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Frittata -

Suena tan impresionante como se ve, pero en realidad es muy fácil de preparar. Además, es fantástico para aprender a cascar huevos.

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Tortitas -

¿A qué niño no le gustan las tortitas? En el proceso aprenderán a mezclar, a batir, a derretir mantequilla y a trabajar con los hornillos.

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Puré de tomate -

Es la oportunidad perfecta para enseñarles a usar la batidora.

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Huevos revueltos esponjosos -

Muchos adultos no saben hacerlos bien, pero es todo un arte. También podéis preparar huevos fritos, duros o escalfados para mostrarles las diversas formas de cocinar esta fantástica fuente de proteína.

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Mousse -

Podéis preparar un postre saludable con aguacate, plátano y chocolate. Aprenderán a usar la batidora y descubrirán que los postres no tienen que estar repletos de azúcares añadidos para ser sabrosos.

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Nuggets de pollo especiados -

Sabrán mucho mejor que los del McDonald's y los niños puede aprender a usar un cuchillo de forma segura, a adobar la carne y a rebozarla.

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Macarrones con queso -

Enseña a tus pequeños a preparar este rápido y sabroso plato con un buen queso, que se pondrá crujiente en el horno.

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Gachas de avena con plátano y crema de cacahuete -

La combinación de crema de cacahuete y plátano es deliciosa y se puede usar en muchos desayunos y aperitivos. Así aprenderán a preparar un desayuno de campeones: sabroso, saludable y rico en fibra.

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Espagueti con salsa de tomate -

Este plato nunca pasará de moda. Enséñales cómo hacer una salsa de tomate y perejil para darle más sabor a la pasta y te adorarán aún más.

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Hojaldres de salchicha -

Puedes empezar con una masa de hojaldre ya preparada o hacerla tú mismo/a. Es un aperitivo rápido y a tus pequeños les encantará.

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Macedonia de frutas con los colores del arcoíris -

Cuanto antes se acostumbren los niños a comer fruta, mejor. Ingerirán diferentes vitaminas, minerales, antioxidantes y disfrutarán de diferentes sabores. Además, puedes ponerle un poco de nata montada o yogur.

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Galletas de crema de cacahuete -

Estas galletas están deliciosas y son muy nutritivas. Solo necesitas mantequilla de cacahuete, azúcar, huevos y vainilla. En cuanto salgan del horno, ponles una pizca de chocolate encima.

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Lasaña -

Este plato siempre es un éxito con los niños debido al proceso de montaje. