© Getty Images

Ayuno antes de Navidad -

El ayuno era muy importante. Comenzaba el domingo de Adviento, el cuarto día antes de Navidad, y se prolongaba hasta Nochebuena.

© Getty Images

Misa de Navidad -

Las fiestas comenzaban antes del amanecer de la mañana de Navidad con una misa especial. La misa señalaba el final oficial del Adviento y el comienzo de la temporada de fiestas, que se prolongaba desde el 25 de diciembre hasta 5 de enero.

© Getty Images

El cerdo de Navidad -

La mayoría de la gente sacrificaba al menos un cerdo en noviembre, aunque dependía del nivel económico. Después se salaba y ahumaba para convertirlo en tocino y jamón navideños.

© Getty Images

Descanso -

En el campo, los señores ricos debían dar a sus campesinos arrendatarios al menos 12 días de descanso de sus labores. Y también les servían un banquete festivo.

© Getty Images

Banquete -

La comida solía comenzar con un plato de empanadas, salchichas y morcilla. Luego había cuatro platos de pescado, aves y carnes asadas. El último plato consistía en natillas, tartas, frutos secos y dulces.

© Getty Images

Banquete real -

La realeza medieval llevó los banquetes navideños a otro nivel. Para una cena de Navidad en 1226, el rey Enrique III pidió 40 salmones, montones de venado, carne de jabalí y tantas lampreas como fuera posible.

© Getty Images 

Extravagancia -

Enrique V incluyó manjares aún más exóticos en su menú navideño, como cangrejos de río, anguilas y marsopas.

© Getty Images

Cabeza de jabalí -

A finales de la Edad Media, la cabeza de jabalí cocinada en Navidad se había convertido en un acto ceremonial. Incluso se celebraba una procesión, con bailarines disfrazados y cantos.

© Getty Images

Bebidas navideñas -

Si hay algo seguro en las Navidades medievales es que beber era tan importante como comer, si no más.

© Getty Images

Bebidas -

Los plebeyos solían beber cerveza y sidra. Para los señores y la realeza, la favorita era el vino.

© Getty Images

Vino a raudales -

En un solo año, Enrique III encargó 60 toneladas de vino para el periodo navideño. ¡Eso equivale a 1.272 botellas!

© Getty Images

Una gran celebración -

Los juegos de disfraces y los cambios de papeles eran una parte importante de las celebraciones navideñas medievales. Algunos procedían de antiguas costumbres paganas relacionadas con el solsticio de invierno.

© Getty Images

Mumming -

Por ejemplo, el mumming era una actividad navideña en los pueblos medievales ingleses. Los mummers se disfrazaban con máscaras de animales o de mujeres. Iban de puerta en puerta, cantaban canciones festivas y contaban chistes.

© Getty Images

Máscara de los mummers -

La realeza también tenía una extraña tradición: las máscaras de animales. Desfilaban por la sala del banquete con cabezas de animales enteras (afortunadamente cocinadas) y cantaban canciones festivas.

© Getty Images

La Fiesta de los Locos -

La Fiesta de los Locos era una fiesta que se celebraba el 1 de enero. Era una celebración que permitía hacer el tonto a sacerdotes, diáconos y otros cargos eclesiásticos.

© Getty Images

Una fiesta de locos, literalmente -

Durante la Fiesta de los Locos, se invertían los papeles, se bebía y se bailaba mucho. Y, por supuesto, a veces las cosas se salían de control.

© Getty Images

Noche de Reyes -

La Noche de Reyes, la del 5 de enero, era prácticamente una fiesta única durante la Edad Media. Representaba la culminación de doce días de juergas y travesuras.

© Getty Images

La fiesta del año -

La Noche de Reyes era básicamente el acontecimiento principal de las casi dos semanas de fiesta, bebida y ruptura de reglas que caracterizaban la Navidad medieval.

© Getty Images

Roscón de reyes -

El elemento central de la Noche de Reyes era un pastel de habas, que era un rico pastel de frutas con una pequeña haba seca escondida. La persona a la que le tocara el trozo con el haba sería el "rey" o la "reina" de la fiesta. Ahora en España se mantiene esta tradición, pero el pastel es un roscón.

© Getty Images

Prediciendo el futuro -

Los 12 días de Navidad eran también una época especial para la pseudociencia medieval del pronóstico.

© Getty Images

Interpretando signos de la naturaleza -

Los sacerdotes se sumergían en textos llamados pronósticos, que explicaban la práctica bíblica de interpretar los signos de la naturaleza. Predecían el tiempo que haría el año siguiente y acontecimientos importantes.

© Getty Images

Navidades soleadas -

Por ejemplo, si el día de Navidad hacía sol y el cielo estaba despejado, eso significaría que la primavera sería cálida y templada. Lo que se traduciría en cosechas fructíferas y buena salud en general.

© Shutterstock

Navidades ventosas -

Sin embargo, si en Navidad hace viento, significaban un mal año para los ricos y poderosos. La idea era que se trataba de señales enviadas por Dios para quienes supieran leerlas.

© Shutterstock

Villancicos navideños -

Los villancicos se popularizaron a finales de la Edad Media. Las canciones mezclaban el latín con las lenguas vernáculas.

© Getty Images

Música santa -

Sacerdotes y monjes también tocaban canciones navideñas y cantaban villancicos. Y a medida que aumentaba la devoción a María, también lo hacían las canciones navideñas, que ensalzaban su pureza.

© Getty Images

Decoración navideña -

Con sus brillantes hojas de color verde oscuro y sus bayas de color rojo vivo, el acebo también era por aquel entonces una planta muy popular en Navidad. Tanto los aristócratas como los campesinos lo utilizaban para confeccionar guirnaldas festivas.

© Shutterstock

El muérdago -

Mucho antes de que el árbol de Navidad fuese el centro de atención, el muérdago era el punto central de muchos hogares. Se creía que era portador de fertilidad y protector de las cosechas.

Fuentes: (History) (World History) (Reading Museum) (HistoryExtra) 

© Shutterstock