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Redes sociales -

Las redes sociales, como todo en la vida, tienen sus pros y sus contras. Nos pasamos el día recibiendo notificaciones y anuncios sobre cosas que ni siquiera nos interesan, pero esas alarmas tan intrusivas se han vuelto parte de nuestra vida cotidiana.

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Unos números impactantes -

Atrás quedaron los días sin smartphones y redes sociales. Ahora nos cuesta imaginarnos una vida sin estas interrupciones constantes. Muchas encuestas a gran escala han llegado a la conclusión de que una persona media pasa entre 3 y 6 horas al día mirando la pantalla de su celular.

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Las redes sociales y el cerebro -

¿Cómo afecta todo ese tiempo a nuestro cerebro? Varios estudios científicos apuntan a que el consumo de redes sociales puede hacer mucho más mal que bien.

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Las redes sociales y el bienestar -

Una encuesta de 2021 a 1500 estadounidenses reveló que el 86% creía que las redes sociales repercutían negativamente en su vida e imagen personal. Alrededor del 80% dijo que las redes empeoraban su ansiedad, depresión y sensación de soledad.

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¿Cómo podemos reducir el tiempo que pasamos en ellas? -

Parece existir una relación directa entre un menor uso de las redes sociales y una mejor salud mental, pero las cosas no son tan sencillas como parecen.

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El sistema de recompensa - Las redes sociales están específicamente diseñadas para activar el mecanismo de recompensa de nuestro cerebro, por lo que es muy fácil desarrollar una cierta dependencia de ellas. De ahí que a veces sea tan difícil luchar contra el impulso de encender el celular y entrar en las redes de la misma forma que a un fumador le cuesta resistir la tentación del tabaco.

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Trata la causa, no el síntoma -

Para acabar con nuestra dependencia de las redes sociales, tenemos que entender cuál es la razón que hace que nos sintamos atraídos por ellas. Muchos de nosotros creemos que se trata de un hábito inconsciente, pero si empezamos a prestar atención, es probable que observemos un patrón de comportamiento.

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Un chute de felicidad -

Solemos recurrir a las redes sociales cuando necesitamos un chute rápido de dopamina, el químico de recompensa presente en el cerebro que asociamos al placer. Puede que te des cuenta de que tiendes a entrar en ellas cuando estás aburrido, estresado, abrumado o desconectado.

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Identifica la raíz del problema - Dedícale algún tiempo a identificar qué es lo que te impulsa a entrar en las redes sociales. Esto te ayudará a averiguar cómo satisfacer esa necesidad latente sin tener que recurrir al celular.

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Sustitúyelo por un nuevo hábito -

Por ejemplo, si recurres a las redes para calmar tu ansiedad, intenta hacer una pausa de cinco minutos para meditar o alguna actividad que ayude a centrarte en el presente. Cuando no nos encontramos bien tendemos a buscar distracciones rápidas, pero pasar tiempo mirando el celular rara vez nos ayuda a largo plazo.

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¿Usas las redes como distracción? -

Muchos de nosotros usamos los celulares para distraernos de lo que no queremos sentir. La próxima vez que sientas el impulso, date un momento para recapacitar sobre cómo te sientes a nivel físico y mental.

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Respira hondo -

Respira hondo varias veces y fíjate en si estás triste o estresado. ¿Qué es lo que te ayuda a sentirte mejor cuando estás así? Esta es la ocasión perfecta para poner en práctica una técnica autocalmante.

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Autocalmante -

Autocalmante es el adjetivo que se le aplica a cualquier técnica o estrategia que nos ayuda a controlar nuestras emociones cuando no estamos bien. Perder el tiempo en las redes sociales rara vez resulta relajante. Prueba a hacer ejercicios de respiración o a dar un paseo para despejar la mente. No todas las técnicas funcionan por igual, así que dedícale tiempo a averiguar cuál es la que mejor te viene a ti.

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¿Usas las redes sociales para conectar con otras personas? -

Uno de los grandes beneficios de las redes sociales es que nos ayuda a conectar con nuestros ídolos y seres queridos independientemente de dónde estén. Esto de por sí no es algo negativo, pero lo que no es ideal es pasar cuatro horas diarias o más pegado a una pantalla.

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Cómo hacer que la conexión sea más especial -

Intenta ver o llamar a alguien a quien eches de menos. Todos pasamos muchas horas mirando una pantalla, pero rara vez hacemos planes.

