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Consumir noticias de forma compulsiva - Kevin Roose, del New York Times, describió este fenómeno moderno como "caer en madrigueras profundas y mórbidas llenas de contenido de coronavirus, estresándome hasta el punto de la incomodidad física, eliminando cualquier esperanza de disfrutar de una buena noche de sueño".
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Consumir noticias de forma compulsiva
- Las protestas contra las injusticias raciales y la brutalidad policial son muy necesarias, pero pasarnos horas viendo noticias sobre el tema es dañino, como mínimo.
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Consumir noticias de forma compulsiva
- Seguimos viendo las noticias intentando encontrar algo positivo que nunca llega, intentando aprender todo lo posible sobre algo que está fuera de nuestro control y eso causa fatiga mental.
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Consumir noticias de forma compulsiva
- ¡No es culpa tuya! Los humanos tendemos a prestar más atención a las noticias negativas. Este fenómeno empezó en los 70 con el síndrome del mundo cruel, en el cual la gente percibía el mundo a través de una visión más negativa que realista debido a la cantidad de malas noticias que consumían. Si a esto le sumamos la existencia a de los algoritmos de las redes sociales, es difícil no consumir noticias de forma compulsiva, pero tiene efectos graves en nuestra salud mental, como la depresión o la ansiedad.
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Mirarse al espejo todas las mañanas
- No podemos evitarlo, pero a veces nos maltratamos delante del espejo. Cuando empezamos el día pensamos en cómo nos vemos en lugar de darnos tiempo para pensar cómo nos sentimos, el ánimo nos cambia por completo.
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Mirarse al espejo todas las mañanas
- Actuando en función de cómo nos sentimos en lugar de cómo nos vemos marca la diferencia. También evitas darle importancia a cosas que nos estresan durante el día porque tenemos más confianza y somos más amables con nosotros mismos.
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Mirar el celular a todas horas - Según investigaciones publicadas en el Journal of Affective Disorders, el uso compulsivo o excesivo de un celular podría empeorar los síntomas de la depresión, la ansiedad, el estrés crónico y la baja autoestima. También nos acostumbra a las gratificaciones inmediatas, empeorando nuestra capacidad de atención y memoria y haciendo que nos cueste más gestionar los pensamientos.
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Planificar demasiado
- La búsqueda de un estilo de vida extremadamente "productivo" puede llevar a días abrumadores y acabar dañado tu productividad y tu salud mental. El exceso de planificación nos agota mental y físicamente y nos deja menos energía para realizar lo verdaderamente importante.
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Comer en el lugar de trabajo
- El trabajo puede ser estresante y comer mientras lo haces puede parecer la única opción, pero realmente puede empeorar tus niveles de estrés. Si no te tomas un descanso, tu cuerpo y tu mente no tienen tiempo de recargarse y acabarás agotado antes de tiempo. Como consecuencia, tu productividad disminuirá.
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Comer viendo la televisión
- Cuando comemos sin concentrarnos en la comida, a nuestra mente le cuesta apreciar los sabores y reconocer cuando estás lleno. Algunos estudios demuestran que acabamos comiendo en exceso por estar distraídos. Al final, esto puede dañar seriamente nuestros hábitos alimenticios, aumentar el estrés y provocar falta de autoestima.
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Pasar demasiado tiempo en espacios cerrados - La falta de exposición a la luz solar está relacionada con la falta de vitamina D y con la aparición de síntomas depresivos, así que asegúrate de salir a la calle para aprovechar el sol, que además mejorará tu humor.
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Preferir relacionarnos a través de pantallas
- Enviar un mensaje en lugar de llamar o enviar un email en lugar de ir a la oficina de alguien son actos muy comunes hoy en día. Sin embargo, no olvides que el aislamiento y la soledad se han convertido en un problema de salud mundial y los investigadores ha demostrado que necesitamos hablar con más gente cara a cara para impulsar nuestra felicidad.
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Tener charlas banales - Este tipo de relación cara a cara no ayuda, ya que puede percibirse como todavía más aislante. Como dijo Gretchen Rubin, autor de 'The Happiness Project', "sé levemente inapropiado", preguntan cosas más profundas, muestra a alguien tu lado vulnerable y estable vínculos reales.
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Descuidar nuestra postura - Un simple cambio de postura puede reducir los síntomas de depresión, según un estudio publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry. Una buena postura al parecer puede aumentar nuestra actitud positiva y reducir el cansancio.
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Cruzar los brazos/las piernas, encogernos
- Otros estudios muestran que las posturas correctas mejoran la autoestima y la confianza en nosotros mismos.
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Repasar qué tienes que hacer al día siguiente antes de irte a la cama
- Resulta tentador organizar tu día antes de irte a dormir, pero el psicólogo clínico Charles Schaeffer contó a Bustle que esto causa ansiedad, que hace que nos cueste más dormir y perjudica nuestra capacidad para gestionar las emociones negativas, provocando todavía más ansiedad.
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Reprocharte tus errores
- Los terapeutas afirman que este hábito de llamarnos a nosotros mismos "idiota" daña nuestros sentimientos más profundos y nuestra autoestima, lo cual puede afectar después a todas las áreas de tu vida.
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Aperitivos poco saludables
- Comer mejor puede ayudarnos a mejorar nuestro humor, ya que la salud física tiene mucho que ver con la mental. Además, evitando cosas como el azúcar, la cafeína o los ultraprocesados mejorarás tu capacidad cerebral.
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Intentar ser perfectos
- El perfeccionismo bien entendido puede hacer que demos lo mejor de nosotros mismos, pero también se puede volver en nuestra contra: podemos sobresforzarnos, estar siempre insatisfechos y preocupados por la opinión de los demás y muy estresados.
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Ser sedentarios
- Un estilo de vida sedentario puede parecer inevitable, pero perjudica tu cintura, tu corazón y tu salud mental. Todos hemos escuchado que hacer ejercicio regularmente es una de las mejores formas de mejorar nuestro humor, ¡pruébalo!
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Ser sedentarios
- Además, el ejercicio aumenta nuestra autoestima y puede ser una forma de distraernos de nuestros aparatos y preocupaciones. Puede ayudarnos a lidiar con el estrés de una forma más saludable.
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Hacer demasiado ejercicio sin estar en forma
- Por supuesto, cualquier extremo es malo. Hacer ejercicio hasta estar exhaustos o sin estar preparados nos perjudica físicamente y mentalmente.
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Rumiar pensamientos negativos
- Es hábito terrible. Todos pasamos demasiado tiempo haciéndolo. Mina nuestra autoestima, perjudica nuestras relaciones, etc.
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23 / 29 Fotos
Compararte con amigos y seguidores
- Las redes sociales se basan en comparaciones, lo cual nos perjudica de innumerables formas. Se supone que deben hacernos pasar un buen rato, no hacernos sentir celos, soledad o complejos. Las constantes comparaciones aumentan la depresión y la ansiedad.
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Mirar pantallas antes de dormir
- El sueño es nuestra principal fuente de resiliencia física y emocional. Es como nos recuperamos del día y nos preparamos para el día siguiente. Las luces azules de las pantallas afectan directamente a la capacidad para dormir porque bloquean la melatonina, la hormona del sueño.
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No dormir
- Perder el sueño una o dos noches puede empeorar tu humor, tu energía y tu capacidad de concentración, pero la privación del sueño crónica puede perjudicar muchísimo tu salud mental. Deja de usar pantallas una hora antes de irte a la cama, no tomes cafeína a partir del mediodía y evita situaciones estresantes antes de dormirte.
