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Es una persona egoísta -

Ser un poco egoísta es natural, sobre todo cuando estás soltero. Pero eso no funciona en una relación romántica.

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No te presenta a sus seres queridos -

A medida que la relación progresa, tu pareja debería invitarte a conocer su círculo más cercano. Si no lo hace, puede que esté ocultado algo o que simplemente no le importes tanto como deberías.

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No suele estar disponible -

Se supone que tu pareja debería querer pasar tiempo contigo. Si tiene la costumbre de dejarte colgado, no se disculpa y no tiene intención de cambiar, entonces lo mejor es que cada uno siga su camino.

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No valora tus opiniones -

En una relación sana, ambas partes deberían poder intercambiar opiniones de forma segura. Un claro motivo de ruptura es que a tu pareja no le importe lo más mínimo lo que creas o sientas.

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No puedes contar con él/ella -

Si tu pareja siempre llega tarde a todos los sitios o tiene la costumbre de dejarte colgado, acabarás por no poder contar con ella.

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Es materialista -

A las personas materialistas les gusta ser el centro de atención y se pirran por tener un cierto estatus, ropa de diseño y cosas caras. En una relación, sin embargo, necesitas a alguien a quien le importes más que todo esto.

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Se enfada a la mínima -

La gente con la mecha muy corta explota y grita, llegando a insultar o a golpear cosas. Si tu pareja es así, es mejor que sigas tu camino.

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Quiere alargar la relación casual o a distancia indefinidamente -

Si tienes una relación a distancia o sin compromiso y aspiras a algo más profundo, no dejes que la situación se alargue.

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No sentís atracción física el uno por el otro -

Tanto si conoces a alguien en un bar como a través de una app de citas, la atracción inicial a menudo se basa solo en el físico. Al fin y al cabo, siempre se necesita un punto de partida.

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Tiene una postura diferente respecto a los hijos -

Aunque a veces es normal ceder ante los deseos del otro, la decisión de ser padre o madre no es algo que se pueda negociar. Si vuestra postura sobre esto es diferente, puede que la relación no tenga futuro.

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Tienes que sacrificar tu trabajo para estar con él/ella -

Nunca deberías tener que sacrificar tus aspiraciones profesionales por una relación (a menos que así lo desees). Lo mismo se aplica a si tu pareja espera que te mudes con ella.

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No seguís la misma religión -

Aunque hay muchas relaciones que prosperan a pesar de las diferencias religiosas, para algunas personas puede ser motivo más que suficiente para romper. Por lo tanto, es mejor que seas honesto con tu pareja respecto a tus creencias.

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No es responsable con el dinero -

Es normal tener diferentes ahorros y hábitos de consumo, pero que tu pareja sea irresponsable con el dinero puede traeros problemas en el futuro.

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Es maleducado/a -

Si tu pareja es maleducada, te tocará vivir momentos incómodos y vergonzosos que harán que la relación se resienta. ¿De verdad quieres eso?

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No tiene ambición -

Si eres una persona ambiciosa, estar con alguien que no lo sea te sacará de tus casillas. No puedes cambiar a alguien que no tiene aspiraciones, sobre todo si siempre ha sido así.

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No tenéis los mismos valores ideológicos -

Al igual que la religión, la política puede poner a una relación contra las cuerdas, sobre todo si tenéis valores radicalmente opuestos.

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No eres su prioridad -

Aunque tu pareja tenga sus propios compromisos, debería esforzarse por demostrarte que le importas.

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Es supernegativo/a -

Que tu pareja siempre se esté dejando llevar por la negatividad puede afectar a tu estado de ánimo y volverse tóxico.

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No se interesa por tu vida -

Si tu pareja no te apoya o se interesa genuinamente por las cosas que te apasionan, algo no anda bien.

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Tiene varias infidelidades a las espaldas -

Que tu pareja te engañe significa que tiene otros intereses que claramente no te incluyen. ¡Pasa página!

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No tiene sentido del humor -

Si tu pareja no tiene sentido del humor y no sabe reírse de sí misma de vez en cuando, la relación acabará resintiéndose.

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No puedes ser tú mismo con él/ella -

Si finges interés, no puedes dar tu opinión y siempre te censuras cuando estás con tu pareja, entonces es momento de buscar a alguien con quien sí puedas ser tú mismo.

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Es dependiente -

A todos nos gusta sentirnos queridos y deseados, pero si tu pareja es excesivamente dependiente, te dejará sin energía.

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Te maltrata -

Cualquier tipo de abuso en una relación es simplemente intolerable, ya sea físico, verbal o psicológico.

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Se niega a comunicarse -

Alguien con problemas de comunicación elegirá discutir o cerrarse en banda antes que hablar.

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Tenéis estilos de vida diferentes -

Si vuestros estilos de vida son muy diferentes, acabaréis chocando. Esto incluye las preferencias alimentarias, las mascotas e incluso vuestro gusto decorativo.

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No se compromete -

Si tu pareja se niega a comprometerse desde el principio, entonces es probable que en el futuro tampoco lo haga.

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No se cuida -

Estar con alguien que no se preocupa por su salud o bienestar puede llegar a ser muy difícil. Por mucho que le animes a cambiar su estilo de vida, al final es su decisión.

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Siempre os estáis peleando -

Discutir puntualmente es inevitable, pero si sois incapaces de resolver vuestras disputas de forma sana y productiva, entonces puede que simplemente no sepáis entenderos.

Fuentes: (Brides) (Psychology Today) (Insider)

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