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Falta de ejercicio -

El estrés puede reducir nuestro nivel de energía, haciendo que nos sintamos muy cansados y sin motivación para hacer ejercicio.

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Aumento de peso -

El síndrome metabólico también se conoce como obesidad central. El riesgo de desarrollarlo es mucho mayor en personas con estrés.

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Cefaleas tensionales -

El estrés es la principal causa de cefaleas tensionales. No suelen ser muy fuertes, pero resultan bastante incómodas.

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Infartos o derrames -

El estrés puede provocar fluctuaciones graves en nuestra presión sanguínea, lo cual puede llevar a infartos o derrames.

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Problemas del sueño -

El estrés puede interferir con nuestra habilidad para dormir adecuadamente por las noches. El problema también se agrava al preocuparnos por no poder descansar bien.

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Problemas estomacales -

El estrés puede provocar problemas relacionados con el reflujo gástrico y la acidez, que pueden llevar a problemas más graves, como úlceras estomacales.

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Riesgo de padecer diabetes -

Cuanto más comemos por estrés, más probable es que aumenten los niveles de azúcar en sangre, lo cual podría elevar el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.

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Libido -

El deseo puede verse seriamente afectado por el estrés. Como no estamos relajados, es difícil que nos apetezca.

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Convulsiones -

El desencadenante más común para aquellos que padecen epilepsia y, como consecuencia convulsiones, es el estrés.

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Sarpullidos -

Algunas enfermedades dérmicas pueden ser consecuencia del estrés crónico, que daña gravemente el sistema inmunitario.

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Adicción -

Cuanto más estresados estemos, más probable es que caigamos en conductas adictivas, como fumar o beber en exceso.

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Demencia -

Las personas que son muy propensas al estrés en la mediana edad presentan muchísimas más probabilidades de padecer demencia en la vejez.

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Cabello -

El estrés puede tener un gran impacto en tu cabello. Puede ralentizar el crecimiento y también puede ser un factor importante en la caída de cabello.

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Depresión -

Los niveles de estrés altos pueden ser uno de los factores principales ante un agravamiento de un cuadro de depresión o ansiedad y pueden causar trastorno de pánico.

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Disfunción eréctil -

La capacidad de conseguir y mantener una erección depende de factores físicos y también psicológicos. El estrés puede ser uno de los principales culpables de la disfunción eréctil.

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Dolor -

El estrés incluso puede interferir con los niveles de dolor. Puede exagerar los niveles de estímulos de nuestro cuerpo y exacerbar la percepción del dolor.

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Demasiadas visitas al servicio -

Cuando nos estresamos, el cuerpo está en un estado continuo de nerviosismo. Por lo tanto, las constantes visitas al servicio podrían ser una consecuencia.

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Propensos a enfermar -

El aumento del estrés puede tener un efecto perjudicial en la cantidad de glóbulos blancos, que son imprescindibles para luchar contra las enfermedades.

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Sofocos -

El estrés crónico puede aumentar los sudores en general y resulta mucho más evidente todavía en mujeres que están atravesando la menopausia.

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Nudos en la garganta -

Las personas que padecen estrés pueden sentir un nudo en la garganta. En realidad, no hay nada ahí, pero el estrés a veces hace que los músculos de la garganta se contraigan provocando esa sensación.

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Cáncer -

El estrés también afecta a las células. Por lo tanto, puede hacer que un tumor maligno crezca.

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Tinnitus -

A menudo, el tinnitus se debe a la exposición a música muy alta. Sin embargo, también puede surgir o agravarse debido al estrés.

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Genética -

El estrés tiene la capacidad de cambiar nuestro código genético. Por muy confuso que suene, consigue activar genes y alterar el crecimiento celular.

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Encogimiento del cerebro -

Parece ciencia ficción, pero es un hecho, desafortunadamente. El estrés crónico puede disminuir tanto el peso como el volumen del cerebro.

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Concepción -

La sensación de estrés puede dificultar el proceso de buscar un bebé. Puede afectar a la fertilidad del hombre y de la mujer.

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Manos temblorosas -

Nuestro cuerpo no distingue entre una amenaza causada por un peligro real y los efectos adversos del estrés. Por lo tanto, puede hacer que te tiemblen las manos.

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Malas elecciones de comida -

La falta de serotonina puede crearnos ansias de comida basura. Después de comer, experimentamos sensación de alivio temporal, pero no dura mucho.

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Discapacidad -

El estrés pone a nuestra mente y nuestro cuerpo bajo una presión constante y, como consecuencia, nos hace más susceptibles de sufrir una discapacidad.

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Muerte prematura -

Los niveles altos, o incluso moderados, de estrés pueden aumentar nuestra probabilidad de fallecer prematuramente en un 50 %.

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