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Escribe cartas -

Si quieres adoptar un enfoque más terapéutico, prueba a escribirle una carta a alguien que viva lejos, como un familiar o un amigo que esté en otra ciudad o país. Escribir cartas tiene muchos beneficios para nuestra salud mental y puede hacer que la otra persona se lleve una grata sorpresa.

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Redirige tu energía -

Si estás en casa y empiezas a sentir la tentación de echar mano del celular, ¿por qué no preparas un pastel para un amigo o un vecino? Luego tendrás que llevárselo, por lo que también socializarás y harás muy feliz a otra persona.

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¿Usas las redes sociales como entretenimiento? - Muchos usamos las redes para entretenernos. Cierto es que son una forma de conectar con creadores de contenido estupendos, pero existen muchas otras formas de entretenimiento en la vida real. ¿Por qué no vas a un espectáculo de comedia en lugar de dejarte los ojos mirando memes?

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Vuelca ese interés en adquirir una nueva habilidad -

Si siempre ves vídeos de músicos y bailarines en TikTok, ¿por qué no vas a un espectáculo en directo o te apuntas a clases de baile o música?

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Pásatelo bien en la vida real -

Si te encantan los juegos, prueba a organizar una tarde de juegos de mesa con amigos o ve a unos recreativos.

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Nuevas fuentes de diversión - Naturalmente, también puedes recurrir a tus otros objetivos e intereses. Si tenías el propósito de leer más, dibujar o practicar jardinería, ¿por qué no le dedicas tiempo en lugar de pasarte horas y horas delante del celular?

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Ponte obstáculos -

Una cosa es descubrir qué actividades quieres hacer en vez de estar todo el día mirando las redes y otra muy diferente es cambiar de hábitos. Una táctica muy útil es dejar el celular en un lugar de difícil acceso, aunque hay muchas otras cosas que puedes hacer para reducir tu dependencia.

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Borra las aplicaciones -

El primer paso (y el más obvio) es borrar las aplicaciones de redes sociales que tengas en tu celular. Aunque sigas pudiendo acceder a ellas desde el navegador, ya no estarán al alcance de un clic.

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Deshabilita las notificaciones -

Si lo que hace que te entren ganas de usar las redes son las notificaciones, entonces deshabilítalas. También puedes dejar de seguir ciertas cuentas si ves que estar pendiente de ellas te hace más mal que bien. De vez en cuando viene bien hacer una limpieza del contenido que no nos aporta nada.

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Aleja el celular -

También puedes recurrir al truco de toda la vida de dejar el celular en un lugar poco accesible y con las notificaciones desactivadas para que no te sea tan fácil caer en la tentación.

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Una aplicación para las aplicaciones -

La dependencia de las redes sociales es tan grande que ya hay aplicaciones que sirven para controlar el uso que hacemos de ellas y que incluso las bloquean cuando llegamos a un cierto límite.

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Busca ayuda -

Mirar el celular suele ser algo que hacemos en solitario, de ahí que nos cueste tanto parar de hacerlo. La disciplina es esencial cuando se trata de crear nuevos hábitos.

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Apóyate en los amigos -

Si un amigo tuyo también está intentando limitar el tiempo que pasa en redes o está dispuesto a ayudarte a reducir tu dependencia, ¡apóyate en él! Podéis acordar no mirar el teléfono mientras estéis viendo una serie o salir a dar un paseo cuando ambos sintáis la necesidad de abrir Twitter, Instagram o cualquier otra aplicación.

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Aprender por las malas -

Si esto no te sirve, hay aplicaciones dispuestas a ayudarte de forma ingeniosa... ¡E incluso dolorosa! Por ejemplo, hay una que donará dinero a una ONG que detestes si pasas más tiempo del debido en redes sociales.

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Nuevas recompensas - Recompensarte a ti mismo por reemplazar las redes sociales por otras actividades es esencial. Cuando usamos aplicaciones como Instagram o TikTok, nuestro cerebro quiere más y más. Para poder cultivar nuevos hábitos, hay que fomentar esa sensación de recompensa.

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Recompénsate a ti mismo - Esto también evitará que el proceso se te haga muy cuesta arriba. Por ejemplo, si pasas una hora entera sin mirar el celular, recompénsate con una pausa de 10 minutos.

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La verdadera recompensa -

A fin de cuentas, la mejor recompensa será la sensación de libertad que tengas cuando dejes de sentir ansiedad por las redes sociales y recuperes todo el tiempo perdido.

Fuentes: (Forbes) (Healthline)

Ver también: Estas celebridades han borrado sus redes sociales

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