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Seguros de su identidad
- Sin hermanos con los que compararse, los hijos únicos desarrollan una identidad fuerte desde muy pequeños.
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Ingeniosos
- Cuando sus padres están ocupados, los hijos únicos se entretienen solos montándose películas, arreglando juguetes rotos o cocinando cosas sencillas. Esto les hace desarrollar el ingenio, algo muy útil en la adultez.
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Buenos conversadores
- Se les da bien hablar con los padres de otros niños porque crecen charlando todo el tiempo con adultos.
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Malos perdedores
- Son más propensos a tomarse las cosas a pecho y a dejarse llevar por las emociones.
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Saben estar solos
- Los hijos únicos pueden evitar relacionarse con otras personas, ya que crecen acostumbrados a estar solos.
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Amistades profundas
- Sin hermanos con los que compartir sus altibajos, los hijos únicos suelen tener amistades muy profundas y significativas, estableciendo vínculos que pueden llegar a ser tan fuertes como los familiares.
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6 / 31 Fotos
Son sus propios abogados
- Son capaces de ganar cualquier discusión, ya que pasan toda su infancia teniendo que abogar por sí mismos frente a sus padres.
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Más independientes
- A los hijos únicos no les suele gustar recibir órdenes, ya que suelen interpretarlas como que sus padres no confían en su buen juicio o en sus capacidades.
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8 / 31 Fotos
Van por libre - Los hijos únicos suelen marcharse sin tan siquiera decir a dónde van.
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9 / 31 Fotos
Como ellos quieren
- Los hijos únicos están acostumbrados a salirse con la suya.
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10 / 31 Fotos
Dueños indiscutibles del baño
- Los hijos únicos disfrutan de duchas de 45 minutos y de largos baños, ya que saben que no tienen que soportar las quejas de ningún hermano.
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Nada de compartir
- Nunca le pidas a un hijo único que te dé una patata frita. ¡Cómo osas!
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Extrovertidos o introvertidos
- Los hijos únicos son los más ruidosos del grupo o los más tranquilos.
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13 / 31 Fotos
Buena relación con los padres
- Los hijos únicos suelen tener una mejor relación con sus padres, tanto en la infancia como en la adultez.
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14 / 31 Fotos
Aprobación y validación - Los hijos únicos suelen buscar la aprobación y la validación de las figuras autoritarias.
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15 / 31 Fotos
Sin prisa por comer
- Los hijos únicos suelen comer con tranquilidad porque saben que nadie les robará del plato.
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16 / 31 Fotos
Independientes
- Suelen ser más independientes y seguros de sí mismos. También se sienten cómodos tomando decisiones solos.
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17 / 31 Fotos
Dulces de Halloween
- También dejan los dulces de Halloween al alcance de cualquiera. ¿Qué peligro hay?
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18 / 31 Fotos
Percepción del espacio personal
- Los hijos únicos no tienen la misma noción del espacio personal que quienes crecen con hermanos. Pueden acaparar los cajones, los armarios, etc.
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19 / 31 Fotos
Tiempo a solas
- Tiempo a solas y espacio personal: ¡dos cosas innegociables para los hijos únicos!
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Manitas
- Los hijos únicos suelen ser autosuficientes y capaces de hacer el trabajo de dos o tres personas ellos solos. Mover muebles, arreglar electrodomésticos... Crecer sin hermanos les enseña a ser más resolutivos.
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¿Me estás escuchando?
- Hablan consigo mismos... Mucho.
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Exigentes
- Ser el único centro de atención de los padres a menudo se traduce en tener unas expectativas muy altas. Muchos hijos únicos crecen sintiéndose obligados a triunfar o destacar.
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Nada de conflictos - Al crecer sin hermanos con los que pelearse, los hijos únicos suelen evitar la confrontación.
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Malos peleando
- Asimismo, no son muy buenos peleando.
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¡Que coman tarta!
- Si cortas una tarta en dos, a los hijos únicos les cuesta más distinguir qué mitad es más grande.
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Dinámica de grupo
- Los hijos únicos pueden tener dificultades a la hora de adaptarse a las dinámicas de grupo.
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27 / 31 Fotos
Sensibles a las burlas y las críticas
- Al crecer sin hermanos que les tomasen el pelo, los hijos únicos pueden ser más sensibles a las burlas y las críticas.
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Nada de pagar justos por pecadores
- Los hijos únicos pueden perder los papeles cuando se ven afectados por un castigo grupal, ya que suelen valorar la justicia y la responsabilidad individual. Cuando pagan por el error de otro, se frustran sobremanera.
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Malos negociadores
- A los hijos únicos se les suele dar mal negociar. Están acostumbrados a saber lo que quieren y a no tener que ceder ante nadie. ¡No saben lo que es tener que llegar a un acuerdo con un hermano para poder escoger el canal de televisión! Fuentes: (Lifebulb) (Reddit) (Yahoo) (BuzzFeed) (Research Addict) No te pierdas: Hermanos: cómo el orden de nacimiento puede influir en tu personalidad
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Seguros de su identidad
- Sin hermanos con los que compararse, los hijos únicos desarrollan una identidad fuerte desde muy pequeños.
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Ingeniosos
- Cuando sus padres están ocupados, los hijos únicos se entretienen solos montándose películas, arreglando juguetes rotos o cocinando cosas sencillas. Esto les hace desarrollar el ingenio, algo muy útil en la adultez.
