© iStock

Lechuza común - La lechuzas comunes suelen ser monógamas, por lo que se quedan con la misma pareja hasta que la muerte las separe.

© iStock

Lechuza común - Aproximadamente un mes antes de que la hembra ponga los huevos, el macho se encarga de traerle comida.

© iStock

Lobo rojo - Los lobos rojos suelen ser fieles a sus parejas y se aparean una vez al año.

© iStock

Lobo rojo - Una familia o manada de lobos suele componerse de un macho y una hembra alfa y de sus cachorros.

© iStock

Frailecillo atlántico - Cuando un frailecillo atlántico se echa pareja, ¡queda inmediatamente fuera del mercado!

© iStock

Frailecillo atlántico - Cada temporada vuelven a la misma madriguera, comparten la labor de incubar el huevo y chocan los picos de una forma extremadamente adorable.

© iStock

Caballito de mar - La mayoría de caballitos de mar son monógamos y algunas especies se emparejan de por vida.

© iStock

Águila calva - Las águilas calvas se vuelven monógamas una vez se aparean y no rompen su vínculo a menos que una muera.

© iStock

Águila calva - Durante el cortejo, las águilas entrelazan sus garras y dan volteretas en el aire, separándose a escasa distancia del suelo.

© iStock

Chivirica francesa - Más que monógamos, ¡estos peces son uña y carne!

© iStock

Chivirica francesa - ¡Viven, viajan, cazan y defienden su territorio juntos!

© iStock

Buitre negro americano - Los buitres negros americanos se pasan todo el año en pareja y comparten la crianza de sus polluelos.

© iStock

Buitre negro americano - De hecho, no solo son monógamos... ¡Sino también extremistas! Son conocidos por atacar a los buitres que se alejan de sus parejas.

© iStock

Cisne vulgar - Estos cisnes tienden a pasar toda la vida en pareja.

© iStock

Caballito de mar - La forma en que se reparten la crianza es bastante peculiar, ya que es el macho el que se embaraza.

© iStock

Cisne vulgar - Sin embargo, según la Audubon Society, algunas parejas sí se separan y tienden a encontrar nuevos compañeros cuando los originales mueren.

© iStock

Perrito de las praderas - Los perritos de las praderas solo viven uno o dos años, pero pasan el poco tiempo que tienen en este mundo en pareja.

© iStock

Perrito de las praderas -

Juntos construyen nidos, cuidan de sus crías, se acicalan, encuentran los recursos que necesitan y se reproducen todo lo posible.

© iStock

Albatros viajero - A pesar de su nombre, estos pájaros no van de flor en flor. Se emparejan de por vida y se aparean cada dos años.

© iStock

Albatros viajero - Cuando las hembras ponen los huevos, se turnan con los machos para incubarlos. Cuando los polluelos rompen el cascarón, los progenitores también se turnan para cuidarlos y cazar.

© iStock

Termita - Muchas especies de termitas tienen un rey y una reina monógamos que crían a toda una colonia.

© iStock

Termita - La reina se reproduce constantemente. Además de obreras y soldados, tiene termitas reproductoras que vuelan y empiezan sus propias colonias.

© iStock

Grulla canadiense - Las grullas canadienses son monógamas hasta que una de ellas muere, momento en el que empiezan a buscar un nuevo compañero.

© iStock

Grulla canadiense - Las parejas practican la conocida como "llamada al unísono" en la que la hembra grazna dos veces y el macho responde con una sola llamada para reforzar su vínculo.

© iStock

Huilota común - Aunque las huilotas comunes se emparejan de por vida y pueden llegar a vivir 7-10 años, son víctimas de caza intensiva, por lo que suelen verse obligadas a encontrar pareja cada vez que una de ellas muere.

© iStock

Huilota común -

¡Hasta ponen huevos de par en par!

© iStock

Lobo - Al igual que otros lobos, los grises suelen ser mayoritariamente monógamos.

© iStock

Lobo - Normalmente, las parejas encabezan las manadas compuestas por sus crías.

© iStock

Castor - Hay quienes creen que todos los castores son monógamos de por vida, ¡pero al parecer solo los europeos son fieles! Los de Norteamérica son conocidos por "engañar" a sus parejas.

© iStock

Castor -

Aun así, a estos también les gusta tener un compañero, si bien se juntan con otros castores de vez en cuando.

No te pierdas: Cómo cuidar de los animales... Según el medievo

© iStock