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Bajo valor nutricional - La mayoría de la comida basura está repleta de carbohidratos simples, grasas y sodio. Normalmente, contiene pocos nutrientes.

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Obesidad - La comida basura normalmente es alta en calorías y muy adictiva. Consumir más calorías de las que necesita tu cuerpo, provocará obesidad.

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Obesidad - La obesidad está relacionada con muchos problemas de salud, como dolencias del sistema respiratorio.

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Respiración - Puede provocar dificultad para respirar e incluso el desarrollo de enfermedades respiratorias.

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Sistema respiratorio - Un estudio descubrió que los niños que consumen comida rápida al menos tres veces por semana son más propensos a desarrollar asma, rinoconjuntivitis y eccemas graves.

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Consistencia y textura - Debido a la consistencia de la comida rápida, pasamos menos tiempo masticando y, como consecuencia, comemos más rápido.

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Hambre - No solo comerás más rápido, también comerás más, ya que tu cerebro no tiene tiempo suficiente para liberar leptina, la hormona que detecta que estamos satisfechos.

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Impacto en el sistema digestivo y cardiovascular - La comida rápida está repleta de azúcares. En presencia de estos carbohidratos simples, nuestro cuerpo libera insulina para controlar el pico de glucosa en el cuerpo.

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Impacto en los sistemas digestivos y cardiovasculares - El problema es que si haces esto a menudo, es más probable que desarrolles resistencia a la insulina y diabetes de tipo 2.

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Salud mental - El consumo de comida basura afecta a nuestro bienestar mental, además del físico.

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Salud mental -

Un estudio ha concluido que la comida rápida y otros alimentos procesados pueden incrementar el riesgo de depresión.

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Nos hace sentir perezosos y aletargados - Las grasas y los carbohidratos son una perfecta combinación para que nos entren ganas de echar una cabezadita, en lugar de ser productivos y mantenernos activos.

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También puede volvernos hiperactivos - Un estudio descubrió que los colorantes alimentarios artificiales pueden aumentar la hiperactividad en niños.

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Memoria y función cognitiva - La comida basura puede afectarnos en este respecto debido a que nos sentimos más cansados, algo provocado a su vez por el escaso valor nutricional de la comida.

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Exceso de sodio - El sodio hace que la comida sepa mejor y es un mineral importante, pero si ingerimos demasiado, nos sentiremos hinchados.

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Exceso de sodio - Sin embargo, la retención de líquidos no es la única consecuencia del consumo excesivo de sodio. Puede elevar la presión sanguínea y, consecuentemente, poner nuestro sistema cardiovascular en una situación de estrés.

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Exceso de sodio - Además, el exceso de sodio puede aumentar el riesgo de desarrollar piedras en el riñón y enfermedades renales.

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Colorante alimentario -

El color caramelo de las sodas está relacionado con el cáncer, así que no te preocupes solo por los alimentos sólidos.

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Huesos frágiles -

El consumo de comida basura puede llevar a una pérdida de densidad ósea, debido a los altos niveles de sodio de estos alimentos.

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Inflamación -

Los ftalatos, componentes químicos encontrados mayoritariamente en el plástico y en los envoltorios de los alimentos, incrementan los niveles de inflamación del cuerpo. Esto puede provocar varios problemas de salud.

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Sistema reproductivo - Los ftalatos también pueden afectar a la forma en la que funcionan nuestras hormonas y afectar a nuestra fertilidad.

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Fibra dietética - La comida basura carece de fibra dietética. Esto significa que, si comes mucha, afectará a tu sistema digestivo y podrías padecer estreñimiento.

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Cáncer -

La carne cocinada a ciertas temperaturas altas produce aminas heterocíclicas. Estos componentes pueden incrementar el riesgo de desarrollar cáncer, según un estudio.

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Dientes - La naturaleza ácida de muchas comidas basura, como las sodas, pueden dañar el esmalte y provocar caries.

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Piel - El pico de azúcar que nos provoca la comida basura puede detonar varias respuestas inflamatorias, como el acné y los eccemas.

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Grasas trans - Las grasas trans artificiales están presentes en muchas comidas basura.

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Grasas trans - El consumo de grasas trans puede incrementar los niveles de colesterol malo y disminuir los de colesterol bueno.

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Grasas trans -

Pero ¡hay más! También aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y cardiopatías.

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