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Entiende el porqué - Aunque lo que estés haciendo o cómo lo estés haciendo sea importante, el porqué o el propósito suele ser el factor más determinante de todos. Ten claro qué es lo que te impulsa para que cuando te fallen las fuerzas puedas volver a ponerte manos a la obra.

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Define tu objetivo - Definir cuál es tu objetivo es lo que marca la diferencia entre la teoría y la práctica.

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Ten una visión clara - El éxito es el resultado de una visión clara y convincente, pero para que esta funcione, tienes que creer en ella y sentir que resuena contigo.

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Traza un plan -

Una vez hayas definido tu objetivo, divide el plan en pasos pequeños y fáciles de dar. Saber cómo proceder te ayudará a saber siempre qué viene después y cómo tienes que hacerlo.

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Piensa en el objetivo final - Cuando necesites motivación, piensa en el objetivo final. ¿Qué estás haciendo para mejorar tu vida o ayudar a los demás? ¿Cómo pretendes destacar?

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Sé optimista - Los pensamientos positivos te ayudarán a realizar acciones positivas y a dar lo mejor de ti mismo. El optimismo es el motor que te impulsará hacia el éxito.

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Aborda las tareas de una manera diferente - Si te sientes estancado y desmotivado, intenta hacer las cosas de otra manera. Cuando encuentres una solución con una perspectiva diferente, darás con la ayuda y la energía necesarias para reencauzar tus esfuerzos.

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Organízate - Mantén tu espacio de trabajo limpio y ordenado. ¡El entorno juega un gran papel más importante de lo que piensas!

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No dejes que la procrastinación se apodere de ti - No pierdas el tiempo poniendo excusas o preocupándote por lo que aún no has empezado: simplemente ponte a ello. A veces la motivación surge con tal solo empezar aquello que has estado posponiendo.

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Ponte plazos - Ponte un límite de tiempo para empezar o acabar algo. Saber que un plazo se cierne sobre ti te motivará a hacer lo que te has propuesto.

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El que mucho abarca, poco aprieta - Cuando trabajes en algo, no repartas tu atención. Asegúrate de centrarte solo en la tarea que tienes entre manos.

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Cero distracciones - La motivación puede verse afectada cuando pasan muchas cosas a la vez. Intenta trabajar siempre en un entorno libre de distracciones.

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No te desvíes - Somos más productivos cuando estamos concentrados. Si ya has empezado una tarea, no pares hasta que la hayas terminado para no perder fuelle.

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¿Quién dijo que tenía que ser aburrido? - Hacer que una tarea, un recado, etc. sea algo divertido hará que te sientas más motivado. Si disfrutas haciéndolo, no te costará ponerte manos a la obra.

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Saca provecho del optimismo -

¡Cree en ti mismo! El optimismo puede ser un gran aliado a la hora de motivarte tanto a ti como a los otros. Además, suele ser algo que está en nuestro poder, así que no dudes en sacarle partido.

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Haz un seguimiento de tu progreso -

Hacer un seguimiento de tu progreso te ayudará a visualizar lo lejos que has llegado y te dará la fuerza que necesitas para seguir. Repasa tus logros con regularidad para mejorar tu autoestima y sentirte realizado.

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Visualízate triunfando - Imaginarte triunfando puede ayudarte a crear un mapa mental que te guíe hacia tu objetivo de manera realista y motivadora. Esta práctica también mejorará tu concentración y compromiso para con tus tareas.

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Practica la gratitud - Expresar gratitud todos los días puede cambiarte la mentalidad, ya que dejarás de pensar en lo que no tienes y pasarás a centrarte en lo que ya has conseguido. Esta mentalidad positiva mejora la resiliencia y te ayuda a mantenerte motivado incluso cuando las cosas se ponen feas.

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Cambia tu entorno - Cambiar de entorno puede ofrecerte una nueva perspectiva y potenciar tu creatividad, fomentando el entusiasmo. Un espacio inspirador y bien organizado puede minimizar las distracciones y mejorar la productividad.

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Rodéate de positividad - Rodearte de personas positivas que te levanten el ánimo y te recuerden que puedes con todo es crucial para no perder la motivación. Su apoyo te ayudará a creer en ti mismo y en tus objetivos.

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Trátate bien -

Reemplazar los pensamientos negativos por afirmaciones positivas puede ayudarte a mejorar tu autoestima y a cambiar tu mentalidad para redirigirla hacia el éxito. Tratarte bien a ti mismo también hará que seas más optimista y te servirá para afrontar los retos con confianza.

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Haz actividades que te motiven -

Hacer actividades que te hagan feliz puede mejorar tu estado de ánimo y tus niveles de energía, haciendo que te sientas más motivado. Esto se debe a que actúan como un resteo mental que te ayuda a abordar tus objetivos con la mente fresca.

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Busca apoyo - Rodéate de personas que te apoyen y que te ayuden a no desviarte de tu camino. De esa forma podrás ver las cosas desde otras perspectivas y te sentirás más motivado.

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Celebra tus victorias - Por muy grandes o pequeñas que sean, es importante que saques tiempo para celebrar tus victorias. Reconocer tu éxito te subirá la moral y te animará a seguir trabajando en tus objetivos.

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Sigue aprendiendo y creciendo - Ampliar tus conocimientos y habilidades te agudizará la mente y hará que te sientas más motivado. El crecimiento personal y profesional puede dar pie a nuevas oportunidades y hacer que no pierdas el interés en tus objetivos.

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Crea un panel de visualización - Un panel de visualización te ayudará a juntar las piezas del puzle que son tus pensamientos, objetivos y aspiraciones. Ver tus sueños representados de una forma tan visual hará que te sientas más motivado para hacerlos realidad.

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Busca referentes - La representación es importante, por lo que buscar referentes que ya hayan pasado por lo mismo que tú te hará ver que tus sueños no son inalcanzables.

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Lee citas y libros motivadores - Leer puede prender la chispa de la motivación a lo grande. Encuentra o escribe citas que te emocionen y ponlas en notitas adhesivas por tu casa y tu espacio de trabajo para verlas con regularidad y recordar su importancia.

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Encuéntrale el sentido a tu trabajo -

Vincular tu trabajo con un propósito superior o un valor personal puede hacer que te sientas más motivado. Cuando le encuentres significado a lo que haces, te resultará más fácil comprometerte con tus tareas y sentirte entusiasmado por tu esfuerzo.

Fuentes: (Inc.) (Harvard Business Review) (BetterUp)

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