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Gambas -

Las gambas envasadas suelen contener un alto nivel de sal a fin de preservarlas y darles sabor. Esto es algo que se puede evitar comprándolas frescas.

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Sopa enlatada -

La sopa enlatada suele llevar una cantidad innecesaria de sal, aditivos, potenciadores del sabor, etc. ¡Lo mejor que puedes hacer es prepararla en casa!

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Jamón -

La sal es un ingrediente necesario para curar el jamón y darle sabor. Está demostrado que las carnes procesadas provocan cáncer, por lo que es mejor que reduzcas su consumo en general.

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Postres industriales -

Aunque no lo parezca, los postres industriales contienen mucha sal debido a su alto contenido en aditivos.

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Requesón -

Aunque el requesón es una gran fuente de calcio y proteína, también tiene un alto contenido en sal. Intenta pasarlo por agua antes de comerlo para reducirlo.

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Zumos de verduras -

Los zumos de verduras han ido ganando popularidad en los últimos años. Sin embargo, harías bien en prepararlos en casa, puesto que los que vienen ya hechos suelen ser ricos en sal.

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Aliño de ensalada -

Muchos aliños de ensalada contienen un alto nivel de sal. En lugar de comprarlos ya hechos, intenta prepararlos tú en casa o sustituirlos por la infalible combinación de vinagre y aceite de oliva.

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Pizza -

Lo sentimos: todas las pizzas son ricas en sal, ya sean caseras o industriales. El problema está en que el queso, la salsa, la masa y la carne procesada van sumando al contenido total de sal, por lo que harías bien en comer una pequeña porción acompañada de mucha ensalada.

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Sándwiches -

El relleno de los sándwiches puede cambiar drásticamente su nivel de sal. Por ejemplo, puedes cambiar el queso y la carne procesada por lechuga y carne de calidad.

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Caldo y pastillas de caldo -

Gran parte del sabor de los caldos y las pastillas de caldo procede de su alto nivel de sal. Puedes sustituirlos por otros bajos en sodio o probar a hacerlos en casa.

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Platos precocinados a base de patata -

La sal suele ser un ingrediente imprescindible para darle sabor a las patatas y a los platos a base de patatas, pero existen muchas otras maneras de condimentarlos.

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Cortezas -

La popularidad de este tentempié ha ido en aumento debido a que es apto para quienes siguen una dieta cetogénica. Sin embargo, tiene un alto contenido en sal.

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Verduras enlatadas -

Para poder conservar las verduras se necesita mucha sal. Si las compras en lata, acuérdate de pasarlas por agua antes de comerlas. Otra alternativa es comprarlas congeladas.

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Queso procesado -

Al igual que ocurre con la carne, el queso procesado siempre tiene mucha más sal que el natural. Intenta evitar su consumo o reducirlo al mínimo.

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Carne seca -

Aunque la carne seca es una gran fuente de proteína, también contiene un alto nivel de sal.

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Bagels -

Los bagels son bastante saludables, pero también relativamente altos en sal. Intenta reducir los que consumes a la semana.

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Salami -

Todas las carnes procesadas tienen un mayor contenido de sal que las no procesadas. El rosbif es una buena alternativa al jamón o al salami, por ejemplo.

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Pretzels -

Los pretzels no solo son ricos en sal, ¡sino que encima están cubiertos de ella! No son un tentempié especialmente nutritivo, por lo que harías bien en prescindir de ellos.

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Pepinillos -

Que no te engañe su tamaño: los pepinillos tienen un alto contenido en sal y, por desgracia, los grandes también. ¡Limita su consumo!

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Salsas -

Muchas salsas, como la barbacoa o la de soja, son especialmente ricas en sal. ¿Por qué no pruebas a prepararlas tú mismo?

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Perritos calientes -

Al igual que cualquier otra carne procesada, las salchichas de los perritos calientes también contienen mucha sal. La única alternativa saludable es evitar o restringir su consumo.

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Salsa de tomate -

Por desgracia, hay muchas salsas de tomate con una cantidad innecesaria de sal. Afortunadamente, también existen otras sin sal añadida.

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Pan -

Al igual que ocurre con la carne y el queso, cuanto más procesado sea el pan, más probable es que sea rico en sal. Evita el pan de molde en rodajas.

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Carne y pescado enlatados -

Aunque ahora ya no llevan tanta sal como antes, harías bien en comprobar el nivel de sal de las latas de carne y pescado.

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Ramen industrial -

Por muy cómodo que sea de preparar y consumir, el ramen industrial lleva un montón de saborizantes ricos en sal.

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Galletas -

La gente suele asociar las galletas y la bollería con el azúcar, pero lo cierto es que son productos que también llevan mucha sal.

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Macarrones con queso -

La salsa de queso suele ser excesivamente rica en sal, algo que puedes evitar preparando una casera y añadiéndole verduras frescas.

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Platos precocinados -

Aunque los platos precocinados siempre van a ser menos sanos que los caseros, si no te queda más alternativa que comprarlos, intenta hacerte con los que tengan menos sal.

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Alubias estofadas enlatadas -

El problema no son las alubias en sí, sino la salsa de tomate que llevan. No obstante, siempre suele haber opciones bajas en sal.

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Beicon -

Al igual que otras carnes procesadas, el beicon es rico en sal. Es fácil olvidar cuánta carne procesada consumimos, ¡de ahí que aparezcan tantos tipos en la lista!

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