© Shutterstock

No necesitas comer cada dos o tres horas -

Hay quienes creen que hacer comidas pequeñas y frecuentes es la clave para perder peso. Sin embargo, algunos estudios sugieren que el tamaño y la frecuencia de las comidas no tiene ningún tipo de repercusión en nuestro cuerpo. Por lo tanto, es mucho mejor (y simple) comer cuando tienes hambre.

© Shutterstock

Agarrar los titulares con pinzas -

Los medios de comunicación son una de las principales fuentes de desinformación sobre este asunto. Los titulares suculentos suelen llamar la atención, pero si analizas el artículo, te darás cuenta de que a menudo se basan en datos sacados de contexto que pertenecen a estudios con fundamento.

© Shutterstock

Los huevos son increíblemente sanos -

Los huevos son uno de los alimentos más saludables y nutritivos que existen. Su mala reputación se debe al alto nivel de colesterol que contienen las yemas, pero no se ha demostrado que los huevos provoquen enfermedades cardiovasculares en personas que gozan de buena salud.

© Shutterstock

La bebidas azucaradas son las principales responsables de que engordes -

El exceso de azúcar en algunas bebidas puede tener un efecto demoledor en tu salud. El problema con el azúcar líquido es que el cerebro no compensa las calorías comiendo menos de otros alimentos, lo que quiere decir que no las registra y te hace comer más.

© Shutterstock

Los ácidos grasos trans no son aptos para consumo humano -

Para producir grasas trans se necesita mucha presión, calor y gas hidrógeno en presencia de un catalizador metálico. Son dañinos para la salud y aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

© Shutterstock

La carne no pudre el colon -

Tu cuerpo está preparado para digerir y absorber todos los nutrientes importantes que se encuentran en la carne. Los ácidos estomacales descomponen la proteína y luego las encimas digestivas se encargan del resto en tu intestino delgado.

© Shutterstock

Bajo en grasas no significa saludable -

Varios estudios sugieren que este tipo de alimentos ni ayudan a perder peso ni previenen enfermedades. Los alimentos naturalmente bajos en grasas, como la fruta y las verduras, son beneficiosos. Sin embargo, los alimentos procesados que se consideran bajos en grasa a menudo están llenos de ingredientes nocivos.

© Shutterstock

Los zumos de frutas no son tan buenos como piensas -

Muchos creen que los zumos son saludables por venir de la fruta. Lo cierto es que, aunque un zumo recién exprimido puede contener ciertos antioxidantes presentes en la fruta, en realidad tiene tanta azúcar como un refresco. Esto se debe a que el zumo no ofrece fibra o resistencia a la masticación.

© Shutterstock

Es importante cuidar la flora intestinal -

Las bacterias presentes en nuestro intestino influyen en todo, desde nuestro peso hasta nuestro funcionamiento cerebral. Por lo tanto, es crucial seguir una dieta rica en fibra para alimentarlas.

© Shutterstock

Orgánico y sin glúten no son sinónimos de saludable -

Que un producto lleve estas dos etiquetas no lo hace saludable. Por ejemplo, puedes preparar comida basura tanto con ingredientes orgánicos como sin ellos.

© Shutterstock

El colesterol no es el malo de la película -

Cuando la gente habla del colesterol bueno o malo, en realidad se está refiriendo a las proteínas que transportan el colesterol a través de la sangre. En conclusión: el colesterol no es malo en sí mismo, sino en combinación con otras cosas.

© Shutterstock

Los suplementos para perder peso rara vez funcionan -

Hay muchos tipos de suplementos para perder peso disponibles en el mercado y casi ninguno funciona. Al final, la mejor forma de perder peso y no volver a ganarlo es tener un estilo de vida saludable.

© Shutterstock

La comida basura genera adicción -

Mediante una ingeniosa manipulación de la química, el sabor y la textura de la comida, los científicos han conseguido que esta sea tan gratificante que, cuando la comes, tu cerebro no para de generar dopamina. Por esta razón, muchas personas se descontrolan con la comida basura.

© Shutterstock

Ten cuidado con la báscula -

Un número nunca va a reflejar tu salud. El peso es algo que puede fluctuar enormemente, incluso en un mismo día, y solo es una pequeña pieza de un puzle mucho más grande.

© Shutterstock

No necesitas contar las calorías -

Las calorías son importantes, pero eso no quiere decir que tengas que controlar cada cosa que ingieres. Por ejemplo, se ha demostrado que comer más proteína ayuda significativamente a bajar de peso sin tener que restringir las calorías.

