a la falta de exposición a bacterias naturales. Los hadzas, por el contrario, gozan de una amplia variedad de bacterias.

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3. Distancia de la naturaleza -

En una ocasión, los misionarios les llevaron cajas con antibióticos. Los hadzas no sabían qué hacer con ellos, así que se los comieron como golosinas en una sola noche.

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3. Distancia de la naturaleza -

Los investigadores les hicieron pruebas y descubrieron que el equilibrio bacteriano no se había visto afectado. Por lo tanto, llegaron a la conclusión de que la proximidad con la naturaleza aplaca considerablemente el daño que los factores externos pueden causar en el organismo.

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4. Herbicidas y pesticidas -

La presencia de herbicidas como el glifosato en los alimentos que consumimos y en nuestro organismo es cada vez mayor. 

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4. Herbicidas y pesticidas -

El glifosato acaba con las malas hierbas bloqueando nutrientes esenciales, pero el problema está en que hace lo mismo en el intestino. Es decir, previene el crecimiento de las bacterias saludables que nuestro cuerpo necesita.

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4. Herbicidas y pesticidas -

Los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts creen que el consumo en altas cantidades de glifosato está directamente relacionado con la celiaquía, una enfermedad autoinmune que daña el intestino delgado y que hace que este no tolere el gluten.

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4. Herbicidas y pesticidas -

El uso de químicos ha generado muchas protestas, ya que también despojan a los productos frescos de sus nutrientes.

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5. Estrés y falta de sueño - Cada vez está más claro que el cerebro y el intestino van de la mano. El estrés crónico y la falta de sueño pueden afectar directamente a la salud intestinal.

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5. Estrés y falta de sueño -

Está demostrado que los problemas intestinales influyen en la salud mental y viceversa. Algunos gastroenterólogos sostienen que sus pacientes más difíciles son aquellos que han tenido traumas o trastornos alimentarios.

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5. Estrés y falta de sueño -

El sueño influye en el intestino, ya que altera el ciclo circadiano. Si te falta descanso, tu microbiota se verá afectada.

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5. Estrés y falta de sueño -

También está demostrado que el jet lag y los vuelos de larga distancia influyen en la microbiota, lo que a veces se traduce en un aumento de peso.

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5. Estrés y falta de sueño -

Quedarse despierto hasta tarde viendo series o vídeos en el celular también puede afectar a la microbiota, aunque en menor medida.

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Conclusiones - La meditación y el ejercicio pueden ayudar a liberar estrés y a recalibrar el ciclo de sueño, lo que también resulta beneficioso para el intestino.

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Conclusiones -

Aumentar el consumo de fibra y alimentos a base de plantas puede ayudar a restablecer el equilibrio natural del intestino, sobre todo si se apuesta por productos orgánicos.

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Probióticos -

Los alimentos y suplementos probióticos pueden ser la mejor manera de restablecer el equilibrio de la microbiota. Está demostrado que estos chutes de "bacterias saludables" ayudan a mejorar la salud intestinal y a reducir los problemas digestivos.

No te pierdas: Qué son los probióticos y por qué los necesitas 

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