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Buenos conversadores
- Se les da bien hablar con los padres de otros niños porque crecen charlando todo el tiempo con adultos.
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Malos perdedores
- Son más propensos a tomarse las cosas a pecho y a dejarse llevar por las emociones.
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Saben estar solos
- Los hijos únicos pueden evitar relacionarse con otras personas, ya que crecen acostumbrados a estar solos.
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Amistades profundas
- Sin hermanos con los que compartir sus altibajos, los hijos únicos suelen tener amistades muy profundas y significativas, estableciendo vínculos que pueden llegar a ser tan fuertes como los familiares.
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Son sus propios abogados
- Son capaces de ganar cualquier discusión, ya que pasan toda su infancia teniendo que abogar por sí mismos frente a sus padres.
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Más independientes
- A los hijos únicos no les suele gustar recibir órdenes, ya que suelen interpretarlas como que sus padres no confían en su buen juicio o en sus capacidades.
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Van por libre - Los hijos únicos suelen marcharse sin tan siquiera decir a dónde van.
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Como ellos quieren
- Los hijos únicos están acostumbrados a salirse con la suya.
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Dueños indiscutibles del baño
- Los hijos únicos disfrutan de duchas de 45 minutos y de largos baños, ya que saben que no tienen que soportar las quejas de ningún hermano.
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Nada de compartir
- Nunca le pidas a un hijo único que te dé una patata frita. ¡Cómo osas!
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Extrovertidos o introvertidos
- Los hijos únicos son los más ruidosos del grupo o los más tranquilos.
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Buena relación con los padres
- Los hijos únicos suelen tener una mejor relación con sus padres, tanto en la infancia como en la adultez.
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Aprobación y validación - Los hijos únicos suelen buscar la aprobación y la validación de las figuras autoritarias.
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Sin prisa por comer
- Los hijos únicos suelen comer con tranquilidad porque saben que nadie les robará del plato.
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Independientes
- Suelen ser más independientes y seguros de sí mismos. También se sienten cómodos tomando decisiones solos.
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Dulces de Halloween
- También dejan los dulces de Halloween al alcance de cualquiera. ¿Qué peligro hay?
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Percepción del espacio personal
- Los hijos únicos no tienen la misma noción del espacio personal que quienes crecen con hermanos. Pueden acaparar los cajones, los armarios, etc.
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Tiempo a solas
- Tiempo a solas y espacio personal: ¡dos cosas innegociables para los hijos únicos!
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Manitas
- Los hijos únicos suelen ser autosuficientes y capaces de hacer el trabajo de dos o tres personas ellos solos. Mover muebles, arreglar electrodomésticos... Crecer sin hermanos les enseña a ser más resolutivos.
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¿Me estás escuchando?
- Hablan consigo mismos... Mucho.
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Exigentes
- Ser el único centro de atención de los padres a menudo se traduce en tener unas expectativas muy altas. Muchos hijos únicos crecen sintiéndose obligados a triunfar o destacar.
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Nada de conflictos - Al crecer sin hermanos con los que pelearse, los hijos únicos suelen evitar la confrontación.
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Malos peleando
- Asimismo, no son muy buenos peleando.
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¡Que coman tarta!
- Si cortas una tarta en dos, a los hijos únicos les cuesta más distinguir qué mitad es más grande.
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Dinámica de grupo
- Los hijos únicos pueden tener dificultades a la hora de adaptarse a las dinámicas de grupo.
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Sensibles a las burlas y las críticas
- Al crecer sin hermanos que les tomasen el pelo, los hijos únicos pueden ser más sensibles a las burlas y las críticas.
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Nada de pagar justos por pecadores
- Los hijos únicos pueden perder los papeles cuando se ven afectados por un castigo grupal, ya que suelen valorar la justicia y la responsabilidad individual. Cuando pagan por el error de otro, se frustran sobremanera.
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Malos negociadores
- A los hijos únicos se les suele dar mal negociar. Están acostumbrados a saber lo que quieren y a no tener que ceder ante nadie. ¡No saben lo que es tener que llegar a un acuerdo con un hermano para poder escoger el canal de televisión! Fuentes: (Lifebulb) (Reddit) (Yahoo) (BuzzFeed) (Research Addict) No te pierdas: Hermanos: cómo el orden de nacimiento puede influir en tu personalidad
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La fascinante personalidad de los hijos únicos: ¿te identificas?
Estos son los rasgos comunes de quienes crecen sin hermanos
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La teoría del "síndrome del hijo único" sugiere que los niños que crecen sin hermanos pueden ser unos consentidos, carecer de ciertas habilidades sociales y ser solitarios o egoístas. Este estereotipo se fraguó gracias a una encuesta realizada en el siglo XIX por E. W. Bohannon a la que la mayoría de participantes respondieron que los hijos únicos estaban demasiado mimados. Esta idea perduró en la psicología popular hasta la encuesta de 1986 de Toni Folbo, quien no encontró diferencias significativas entre los hijos únicos y aquellos con hermanos, excepto que los primeros presentaban un mayor vínculo con sus padres (un hallazgo posteriormente respaldado por un estudio de 2018). Sin embargo, internet está plagado de opiniones que sostienen que los hijos únicos presentan unas características que los distinguen de quienes crecieron con hermanos. Aquí hemos hecho una compilación de las 30 formas más comunes de detectarlos. ¡Haz clic para ver si te sientes identificado!
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