© Shutterstock

La gente con diabetes tipo 2 no debería seguir una dieta alta en carbohidratos -

Las personas con diabetes tipo 2 son resistentes a la insulina, por lo que cualquier carbohidrato que ingieran hará que su nivel de azúcar en sangre se dispare. Así pues, lo ideal para ellas es seguir una dieta baja en carbohidratos.

© Shutterstock

No te creas todo lo que pone el envase -

Las empresas alimentarias ponen todo tipo de etiquetas en sus envases, como "integral" o "bajo en grasas". Estas solo sirven para que las personas crean que están comprando el producto adecuado, así que harías bien en no caer en la trampa.

© Shutterstock

Ni la grasa ni los carbohidratos te hacen engordar -

Como con todo lo que tiene que ver con nutrición, el problema está en el contexto. La grasa y los carbohidratos pueden hacer que engordes, pero todo depende de la dieta y el estilo de vida que sigas.

© Shutterstock

Evita ciertos aceites vegetales -

Algunos aceites, como el de girasol, soja y maíz, contienen grandes cantidades de ácidos grasos omega 6. Si estos se ingieren a menudo, pueden provocar una inflamación de bajo grado en nuestro organismo. Además, contribuyen al estrés oxidativo, lo que a su vez puede derivar en enfermedades cardíacas.

© Shutterstock

No le eches la culpa a los alimentos de toda la vida -

Cuando la obesidad empezó a expandirse como una epidemia hacia 1980, algunos científicos lo achacaron a alimentos como la carne roja, los huevos o la mantequilla, pero estos llevaban consumiéndose durante siglos. Por lo tanto, es más sensato pensar que los culpables son los nuevos inventos, como los alimentos procesados, las grasas trans, el azúcar añadido, los granos refinados y los aceites vegetales.

© Shutterstock

Comer cereales es comer azúcar con leche -

Los cereales deberían ser más un postre que un desayuno. Prescindir de ellos puede que sea una de las decisiones más saludables que puedes tomar.

© Shutterstock

Estar delgado no significa estar sano -

La salud no se reduce a estar gordo o delgado. Mucha gente obesa está sana a nivel metabólico, mientras que otra con un peso más estándar tiene los mismos problemas metabólicos que se asocian a la obesidad.

© Shutterstock

Las comidas industriales no suelen ser saludables -

A muchas personas les cuesta discernir qué alimentos son saludables y cuáles no. Si es tu caso, piensa lo siguiente: si es un producto industrial, mejor no comprarlo.

© Shutterstock

El deporte no compensa una mala dieta -

No importa cuánto ejercicio hagas: de nada servirá si no sigues una dieta adecuada. Esto no quiere decir que no debas hacer deporte, sino que deberías combinarlo con una alimentación saludable para poder disfrutar de los beneficios a corto y largo plazo.

© Shutterstock

Si quieres adelgazar, deja de pesarte y empieza a controlar tu grasa corporal -

Controlar tu peso es una forma muy imprecisa de medir tu grasa corporal. Una vez empiezas a perder grasa debido al deporte y los cambios alimenticios, tu cuerpo lo compensa aumentando la masa muscular. Por este motivo, lo que debes hacer es calcular tu porcentaje de grasa corporal.

© Shutterstock

No existen los alimentos milagrosos -

Nunca encontrarás un alimento que solucione todos tus problemas o que te ayude a conseguir tus objetivos por arte de magia. Una dieta saludable es el resultado de combinar varios tipos de alimentos.

© Shutterstock

Las dietas radicales no son la solución -

Las dietas de choque restringen la ingesta de alimentos y están diseñadas para obtener resultados en el menor tiempo posible. Sin embargo, quienes las siguen a menudo retoman sus viejos hábitos alimenticios en cuanto cumplen los objetivos.

© Shutterstock

Sí, se puede estar "gordiflaco" -

Una persona "gordiflaca" es alguien con todos los problemas metabólicos de quien tiene sobrepeso pero con un IMC o un peso estándar. Esta es la razón por la que la salud no se puede juzgar con base en el peso.

© Shutterstock

Las especias contribuyen a tu salud -

Las especias tienen muchos beneficios. Por ejemplo, se ha demostrado que la cúrcuma ayuda a reducir la inflamación y a prevenir la diabetes.

© Shutterstock

Las dietas universales no existen -

No todos acumulamos grasa en los mismos sitios ni desarrollamos nuestra musculatura por igual. Teniendo en cuenta estas diferencias y muchas otras a nivel bioquímico, no es ninguna sorpresa que una misma dieta no funcione para todo el mundo.

Fuentes: (Healthline 1 y 2)

Ver también: Refuerza tu salud con estos alimentos supernutritivos 

© Shutterstock