© Shutterstock

Descuentos para jubilados - Los bonos de transporte, las entradas para diferentes eventos o lugares y muchas otras cosas ofrecen un precio más económico a personas de la tercera edad para que disfrutes de tu jubilación.

© Shutterstock

La gente asume que eres sabio/a - Por fin puedes trasmitir todo lo que sabes y la gente probablemente seguirá tus consejos.

© Shutterstock

Ropa y calzado cómodo - Adiós a los tacones, a los pantalones ajustados y a todos los elementos de tortura similares.

© Shutterstock

Carrera estable - Con un poco de suerte, con todo tu trabajo te habrás labrado una carrera y no tendrás que sobresforzarte para impresionar a tus jefes.

© Shutterstock

No habrá que preocuparse por si todo sale bien - Ya no tendrás que preocuparte por si vas a tener hijos o no, ni por tu futuro. Ya habrás pasado lo peor y ahora podrás relajarte.

© Shutterstock

Relaciones más maduras (esperemos) -

Cuando llegamos a una cierta edad en una relación, ya no tenemos que preocuparnos por si cualquier pelea puede acabar en ruptura. Además, a esa edad, ya todos tienen algo de experiencia en relaciones.

© Shutterstock

Irse a dormir a las 9.30 h es aceptable - Por fin puedes olvidarte de las alarmas y disfrutar de una plácida de noche de sueño a diario.

© Shutterstock

No importa lo que piensen los demás - Después de toda una vida preocupándote por lo que piensan los demás sobre tu carrera, tu vida amorosa y tus opciones estilísticas, estarás harto de tener en cuenta la opinión de los demás. Saca tu auténtico "yo".

© Shutterstock

Jubilación - Finalmente es hora de disfrutar de todos esos ahorros que has guardado cuidadosamente durante años.

© Shutterstock

Confianza para decir lo que te apetezca - Se acabó empezar frases con "Perdona, pero...". Puedes decir lo que piensas sin disculparte.

© Shutterstock

La belleza tradicional es menos importante - La gente joven está sometida a mucha presión para verse "bien", lo cual a veces simplemente significa estar delgado y mantener estándares de belleza poco realistas. Ahora podrás repetir el postre sin lamentarte.

© Shutterstock

Menos decisiones importantes - Desde jóvenes, nos ponemos mucha presión a la hora de tomar decisiones: tenemos que escoger nuestro primer coche, nuestra primera casa, nuestra ciudad, a nuestra pareja, etc. Ahora, puedes centrarte en decidir qué vas a comer mañana.

© Shutterstock

No hay horarios - Levántate tarde, haz las compras cuando te plazca, duerme tantas siestas como quieras... ¡Se acabó la rutina!

© Shutterstock

No tienes que estar al tanto de todo - Nadie te criticará por no haber visto el último capítulo de una serie o un programa de televisión. Podrás ver tus series favoritas una y otra vez tranquilamente.

© Shutterstock

Amistades más estables - Mientras crecemos, los amigos vienen y van debido a las circunstancias cambiantes. Sin embargo, al llegar a cierta edad, ya no nos apetece cambiarnos de ciudad y es más probable que las amistades se vuelvan más estables.

© Shutterstock

Claridad y prioridades - En la segunda mitad de nuestra vida gozamos de una gran claridad sobre quiénes somos y qué nos importa realmente. Así podemos asegurarnos de invertir nuestro tiempo en lo que de verdad nos hace felices.

© Shutterstock

Tener nietos - Los nietos proporcionan una experiencia de vida completamente nueva y, como nuestros hijos ya son mayores, podemos centrarnos en los más pequeños.

© Shutterstock

Préstamos estudiantiles pagados - Muchos mortales pasamos la mitad de la vida con una oscura nube de préstamos estudiantiles planeando sobre nosotros. Sin embargo, cuando acabas de pagarlo, el sol brilla con todo su potencial.

© Shutterstock

Adiós, síndrome premenstrual -

Señoras, a nadie le agrada la menopausia, pero un mundo sin síndrome premenstrual es una maravilla.

© Shutterstock

Puedes renunciar a la tecnología - Uno de los privilegios de ser mayor es que nadie espera que estés al tanto de las nuevas aplicaciones o que te mantengas en contacto con tus amigos virtualmente.

© Shutterstock

Puedes sentarte en los conciertos - De hecho, es una de las mejores partes de ser mayor.

© Shutterstock

Gran sentimiento de éxito - Ya sea por tu trabajo, la familia, los buenos amigos, las experiencias más locas o lo que sea, la sensación de haber logrado tus objetivos te permite disfrutar mejor de esta etapa de la vida.

© Shutterstock

Se acabaron las mudanzas - Cuando somos jóvenes, las mudanzas pueden ser emocionantes, pero cuando la universidad, los colegas y los nuevos trabajos se han quedado en el paseo, nos encanta la estabilidad de echar raíces cerca de nuestros seres queridos.

© Shutterstock

Más libertad para viajar - Cuando tus hijos tengan hijos y todo el mundo tenga su vida hecha, podrás viajar por el mundo sin estar atado a un trabajo.

© Shutterstock

Cabello canoso - Ese estilo plateado está de moda entre los jóvenes, pero de mayor ya no tendrás que teñírtelo.

© Shutterstock

Decir "no" cuando te apetezca - Se acabó lo de asistir a eventos que no te interesan. Si rechazas una invitación, no habrá discusión, un "estoy cansado" será suficiente.

© Shutterstock

Tiempo para tus aficiones - Es difícil sacar tiempo para las aficiones, como la pintura, la observación de aves o el punto de cruz cuando estás ocupado con tu carrera, criando a tus hijos o cualquier otra cosa que puedas imaginarte. El tiempo libre es una de las mejores cosas de esta edad.

© Shutterstock

La gente se preocupa por tu bienestar - Siempre encontrarás un lugar en el autobús y nadie se quejará si comes más de una muestra gratuita. El "respeta a los mayores" siempre te salvará.

© Shutterstock

Eres la mejor versión de ti mismo/a -

Tras años luchando contra nuestras inseguridades, aprendiendo lecciones duras y esforzándonos por llegar al siguiente nivel, nos habremos convertido en seres valientes, empáticos, seguros de nosotros mismos y bondadosos con más perspectiva.

Para ser feliz, no te pierdas: ¡Malos hábitos con los que tienes que acabar!

© Shutterstock