Microplásticos: ¿podremos librarnos de esta maldición? - Los microplásticos están por todas partes. Se han encontrado en los lugares más remotos: en animales marinos que viven en las fosas oceánicas más profundas, enterrados en el hielo marino de la Antártida y en el agua destinada al consumo humano en todo el mundo. Estos fragmentos se propagan por distintos medios, y ahora también se están encontrando dentro del cuerpo humano. A medida que la contaminación se hace inevitable, es hora de aprender y comprender plenamente los efectos de este contaminante tanto en el medio ambiente como en nuestra salud física.

Haz clic en la siguiente galería para descubrir la sucia verdad sobre la contaminación por microplásticos.

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Pequeños fragmentos de plástico -

Un estudio recién publicado ha descubierto que el agua embotellada contiene cientos de miles de "nanoplásticos". Estos diminutos fragmentos tienen un tamaño de apenas 100 nanómetros (o menos).

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Nanoplásticos -

Los nanoplásticos están muy presentes en las aguas urbanas. Tienen características distintas a las de los microplásticos y, debido a su tamaño, es aún más difícil analizarlos.

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Botellas de agua -

Una botella de agua de plástico de litro contiene casi un cuarto de millón de fragmentos de nanoplástico, según investigadores de Columbia y Rutgers (EE.UU.).

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Investigación -

Los investigadores descubrieron que gran parte del consumo procedía de la propia botella de agua, y se desconoce si esto supone un grave riesgo para la salud pública.

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Descubrimientos de la OMS -

En 2019, la Organización Mundial de la Salud concluyó que no había pruebas suficientes para demostrar que el consumo o la inhalación de microplásticos supongan un riesgo.

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Descubrimientos de la OMS -

No obstante, advirtieron que las partículas que miden menos de 10 micrómetros tienen más probabilidades de ser absorbidas biológicamente, e hicieron un llamamiento para reducir la contaminación por plásticos.

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Microplásticos en la comida -

Pero nuestra exposición a los microplásticos no se limita al agua que bebemos. También se esparcen por las tierras de cultivo y acaban en los alimentos que comemos.

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Microplásticos en tierras de cultivo -

En un análisis de 2022, se descubrió que los residuos de alcantarillado utilizados para fertilizar los cultivos han contaminado casi 20 millones de acres de tierras de cultivo estadounidenses.

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Alcantarillado -

También se ha demostrado que los "productos químicos perennes", también conocidos como PFA (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), y los microplásticos presentes en las aguas residuales contaminan cada año las tierras de cultivo europeas.

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Plástico en cada bocado -

Nos demos cuenta o no, cada bocado que damos puede contener microplásticos. Los plásticos parecen acumularse más en las raíces de las verduras, por lo que las zanahorias, los rábanos y los nabos pueden contener mayores cantidades que, por ejemplo, las verduras de hoja verde.

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Microplásticos en los pulmones -

En 2022, los científicos descubrieron por primera vez micropartículas en el interior de pulmones y sangre humanos. El descubrimiento puso de relieve la urgencia de encontrar alternativas al plástico.

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Órganos humanos -

Se han encontrado microplásticos en órganos humanos como el bazo, el riñón y el hígado.

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Productos de consumo -

El origen de los microplásticos que se encuentran en el cuerpo humano varía, pero los productos de consumo, incluidas las botellas de plástico, las fibras textiles (sobre todo en poliéster) y los envases de alimentos que se encuentran en el océano, el aire, el marisco e incluso la sal son las fuentes más probables.

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Consumo -

Se cree que, de media, los estadounidenses consumen unas 126 partículas de microplásticos e inhalan 132 partículas de microplásticos al día. Aunque la mayoría pasan a través del intestino y abandonan el cuerpo, otras permanecen en pequeñas cantidades y se acumulan.

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Degradación de los microplásticos -

Los microplásticos están hechos de compuestos tóxicos y nocivos como plastificantes, estabilizantes, cargas y lubricantes que no se degradan en décadas.

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Degradación de los microplásticos -

Se están llevando a cabo numerosas investigaciones para determinar cuáles serán los efectos a largo plazo de estos microplásticos en el cuerpo, dada su lenta degradación.

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BPA -

El BPA, una sustancia química habitual en el plástico, es un conocido disruptor endocrino (del sistema hormonal), y muchas empresas producen ahora plástico sin BPA. Pero no es la única sustancia problemática.

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Carcinógeno -

Muchas otras sustancias químicas presentes en los plásticos también son disruptores endocrinos y carcinógenos. Enfermedades crónicas como las cardiopatías y la diabetes están relacionadas con la liberación de estas sustancias químicas.

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Alimentos ultraprocesados -

Los microplásticos se desprenden de trozos de plástico más grandes y acaban en los alimentos a través del proceso de producción y almacenamiento. Cuanto más procesados estén los alimentos, mayor cantidad de microplásticos contienen.

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Plásticos PET -

Las botellas de agua que contienen plásticos PET (tereftalato de polietileno) se han convertido en algo habitual, sin embargo, las partículas de plástico se filtran en la bebida que contienen y pueden acabar en tu sangre.

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¿Inevitable? -

Aunque hay medidas que podemos tomar como individuos para reducir nuestro consumo de microplásticos, es imposible evitarlo por completo.

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Empresas manufactureras -

Las empresas manufactureras producen millones de toneladas de microplásticos que acaban en las masas de agua que circulan por todo el mundo.

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Contaminación con plásticos -

El sol descompone los plásticos de mayor tamaño que se encuentran en los cuerpos de agua en plásticos más pequeños que pueden acabar en el agua potable.

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La verdad del reciclaje -

La mayor parte del plástico que se manda a reciclar no se recicla. Muchas de esas botellas y bolsas acaban en un vertedero.

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Uso excesivo de plástico -

Resulta asombrosa nuestra dependencia de los envases de plástico en la vida cotidiana. El envasado de alimentos, en particular, es innecesario: las frutas y verduras no tienen por qué estar cubiertas de envases de plástico, pero a menudo lo están.

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Regulación -

En EE.UU. se han producido en los últimos años recortes en la normativa y las políticas de protección del medio ambiente. Esto repercutirá en el futuro del consumo de microplásticos.

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Ropa -

Otra posible vía de absorción de microplásticos es la ropa. A menudo, la ropa más barata contiene niveles más altos de materiales sintéticos. Esto hace que las personas con menos ingresos corran un mayor riesgo de sufrir este tipo de contaminación.

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Plásticos biodegradables -

Los plásticos biodegradables pueden tardar años en desintegrarse. Normalmente, se descomponen en trozos más pequeños, en lugar de en componentes químicos. Este tipo de productos podría estar agravando el problema de los plásticos.

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Botellas de vidrio -

El vidrio está hecho de sílice, que tiene una mayor huella de carbono que los cartones de bebidas y las latas de aluminio. Aunque su tasa de reciclado es mayor, se trata de una cuestión compleja: la producción de vidrio puede provocar el deterioro de la tierra y la pérdida de biodiversidad.

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¿El futuro? -

Los investigadores se han fijado en las bacterias y hongos que se alimentan de plástico y pueden descomponer estos materiales. Se ha descubierto que una especie de larva de escarabajo devora el poliestireno. También se están estudiando tratamientos químicos y sistemas de filtración de agua que puedan eliminar los microplásticos.

Fuentes: (BBC Future) (The Science Survey) (National Geographic) (ScienceDirect)

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