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Unta el pan en mayonesa -

La mayoría de personas untan el lado exterior del pan con mantequilla, pero hacerlo con mayonesa hará que quede aún más dorado, crujiente y sabroso.

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Prueba diferentes quesos -

¡Es hora de jubilar las lonchas de queso! Si tu favorito es el cheddar, mézclalo con brie, Camembert, gouda ahumado o cualquier otra variedad que te guste.

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Añádele fruta -

¡La fruta y el queso son una combinación ganadora! Brie con manzana, queso de cabra con pera, queso azul con higos... ¡Delicioso!

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Sándwich a la plancha -

Dorar los sándwiches en la sartén está muy bien, ¡pero la plancha los lleva al siguiente nivel! Además, te ayuda a ahorrar mantequilla y le da un aspecto mucho más gourmet a las elaboraciones.

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Usa varios quesos -

¿Qué es mejor que un sándwich de queso? ¡Un sándwich de muchos quesos! Si tienes varios por casa, ¡atrévete a mezclarlos! El resultado será maravilloso.

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Ralla el queso en cuña -

Si sueles comprar queso en cuña, en lugar de cortarlo en rodajas, prueba a rallarlo para conseguir una mejor textura.

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Pon queso por ambos lados -

Poner queso rallado en la sartén y colocar el sándwich untado en mantequilla (o mayonesa) justo encima hará que se derrita y forme una capa crujiente y deliciosa sobre el propio pan.

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Tuesta el pan por ambos lados -

Para que el sándwich quede bien crujiente, tuesta el pan en la tostadora por ambos lados antes de montarlo y gratinarlo.

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Infusiona la mantequilla -

Antes de añadir el aceite o la mantequilla, prepara una infusión con ingredientes aromáticos como el ajo, el romero o el tomillo.

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Experimenta con el dulce -

¡Aunque parezca raro, un poco de mermelada, Nutella, chocolate negro o miel queda de maravilla! Esto se debe a que el azúcar realza el sabor del queso.

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Añade frutos secos -

¡Lleva tus sándwiches de queso al siguiente nivel con un toque crujiente! Por ejemplo, te animamos a que prepares uno con queso de cabra, pera y nueces. ¿A que se te hace la boca agua de tan solo leerlo?

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Escoge un buen pan -

¿Y si en lugar del mismo pan de molde de siempre optas por un buen brioche o una crujiente hogaza de masa madre? ¡Las opciones son infinitas!

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Dale un toque picante -

Opta por un queso picante o por añadirle unos jalapeños a tu próximo sándwich. ¡Hará que la experiencia sea mucho más interesante!

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Usa una segunda sartén -

Usa una segunda sartén para presionar el sándwich y hacer que el queso quede aún más fundido y el pan todavía más crujiente.

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Un buen sabor umami -

¡Pocos ingredientes realzan tanto el sabor del queso gratinado como el tomate seco! No obstante, si no te gusta demasiado, te recomendamos que lo combines con kimchi o alga nori.

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Añade cebolla caramelizada -

Caramelizar cebolla lleva su tiempo, pero la espera merece la pena. ¡Una combinación ganadora donde las haya!

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Sándwiches en miniatura -

Si quieres acompañar una deliciosa sopa de tomate con un buen sándwich de queso gratinado, prueba a cortarlo en cuadraditos y a usarlos como picatostes. ¡Te encantará y te mancharás mucho menos al comer!

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Un chorrito de aceite de trufa -

¡Nada queda más gourmet que un chorrito de aceite de trufa! Además, ayuda a potenciar el sabor del queso gratinado.

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Usa el horno para hacer varios sándwiches a la vez -

Si vas a preparar sándwiches para varias personas, ¡tira de horno! Quedarán crujientes y evitarás que se enfríen mientras cocinas.

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Añade mostaza -

Una fina capa de mostaza Dijon le da un toque inigualable a los sándwiches de queso gratinado. ¡Pruébalo!

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Dos en uno -

En lugar de hacerte un sándwich solo de queso, prueba a preparar dos platos reconfortantes en uno. ¿Qué tal te suena un sándwich de macarrones con queso, por ejemplo?

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Conviértelo en un desayuno -

Hazle un agujero al pan y échale un huevo en el medio. ¡Voilà! Ya tienes el desayuno hecho.

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Dale un toque de color -

Si tienes hijos, prepara un sándwich de queso con colorante alimentario. ¡Menuda fantasía!

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Haz rollitos de queso gratinado -

Prepara medio sándwich de queso con solo una rebanada de pan, enróllalo y gratínalo por todos lados. ¡El acompañamiento perfecto para la sopa de tomate!

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Un sándwich de dos pisos -

¿Alguna vez te han entrado ganas de comerte dos sándwiches de queso? Para ahorrar tiempo y esfuerzo, ¡prepara uno de dos pisos! Así también podrás ponerle más ingredientes.

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Usa la freidora de aire -

¿Sabías que también puedes preparar sándwiches de queso gratinado en la freidora de aire? ¡Salen igual de crujientes y son mucho más sanos!

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Córtalo en diagonal -

Es difícil de explicar, ¡pero los sándwiches de queso gratinado saben mejor si se cortan en diagonal!

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Bocaditos de queso gratinado -

Si tienes una fiesta a la vuelta de la esquina, compra pan de pita, rellénalo de queso y gratínalo como de costumbre. Después, córtalo en bocaditos y disfruta de los halagos de los invitados. ¡De nada!

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Queso gratinado a secas -

Los quesos como el halloumi tardan más en derretirse, de ahí que haya que hornearlos o gratinarlos para que queden bien crujientes por fuera y cremosos por dentro. Además, no hace falta que los acompañes con pan: ¡solos también están deliciosos!

Fuentes: (Bustle) (Something About Sandwiches) (Better Homes and Gardens)

Ver también: Las mejores recetas con pera que no sabías que necesitabas

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