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Relaciones
- Este es difícil y puede darse incluso estando soltero porque depende de en qué bases tu felicidad. Si estás con alguien que es tu única fuente de felicidad o si estás buscando a alguien que sea responsable por tu felicidad, puedes dañarte a ti mismo, perder confianza y te puede crear ansiedad.
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No te pierdas - Estos hábitos pueden arruinarte el cerebro
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- Las protestas contra las injusticias raciales y la brutalidad policial son muy necesarias, pero pasarnos horas viendo noticias sobre el tema es dañino, como mínimo.
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- Seguimos viendo las noticias intentando encontrar algo positivo que nunca llega, intentando aprender todo lo posible sobre algo que está fuera de nuestro control y eso causa fatiga mental.
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Consumir noticias de forma compulsiva
- ¡No es culpa tuya! Los humanos tendemos a prestar más atención a las noticias negativas. Este fenómeno empezó en los 70 con el síndrome del mundo cruel, en el cual la gente percibía el mundo a través de una visión más negativa que realista debido a la cantidad de malas noticias que consumían. Si a esto le sumamos la existencia a de los algoritmos de las redes sociales, es difícil no consumir noticias de forma compulsiva, pero tiene efectos graves en nuestra salud mental, como la depresión o la ansiedad.
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Mirarse al espejo todas las mañanas
- No podemos evitarlo, pero a veces nos maltratamos delante del espejo. Cuando empezamos el día pensamos en cómo nos vemos en lugar de darnos tiempo para pensar cómo nos sentimos, el ánimo nos cambia por completo.
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Mirarse al espejo todas las mañanas
- Actuando en función de cómo nos sentimos en lugar de cómo nos vemos marca la diferencia. También evitas darle importancia a cosas que nos estresan durante el día porque tenemos más confianza y somos más amables con nosotros mismos.
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Mirar el celular a todas horas - Según investigaciones publicadas en el Journal of Affective Disorders, el uso compulsivo o excesivo de un celular podría empeorar los síntomas de la depresión, la ansiedad, el estrés crónico y la baja autoestima. También nos acostumbra a las gratificaciones inmediatas, empeorando nuestra capacidad de atención y memoria y haciendo que nos cueste más gestionar los pensamientos.
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Planificar demasiado
- La búsqueda de un estilo de vida extremadamente "productivo" puede llevar a días abrumadores y acabar dañado tu productividad y tu salud mental. El exceso de planificación nos agota mental y físicamente y nos deja menos energía para realizar lo verdaderamente importante.
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Comer en el lugar de trabajo
- El trabajo puede ser estresante y comer mientras lo haces puede parecer la única opción, pero realmente puede empeorar tus niveles de estrés. Si no te tomas un descanso, tu cuerpo y tu mente no tienen tiempo de recargarse y acabarás agotado antes de tiempo. Como consecuencia, tu productividad disminuirá.
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Comer viendo la televisión
- Cuando comemos sin concentrarnos en la comida, a nuestra mente le cuesta apreciar los sabores y reconocer cuando estás lleno. Algunos estudios demuestran que acabamos comiendo en exceso por estar distraídos. Al final, esto puede dañar seriamente nuestros hábitos alimenticios, aumentar el estrés y provocar falta de autoestima.
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Pasar demasiado tiempo en espacios cerrados - La falta de exposición a la luz solar está relacionada con la falta de vitamina D y con la aparición de síntomas depresivos, así que asegúrate de salir a la calle para aprovechar el sol, que además mejorará tu humor.
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Preferir relacionarnos a través de pantallas
- Enviar un mensaje en lugar de llamar o enviar un email en lugar de ir a la oficina de alguien son actos muy comunes hoy en día. Sin embargo, no olvides que el aislamiento y la soledad se han convertido en un problema de salud mundial y los investigadores ha demostrado que necesitamos hablar con más gente cara a cara para impulsar nuestra felicidad.
