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Exceso de cafeína - Tal vez el último café del día te afecte al sueño, lo cual perjudica tu nivel de energía.

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Exceso de cafeína - Intenta no consumir cafeína después de las 2 pm. Si realmente quieres tomarte un café después, hazlo al menos cinco o seis horas antes de irte a la cama.

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Falta de ejercicio -

Sí, es el gran dilema: estamos demasiado cansados para hacer ejercicio y nos quedamos en casa descansando; pero no hacer ejercicio hará que estemos todavía más cansados.

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Falta de ejercicio -

Cuanto menos energía gastas, menos energía producen las mitocondrias de tus células. Esto significa que el ejercicio de baja intensidad en realidad puede reducir la fatiga hasta un 60 %, según los investigadores de la Universidad de Georgia.

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Deshidratación -

Sí, la deshidratación puede hacerte sentir exhausto. Pasar unas horas sin el nivel adecuado de hidratación ya nos puede afectar.

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Deshidratación -

Solo sentimos sed cuando ya estamos empezando a deshidratarnos, así que es importante evitar llegar a este punto. Esto es especialmente cierto entre las mujeres, que según los investigadores de la Universidad de Connecticut, puede sentirse sin energía más fácilmente. Aun así, se desconocen los motivos.

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Multitarea -

La capacidad de hacer multitarea no es innata. De hecho, no las hacemos al mismo tiempo, vamos alternando al mismo tiempo.

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Multitarea -

Alternar tareas constantemente requiere una gran cantidad de energía, sobre todo, glucosa oxigenada. Intenta dividir y ordenar las tareas y tómate un descanso de al menos 15 min entre una y otra.

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El vaso de vino que te tomaste anoche -

Como muchos de nosotros, probablemente te guste tomarte un vaso de vino con la cena. Sin embargo, aunque en teoría una bebida nos relaje, en realidad nos hace dormir peor.

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El vaso de vino que te tomaste anoche -

Beber alcohol antes de irnos a dormir afecta a nuestra fase rem, que es el estado del sueño más profundo. Esta fase es muy importante para numerosos procesos de restauración, además de para la capacidad de aprendizaje y la memoria.

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Ver tu celular en la cama -

La luz azul emitida por los dispositivos afecta a la producción de melatonina (la hormona responsable por los ritmos circadianos) y, por lo tanto, al sueño.

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Ver tu celular en la cama -

No solo perjudica tus ritmos circadianos naturales, sino que también tiene un impacto importante en la fase rem. Sobra decir que te sentirás más cansado al día siguiente.

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Deficiencia de hierro -

La dieta tiene un gran impacto en cómo nos sentimos. Una deficiencia de hierro, por ejemplo, seguro que tendrá un impacto en tus niveles de energía. Si estás a dieta, puedes obtener mucho hierro en la ternera, los frutos secos, las habas y las verduras de hoja.

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Deficiencia de hierro -

Esto puede ser particularmente difícil para los veganos y vegetarianos, pero las verduras ricas en hierro son siempre una opción. Por supuesto, no hay que descartar el uso de suplementos. Habla con tu doctor sobre la posibilidad de hacer unos análisis si tienes una deficiencia de hierro.

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Duermes con la boca abierta -

Sí, es difícil saber si duermes con la boca abierta. Pero si es así, la probabilidad de que te deshidrates durante la noche es bastante alta y eso afectará a tus niveles de energía.

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Duermes con la boca abierta -

Abordar cualquier problema de los senos nasales y hacer ejercicios de respiración puede ayudarte a respirar adecuadamente mientras duermes.

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Estar encerrado -

El confinamiento ha aumentado el número de personas que salen a la calle menos de lo recomendado. Estar siempre en casa te hará sentirte más cansado.

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Estar encerrado -

Esto tiene fácil solución: toma un poco el aire. Numerosos estudios del Journal of Environmental Psychology descubrieron que nuestro nivel de energía aumenta cuando estamos en contacto con la naturaleza, al menos 20 min al día.

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Tu tiroide -

El hipotiroidismo puede afectar a numerosas funciones corporales, que como consecuencia nos hacen sentir más cansados.

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Tu tiroide -

Si experimentas otros síntomas, como aumento de peso, contacta con tu médico para descartar problemas de tiroides.

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Escritorio desordenado -

"Lo que sea que busques domina mucho las señales de tu cerebro", explica la profesora de psicología de Princeton, Sabine Kastner.

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Escritorio desordenado -

Un escritorio desordenado hará que tu cerebro trabaje más duro sin necesidad. Dedica algo de tiempo a organizar las cosas y te sentirás mejor.

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Encorvarse -

Tal vez te preguntes cómo puede afectar esto a tu nivel de energía, pero el exceso de presión en las articulaciones, ligamentos y músculos realmente puede pasar factura.

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Encorvarse -

Cuando nos encorvamos, nuestro cuerpo tiene que trabajar más duro para compensar la mala postura, utilizando más energía. Si te sientas derecho, sentirás como aumenta tu nivel de energía.

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Perfeccionismo -

No hay nada de malo en querer hacer las cosas bien, pero obsesionarse con cada detalle consume mucha energía.

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Perfeccionismo -

Ser un perfeccionista puede aumentar tu estrés, ya que no podemos controlarlo todo, y consecuentemente nos sentimos más cansados.

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Te quejas de tu trabajo -

Sí, todos tenemos algo de lo que quejarnos y el trabajo suele ser una de esas cosas, ya que es una parte importante de nuestra vida. No obstante, esto puede hacer que se drene nuestro nivel de energía.

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Te quejas de tu trabajo -

Según un estudio publicado en el Journal of Applied Psychology, responder de forma negativa a nuestros problemas en el trabajo y esperar que las cosas empeoren puede ser agotador. La alternativa es expresar tus frustraciones de forma positiva centrándote en las soluciones, en lugar de en los problemas.

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Dices "sí" todo el tiempo -

A nadie le gusta ser la persona que siempre dice "no", pero lo contrario también es cierto: no quieres decir siempre que sí a todos y todo el tiempo. Esto es particularmente cierto en el lugar de trabajo.

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Dices "sí" todo el tiempo -

Satisfacer todas las peticiones de tus colegas de trabajo aumentará tu nivel de estrés y también disminuye tu productividad. Tal vez te sientas mentalmente exhausto muy pronto.

Fuentes: (The Healthy)

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