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Primer restaurante - La primera red de comida rápida moderna se llamaba White Castle y se abrió en los Estados Unidos, en 1921. La cadena vendía hamburguesas, perritos calientes y huevos.

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Masticar - Tardamos menos en masticar este tipo de comida y, como consecuencia, tarda menos en llegar al estómago. El cuerpo no se queda saciado y acabamos queriendo más.

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Comida rápida - En muchas ocasiones, el cuerpo no reconoce cuando está saciado y seguimos consumiendo solo porque la comida rápida tarda en dar la señal de «estoy lleno».

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Colores que llaman la atención - Los colores utilizados por las cadenas de comida rápida son normalmente el rojo y el amarillo porque son vivos y atractivos. Es una forma de captar la atención del consumidor y hacer que entre en estos restaurantes.

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Hamburguesas congeladas - Las hamburguesas se preparan en grandes fábricas y, posteriormente, se congelan. Es una táctica para servir la comida de forma más rápida.

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Marcas de la carne - Además, muchas veces, las marcas que vemos en las hamburguesas son artificiales. Se crean con aromas de humo para que dé la sensación de que se acaban de hacer a la parrilla.

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Curiosidad - En el pasado, las ostras fueron uno de los primeros alimentos que se comercializaron como comida rápida en los Estados Unidos.

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Ensaladas - Las ensaladas que ofrecen las cadenas de comida rápida pueden no ser la mejor opción porque contienen muchos adictivos y pueden tener muchísimas calorías.

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Comida igual - No importa si es picaña, carne de cerdo, pollo o vaca porque la comida de estos restaurantes tiene casi el mismo sabor. Las empresas intentan que eso sea así para agradar al mayor número de personas posible.

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Huevos -

Los huevos de las cadenas de comida rápida no son iguales a los que compramos en los supermercados. Tienen una composición diferente y contienen glicerol y un adictivo alimenticio.

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Horario - El mejor horario para comer en un restaurante de comida rápida es entre las 12 h y las 13 h y entre las 19 h y las 20 h porque la comida está más fresca.

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Olor - El olor de la comida también es una forma de hacer que consumamos. Optan por mantener la puerta abierta para captar más clientes por el olfato.

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Comer con las manos - En casi ningún restaurante de comida rápida existen los cubiertos, y no es casualidad. Hay quien dice que comer con las manos da más placer que comer con cubiertos. A las cadenas de comida rápida no se les escapa nada.

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Patatas fritas - Uno de los alimentos más tentadores. En realidad, las patatas fritas están compuestas por 19 ingredientes, contando intensificadores de sabor, adictivos y otros químicos.

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¿Bacterias en las máquinas? - Las máquinas de refrescos casi nunca se limpian, debido a la complejidad de esa tarea.

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Batidos - Los batidos de leche servidos en los restaurantes de comida rápida, llevan dos veces más azúcar que la dosis recomendada. Por esa razón, a mucha gente le encanta este tipo de dulce.

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Cuidado con el café - La composición del café también está alterada. Algunos de estos restaurantes le añaden una sustancia química que actúa en el sistema nervioso y puede llegar a causar depresión.

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Ofertas - Una forma de conseguir que el cliente consuma productos de comida rápida son las ofertas. Muchas veces, la gente opta por consumir menús completos o alimentos extra.

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Comida para llevar - Si optas por comida para llevar, recuerda que perderá el sabor en unos cinco minutos porque esa comida está preparada para consumo inmediato.

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¿Comida saludable? - Las opciones de comida saludable como ensaladas, sopas o carnes de ave son una forma de intentar persuadir a los clientes más reacios.

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Más calorías - La comida rápida tiene ahora más calorías que en el pasado debido a la variedad de productos y la adición de algunos químicos y azúcares extra.

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Regalos infantiles - Claro que los regalos de los menús infantiles tienen un propósito. Estas cadenas de comida rápida utilizan esto como forma de publicidad y para captar la atención y el interés de los niños.

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Hamburguesas instantáneas - Las hamburguesas de los restaurantes de comida rápida tardan solo entre 30 segundos y un minuto en hacerse porque ya están aderezadas y congeladas.

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Patatas sin sal - Para no perder tiempo, muchos de estos restaurantes acaban por no renovar los productos y no están frescos. Una buena opción es pedir patatas sin sal porque así prepararán unas exclusivas para ti.

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Sobras - Muchas cadenas de comida rápida no tiran a la basura las sobras, sino que las aprovechan para servirlas de nuevo a los clientes.

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Hamburguesas de vaca - La carne procesada de las hamburguesas puede contener varios trozos de carne de vaca en una solo porción. ¿Te imaginas cuántas vacas han muerto para servir una sola hamburguesa?

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Pollo - La pechuga de pollo a la plancha es una opción saludable, pero muchas veces se untan en mantequilla para evitar que se pegue.

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Dependencia - Algunas sustancias presentes en la comida rápida puede hacer que los clientes consuman más. Los químicos y el azúcar pueden ser los mayores responsables.

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Residuos químicos - Al final, la cocina y las planchas se limpian con productos químicos superconcentrados. Los primeros clientes de la mañana pueden recibir estos productos mezclados en su comida o bebida.

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