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12 / 29 Fotos
Tener charlas banales - Este tipo de relación cara a cara no ayuda, ya que puede percibirse como todavía más aislante. Como dijo Gretchen Rubin, autor de 'The Happiness Project', "sé levemente inapropiado", preguntan cosas más profundas, muestra a alguien tu lado vulnerable y estable vínculos reales.
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13 / 29 Fotos
Descuidar nuestra postura - Un simple cambio de postura puede reducir los síntomas de depresión, según un estudio publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry. Una buena postura al parecer puede aumentar nuestra actitud positiva y reducir el cansancio.
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Cruzar los brazos/las piernas, encogernos
- Otros estudios muestran que las posturas correctas mejoran la autoestima y la confianza en nosotros mismos.
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Repasar qué tienes que hacer al día siguiente antes de irte a la cama
- Resulta tentador organizar tu día antes de irte a dormir, pero el psicólogo clínico Charles Schaeffer contó a Bustle que esto causa ansiedad, que hace que nos cueste más dormir y perjudica nuestra capacidad para gestionar las emociones negativas, provocando todavía más ansiedad.
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Reprocharte tus errores
- Los terapeutas afirman que este hábito de llamarnos a nosotros mismos "idiota" daña nuestros sentimientos más profundos y nuestra autoestima, lo cual puede afectar después a todas las áreas de tu vida.
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Aperitivos poco saludables
- Comer mejor puede ayudarnos a mejorar nuestro humor, ya que la salud física tiene mucho que ver con la mental. Además, evitando cosas como el azúcar, la cafeína o los ultraprocesados mejorarás tu capacidad cerebral.
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Intentar ser perfectos
- El perfeccionismo bien entendido puede hacer que demos lo mejor de nosotros mismos, pero también se puede volver en nuestra contra: podemos sobresforzarnos, estar siempre insatisfechos y preocupados por la opinión de los demás y muy estresados.
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Ser sedentarios
- Un estilo de vida sedentario puede parecer inevitable, pero perjudica tu cintura, tu corazón y tu salud mental. Todos hemos escuchado que hacer ejercicio regularmente es una de las mejores formas de mejorar nuestro humor, ¡pruébalo!
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Ser sedentarios
- Además, el ejercicio aumenta nuestra autoestima y puede ser una forma de distraernos de nuestros aparatos y preocupaciones. Puede ayudarnos a lidiar con el estrés de una forma más saludable.
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- Por supuesto, cualquier extremo es malo. Hacer ejercicio hasta estar exhaustos o sin estar preparados nos perjudica físicamente y mentalmente.
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- El sueño es nuestra principal fuente de resiliencia física y emocional. Es como nos recuperamos del día y nos preparamos para el día siguiente. Las luces azules de las pantallas afectan directamente a la capacidad para dormir porque bloquean la melatonina, la hormona del sueño.
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No dormir
- Perder el sueño una o dos noches puede empeorar tu humor, tu energía y tu capacidad de concentración, pero la privación del sueño crónica puede perjudicar muchísimo tu salud mental. Deja de usar pantallas una hora antes de irte a la cama, no tomes cafeína a partir del mediodía y evita situaciones estresantes antes de dormirte.
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Relaciones
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No te pierdas - Estos hábitos pueden arruinarte el cerebro
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Factores cotidianos que impactan en tu salud mental
¡No te compliques la vida!
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Cuidar la salud mental es un trabajo a tiempo completo y, con tantas responsabilidades, se vuelve todavía más difícil. Una de las razones es que adquirimos hábitos que creemos que nos alivian la presión o que son inofensivos, pero que en realidad nos perjudican seriamente.
Hay pequeñas cosas que realizamos en nuestro día a día y que tienen un gran impacto en nuestra salud mental y que pueden afectar a otras áreas de nuestras vidas sin saberlo, empujándonos a una espiral de negatividad de la que cuesta escapar. No obstante, cambiar estos hábitos es más fácil de lo que creemos. Haz clic en la galería para descubrir qué cosas están dañando tu salud mental.
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