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¿En qué consiste forzar una relación exactamente? -

En el fondo sabes que algo no va bien. Algunas señales son muy claras, pero otras no tanto. Sea como fuere, la relación no fluye y lo notas.

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¿Por qué forzamos las relaciones? -

Hay muchos motivos por los que forzamos las relaciones. Al fin y al cabo, todos queremos ser felices y para muchas personas esto significa estar en pareja. Veamos cuáles son los indicios de que las cosas no fluyen como deberían.

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Te gusta la idea de estar en pareja, pero no con esa persona -

Puede que tu profundo deseo de asentar cabeza, tener una familia o simplemente contar con alguien para el resto de tu vida te esté impidiendo ver la realidad. Por mucho que quieras todas esas cosas, si no te ves haciéndolas con tu actual pareja, algo no va bien.

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Tienes que medir tus palabras constantemente -

Si tienes que controlar todo lo que dices y haces para evitar molestar a tu pareja, entonces la relación está abocada al fracaso. Una cosa es querer ser la mejor versión de ti mismo y otra muy diferente tener que comportarte de una forma totalmente distinta con una persona que se supone que te quiere tal y como eres.

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Tienes la esperanza de que la otra persona cambie -

Si sigues con tu pareja con la esperanza de que esta algún día cambie, entonces estás forzando las cosas. Estás enamorado de la idea de cómo esa persona podría ser en un futuro, pero no de cómo es ahora.

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No visualizas un futuro con tu pareja -

No hacer planes de futuro es una clara señal de que no te ves con esa persona a largo plazo. Si este es vuestro caso, entonces la relación tiene fecha de caducidad.

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No te hace ilusión pensar en un futuro con ella -

Cuando las personas se quieren y son felices juntas, sienten ilusión por el futuro. Si vosotros os agobiáis, entonces puede que lo mejor sea que cada uno siga su camino.

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Siempre os peleáis -

Si las peleas están a la orden del día, puede que tengáis un problema de comunicación que hace que os sintáis frustrados, enfadados e infelices. Esto es especialmente cierto si discutís por cosas triviales. ¿Cómo vais a lidiar con los problemas graves si hacéis una montaña de un grano de arena?

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Sois incapaces de llegar a un acuerdo -

¿Sentís que vuestra relación pende de un hilo cada vez que discutís? Si siempre os peleáis por todo y sois incapaces de llegar a un acuerdo para solucionar el conflicto, entonces sois incompatibles y estáis forzando una relación que claramente no fluye.

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Preferís hacer planes por separado -

No hay nada de malo en pasar algo de tiempo a solas, pero si siempre hacéis planes por separado, entonces algo no va bien. Las parejas felices se lo pasan bien juntas, así que si este no es vuestro caso, es momento de replantearse las cosas.

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No te importaría que tu pareja rompiese contigo -

Si piensas esto, entonces lo que ocurre es que te está costando dar el paso. Siempre es más fácil dejar que sea la otra persona quien lo haga, pero si desearías que tu pareja te dejase, entonces no estás tan enamorado como creías.

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Las muestras de afecto son fingidas -

Las muestras de afecto deberían surgir con naturalidad, ya sea en casa o fuera. Si solo eres cariñoso en público para que los demás crean que eres feliz con tu pareja, entonces estás forzando las cosas.

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Estás valorando otras opciones -

Si te imaginas con otras personas, entonces puedes tener la certeza de que la relación ha tocado fondo. Si de verdad eres feliz con tu pareja, tu amor por ella y vuestra historia pesarán mucho más que la atracción puntual por otras personas.

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No confías en tu pareja -

Una relación sin confianza está abocada al fracaso. Puede que tengas tus motivos para no confiar en la otra persona (por ejemplo, si ya te mintió en el pasado) o puede que simplemente no te salga hacerlo.

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Tu pareja no confía en ti -

Aunque la confianza es cosa de dos. Si a tu pareja le pasa lo mismo, entonces puede que haya una sensación de sospecha e incertidumbre que hace que ninguno de los dos os sintáis seguros.

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Ya no sentís lo mismo -

La fase de la luna de miel no dura para siempre, pero las parejas con una relación sana y feliz se mantienen unidas y siempre encuentran la forma de reavivar la llama. ¿Realmente quieres a esa persona o solo te estás obligando a quererla?

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El sexo no es lo que era -

Puede que no tengas el mismo apetito sexual que tu pareja o que simplemente ya no te sientas atraído por ella. Cuando las cosas no funcionan en la cama, algo pasa. ¿De verdad quieres continuar con una relación que no te da lo que necesitas a ese nivel?

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Finges interés -

O quizás es la otra persona quien finge tener interés. ¿Realmente os importa lo que el otro tiene que decir o lo que hace? Si no es así, tal vez sea momento de pasar página.

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No sois amigos -

La amistad es un elemento clave en las relaciones sentimentales. Si no os divertís juntos o no habláis, es muy complicado hacer cosas románticas. ¿Sois buenos amigos?

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Eres "adicto" -

Igual tu "amor" es una adicción y no una emoción sana. Puede que tu personalidad y dependencia tengan algo que ver. ¿Quieres de verdad a la persona o solo te gusta cómo te hace sentir? ¿Sientes que dependes de tu pareja para ser feliz? Es importante que te hagas todas estas preguntas.

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No te sientes cómodo o seguro -

La confianza, la seguridad y la comodidad son cosas que vienen solas cuando la relación es sana. Sin embargo, si tú no sientes nada de esto con tu pareja, puede que no sea la persona adecuada para ti.

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Os cuesta quereros -

Puede que tu bagaje emocional o el de tu pareja se interpongan en vuestra relación. O puede que de verdad te guste la otra persona, pero que no estés enamorado de ella. Si por más que lo intentes sigues sin sentir amor, entonces déjalo ir.

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Veis las cosas de manera diferente -

Si tenéis valores y metas vitales diferentes, entonces estáis forzando una compatibilidad que simplemente no existe.

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Le quieres... A ratos -

Siempre hay momentos y situaciones en los que sentimos más amor por nuestra pareja, pero el sentimiento debería ser constante. Si este no es tu caso y solo sientes algo especial en ocasiones muy puntuales, algo no va bien.

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Te estás obligando a quererle -

Si no sientes amor de forma natural por la otra persona, entonces es mejor que no lo fuerces.

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Le estás obligando a quererte -

Y al revés ocurre lo mismo. Si la otra persona no te quiere tanto como te gustaría o no lo hace de una forma que a ti te haga feliz, es mejor que cada uno se vaya por su camino. El amor no es algo que se pueda forzar.

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No quieres aceptar que se acabó -

Tal vez uno de los dos no quiere asumir que la relación se ha ido a pique aunque todo apunte a ello. Las rupturas nunca son fáciles, pero posponerlo solo os hará más daño.

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Tienes miedo -

Te asusta verte sin tu pareja. Puede que te dé miedo estar solo o que no lleves bien los cambios en tu vida. Estar con alguien por miedo a lo que pueda ocurrir, sin embargo, no es la solución.

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En el fondo, lo sabes -

¿Qué te dice tu instinto? Puede que en el fondo sientas que algo no va bien, aunque no sepas decir con exactitud el qué. Si crees que vuestra relación ya no da más de sí pero aun así seguís juntos, es momento de plantearse los motivos que aún os mantienen unidos.

Fuentes: (A Conscious Rethink) (The Everygirl) (Bonobology) (Marriage.com)

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