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¿Qué es un vínculo anímico? -

Un vínculo anímico es una "conexión fuerte e inusual entre dos personas" que las une física, mental y espiritualmente.

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Una rareza -

Por muy raros que sean, es posible tener más de un vínculo anímico a lo largo de la vida. También se puede experimentar uno no correspondido si la otra persona no siente lo mismo.

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Diferentes categorías -

Los vínculos anímicos a veces se dividen en tipos o categorías. Uno de ellos es el de protección.

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Protección -

El vínculo anímico de protección ocurre cuando una persona atraviesa una situación vulnerable y otra la rescata. Este es particularmente fuerte y tarda en recuperarse si se rompe.

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Unión -

Otro ejemplo es el de unión. Este normalmente empieza como un sentimiento muy intenso, ya sea lujuria, dolor o incluso odio.

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Cómo romperlo -

Este tipo de vínculo anímico tiende a darse entre quienes se están conociendo y las personas pueden romperlo hablando en detalle de la conexión que hay entre ellas.

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Vínculo anímico vs. alma gemela -

Los vínculos anímicos no son lo mismo que las almas gemelas en el sentido de que no se basan en la mutualidad. Las almas gemelas tienen que querer que la relación funcione, mientras que los vínculos anímicos no necesariamente dependen de ese deseo.

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Es muy intenso -

De hecho, las almas gemelas suelen disfrutar de relaciones largas y fructíferas, mientras que los vínculos anímicos tienen más probabilidades de acabar en una relación muy intensa.

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Perspectiva -

Si tienes un vínculo anímico con alguien, no quiere decir que estés condenado/a. Estas conexiones forman parte de la vida y no necesariamente son buenas o malas.

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Señales de que el vínculo es tóxico -

Dicho esto, algunos vínculos anímicos pueden ir por el mal camino y volverse tóxicos. A continuación te dejamos una lista de las diferentes señales que lo indican.

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Obsesión -

Puede que tengas un vínculo anímico tóxico si descubres que eres incapaz de dejar de pensar en la otra persona por mucho que lo intentes.

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Sentirse utilizado/a -

También puede que te sientas utilizado/a cuando estás con esa persona, aunque no te des cuenta cuando estás con ella.

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Dificultad para expresarse -

Puede que no consigas expresarte del todo con esa persona, aunque la consideres un buen amigo/a.

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Un deseo injustificado de mantener la relación -

También es habitual sentir un fuerte deseo de mantener la relación aunque sepas desde hace tiempo que no te aporta nada.

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Sentimientos negativos - Esta conexión anímica puede dar pie a sentimientos negativos como el enfado o los celos entre ambas personas.

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Fantasear -

También puede que empieces a fantasear con la otra persona, aunque no sea exactamente tu tipo.

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Senrtirse perdido/a -

Podrías sentirte perdido en la relación o incluso dejar a un lado a tus amigos o familiares para estar con esa persona.

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Sobrepriorizar -

Otro comportamiento habitual entre quienes tienen vínculos anímicos tóxicos es dejar a un lado sus valores o deseos para priorizar los de la otra persona.

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Sentirse inadecuado/a -

Por último, los vínculos anímicos tóxicos pueden hacer que nunca sientas que eres lo suficientemente bueno/a para la otra persona.

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Cómo romper un vínculo anímico tóxico -

Si tienes un vínculo anímico tóxico, no temas. Existen varios pasos que puedes dar para librarte de él y seguir con tu vida.

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Reconócelo -

El primer paso para romper el vínculo es reconocer que existe. De lo contrario, no conseguirás librarte de él.

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Reconócelo -

Dedícale algún tiempo a analizar la relación y asegúrate de que la persona a la que te sientes unida también es consciente de su existencia.

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Devuélvele sus pertenencias -

El siguiente paso es librarte de cualquier objeto que pertenezca a la otra persona. Devuélvele todas sus cosas y bórrala de las redes sociales.

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Escribe un diario -

Lo siguiente que deberías hacer es analizar tus sentimientos con un diario. Escribe todo lo que piensas y sientes por esa persona.

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Escribe un diario -

Escribir un diario es una gran forma de plasmar todos tus sentimientos acerca de la relación y así poder pasar página.

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Perdona -

Otro paso importante es saber perdonarte a ti mismo y a la otra persona por los errores que hayáis cometido en la relación.

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Corta el lazo -

Una vez lo hayas hecho, toma la decisión consciente de romper el vínculo y de echar a la otra persona de tu vida.

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Corta el lazo -

Puede que te ayude visualizarte cortando el lazo que os une a los dos o romper verbalmente los votos que os podáis haber hecho el uno al otro.

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Busca ayuda profesional -

Si a pesar de hacer todas estas cosas sigues sintiéndote unido a esa persona, no tengas miedo de ir al psicólogo.

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Busca ayuda profesional -

Lidiar con las rupturas y las relaciones tóxicas puede ser muy difícil, por lo que no hay nada de malo en pedir ayuda.

Fuentes: (wikiHow) (StyleCraze)

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