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Pasar mucho tiempo sentado -

El sedentarismo puede influir enormemente en la longevidad y pasar mucho tiempo sentado es uno de los principales problemas. Esto, claro está, es una mala noticia para quienes tienen un trabajo de oficina. Si este es tu caso, intenta trabajar de pie o hacer pausas para moverte y estirarte.

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Pasar mucho tiempo sentado -

Una investigación descubrió que reducir el tiempo que pasamos sentados a menos de tres horas por día puede llegar a alargar nuestra esperanza de vida dos años más. Ese mismo estudio llegó a la conclusión de que reducir el tiempo que pasamos viendo la televisión a menos de dos horas por día también puede llegar a concedernos 1,4 años más de vida.

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Dormir poco -

Si de normal duermes menos de cinco horas al día, tienes más papeletas para morir que alguien que se queda en la cama un par de horas más en la cama.

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Dormir mucho -

Pero lo mismo se aplica a quienes remolonean más de la cuenta. Si pasas más de nueve horas en la cama todas las noches, entonces tienes más probabilidades de desarrollar diabetes o enfermedad coronaria. Por lo tanto, el riesgo de morir prematuramente también es mayor.

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Comer mucha carne roja -

No hay nada de malo en disfrutar de un buen filete o una hamburguesa de vez en cuando. No obstante, si lo haces todos los días, tenemos malas noticias para ti. Se estima que consumir carne roja a diario aumenta el riesgo de muerte en un 13%.

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Comer mucha carne procesada -

Lo mismo se aplica a las carnes procesadas, por lo que de nada sirve cambiar un filete por una tabla de embutido. La carne blanca es una buena alternativa, ya que reduce el riesgo de mortalidad en un 14%. El pescado, por su parte, lo reduce en un 7%.

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Pasar mucho tiempo en casa -

Como ya te imaginarás, pasar mucho tiempo en casa también es malo para la salud y puede llegar a aumentar el riesgo de muerte.

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Pasar mucho tiempo en casa -

Resulta ser que el aire de dentro está aún más contaminado que el de fuera, según informa la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Por otro lado, también hay que tener en cuenta la falta de exposición a la luz solar, la cual trastoca el ritmo circadiano y puede acabar generando un déficit de vitamina D.

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Mala gestión financiera -

Ser un manirroto puede costarte años de vida, literalmente. Gastar el dinero con cabeza es bueno para la salud, mientras que lo contrario puede ser malo para el corazón.

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Mala gestión financiera -

Aunque no todo el mundo se lo puede permitir, está demostrado que tener ahorros en lugar de vivir al día disminuye el riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares en adultos mayores.

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No beber nada de alcohol -

Sí, has leído bien: no beber nada de alcohol puede aumentar el riesgo de muerte. Con esto no nos referimos a todos los tipos de bebidas alcohólicas, sino al consumo excesivo (esto tendría el efecto contrario y aumentaría el riesgo de muerte prematura). La excepción a esta regla es el vino.

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No beber nada de alcohol -

El vino rebosa antioxidantes, por lo que tomar una copa de vez en cuando puede venir bien para contrarrestar la inflamación. Se cree que el vino tinto también puede disminuir el riesgo de desarrollo de alzhéimer, párkinson, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

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No usar hilo dental -

La mala higiene bucal está vinculada a la mala salud cardiovascular, por lo que si no usas hilo dental, podrías estar jugándote años de vida.

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No usar hilo dental -

Lavarte los dientes y pasarles hilo dental es una forma de librarte de las bacterias que podrían acabar en otras partes de tu cuerpo. Un estudio descubrió que usar hilo dental puede llegar a alargar la esperanza de vida nada más y nada menos que 6,4 años.

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Evitar los alimentos picantes -

Según un estudio, las personas que comen picante todos los días tienen un 14% menos de probabilidades de morir que quienes solo lo consumen una vez por semana. Sin embargo, al igual que otros puntos de la lista, hay que tener en cuenta que esto es solo una correlación y que puede haber otros factores que deben tenerse en cuenta.

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Evitar los alimentos picantes -

El estudio contó con la participación de más de 500.000 personas, una cifra nada desdeñable. Que cada uno saque sus propias conclusiones...

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Usar el celular -

Tirarse en el sofá a mirar el celular puede restarte años de vida. Por si esto fuera poco, las malas posturas pueden deteriorarte los pulmones.

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Usar el celular -

Según una investigación, el uso de celulares por parte de los estudiantes universitarios se ha vinculado a una menor calidad del sueño, así como un mayor nivel de ansiedad y depresión. Sobra decir que todo esto puede disminuir la esperanza de vida.

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Pillar atascos -

Por desgracia, este es el pan de cada día de mucha gente. Un estudio descubrió que, aunque pasar mucho tiempo en atascos afecta tanto a hombres como mujeres, estas últimas son las que más malparadas salen.

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Pillar atascos -

Las personas que tienen que recorrer una mayor distancia para ir de casa al trabajo (y viceversa) no solo pasan más tiempo sentadas, sino que también tienen menos horas para ser activas. Un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine llegó a la conclusión de que "el trayecto por carretera al trabajo se asocia negativamente con la actividad física, el estado cardiorrespiratorio, la adiposidad y los indicadores de riesgo metabólico".

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Restallar el cuello -

¿Te restallas el cuello a menudo? Pues se trata de un gesto que puede provocar una muerte prematura. Hay casos de personas que lo han hecho y han acabado perforándose una arteria o sufriendo un trombo (y, por ende, un ictus). Aunque sientas alivio al hacerlo, es mejor que no lo hagas si no quieres restarte años de vida.

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La infelicidad crónica -

Sentir tristeza de vez en cuando es normal, pero pasar un año o más en este estado puede llegar a acortar la esperanza de vida.

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La infelicidad crónica -

Las emociones negativas son inevitables, pero generan estrés de todas formas. Esto implica una subida de la tensión y las pulsaciones y la liberación de cortisol. Por lo tanto, experimentar infelicidad durante demasiado tiempo es malo para la salud.

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Preocuparse por la muerte -

Por muy irónico que parezca, preocuparse por la mortalidad de uno mismo puede restar años de vida. Esto se debe a que pensar demasiado en la muerte puede aumentar los niveles de ansiedad.

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No bailar -

Lo entendemos, no todo el mundo se siente cómodo bailando. Pero resulta ser que hacerlo puede ayudarnos a ganar años de vida, ya que no solo es un buen ejercicio, sino que también se vincula con una vida social saludable.

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Aislarse -

Los humanos somos seres sociables y, como tales, necesitamos relacionarnos. Una investigación basada en 148 estudios descubrió que las personas con unas relaciones sociales sólidas tenían un 50% menos de probabilidades de sufrir una muerte prematura.

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No desayunar -

La American Heart Association informa de que quienes no se saltan el desayuno presentan unos mejores niveles de colesterol, salud cardiovascular y tensión arterial en general.

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No desayunar -

Esto, sin embargo, puede guardar relación con otros hábitos. El ayuno intermitente también puede ser beneficioso e incluso hay estudios que aseguran que puede aumentar la esperanza de vida. Asimismo, una investigación descubrió que en lo que a ganar peso se refiere, tomar o saltarse el desayuno no supone una gran diferencia. Por lo tanto, parece que aún no hay un consenso al respecto.

Fuentes: (Health Digest) (CBS News) (Verywell Health) (American Journal of Preventive Medicine) (ScienceAlert) (Environmental Protection Agency) (PLOS Medicine) (Harvard Health) (BMJ)

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