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Es todo recibir y nunca dar - Para que una relación funcione de forma saludable, hacen falta las dos. Si tú das constantemente pero no recibes, pronto te sentirás vacío/a.

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Te juzga y te critica - Tener opiniones está bien, pero cuando las críticas son constantes y no son constructivas, te están menospreciando.

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Narcisismo sin fin - Si todo gira entorno a sí mismo, desde las conversaciones diarias hasta toda la relación, nunca te considerará tan importante como debería.

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Falta de confianza - Ninguna relación puede progresar sin confianza. Si no confías en la otra persona, ¿por qué sigues con ella? Estaréis constantemente apagando fuegos inexistentes.

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Te drena la energía -

Las relaciones saludables renuevan tus energías y proporcionan algo a tu vida. Si no estás siendo tan feliz y productivo como deberías, y estás siempre mentalmente, emocionalmente e incluso físicamente exhausto, da un paso atrás.

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Te traicionas - Si estás actuando en contra de tus propias opiniones y valores para encajar con alguien, es probable que te encuentres en una relación tóxica.

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Falta de apoyo - ¿De qué sirve estar en una relación si nunca podéis contar el uno con el otro?

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Habla mal de los demás - Si alguien te habla mal de los demás, es probable que estén intentando ponerte de su parte y eso dice mucho del tipo de persona que son. Nunca sabrás si también hablan mal de ti.

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Sientes que no haces nada bien - No se trata de qué haces, sino de cómo te sientes. Cuando nada de lo que haces está bien, es probable que la relación esté yendo mal.

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Hostilidad constante - El sentirnos constantemente enfadados o atacados puede tener consecuencias en muchos aspectos de nuestra vida y es un síntoma de una relación poco saludable.

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Saca lo peor de ti - Las relaciones dañinas sacan a la luz rasgos desagradables. En cambio, las saludables te impulsan a ser mejor persona.

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Falta de respeto - Si no respetan tu espacio, tu tiempo, tus sentimientos, tu opinión... es hora de salir de esa relación.

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La culpa nunca es suya - Cuando alguien está culpando constantemente a los demás de su propio comportamiento o acciones, no quiere admitir sus errores. Como consecuencia, es imposible lidiar con los problemas de forma constructiva.

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Discusiones a gritos - Si cada vez que hay un conflicto acabáis lanzándoos palabras desagradables y comportándoos de forma poco adecuada, debes preocuparte.

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Baja autoestima - Estar en una relación con alguien que no te valora puede hacer que tú tampoco te valores, y esto puede traer una larga lista de problemas adicionales.

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Demasiada negatividad - La negatividad es contagiosa y contaminará diferentes aspectos de tu vida. Las relaciones tóxicas pueden ensombrecer tu perspectiva de vida.

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Actitud controladora - ¿Sientes que controlas completamente tus acciones, agenda y opiniones? ¿Sientes libertad para expresar tus verdaderos sentimientos? Si no es así, eso es señal de alerta.

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Demasiado drama - En las relaciones saludables puede haber algo de drama, pero no son un caos constante. Si estás constantemente hablando del último episodio de tu relación, cambia de canal.

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Os evitáis - Es un claro síntoma de que algo no funciona y, aun así, es difícil darte cuenta si no prestas atención. Puede pasar incluso cuando estáis juntos.

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Has bajado el listón - Las relaciones tóxicas tienen una habilidad especial parra hacernos aceptar cosas que antes no toleraríamos.

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Sientes que no puedes salir de esa situación - Si has pensado en terminar la relación, pero sientes que no puedes hacerlo por el bien de la otra persona, es probable que te hayan enredado a propósito.

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Constantemente menoscabado - Es una táctica de poder y, cuando una relación se convierte en un juego de poder, deja de ser sana.

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Sientes que no mereces algo mejor - Parte de la clave para mantener relaciones tóxicas es hacer sentir que la otra persona no merece nada mejor, para que no intente encontrarlo.

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Impregnado de envidia - En una relación positiva, las diferencias son una fuente de fuerza. En las relaciones tóxicas, la envidia puede llevar a la gente a hacer cosas desagradables para intentar superar al otro.

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No tienes autonomía - Siempre debes tener libertad para tomar decisiones propias en una relación.

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Falta de comunicación - No puede haber relación si no hay comunicación adecuada por las dos partes.

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Exige un tratamiento especial - Si alguien está exigiendo siempre un trato especial, ya sea para entregar algo fuera de plazo o pidiéndote que quiebres tus propias normas por él/ella, está claro que no te respeta.

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Pasivo-agresivo - Esta tóxica forma de evitar la comunicación crea una atmósfera de rencor donde no se trabaja ninguno de los problemas reales y acaban surgiendo más. Debes sentirte cómodo expresando abiertamente tus sentimientos y deseos.

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Mentiras sin fin - La falta de honestidad es una gran herramienta usada por los manipuladores. Además, la falta de honestidad genera falta de confianza, hostilidad y toxicidad.

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Ya no eres feliz - Si alguien te hace infeliz constantemente, te mereces dejar ir a esa persona.

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¿Qué le dirías a un/a amigo/a si estuviese en esa relación? -

A veces, poner en perspectiva nuestra propia relación a través de otra persona a la que queremos e imaginarnos qué consejo le daríamos si estuviese en nuestra situación nos ayuda a reconocer cómo de tóxica es la relación.

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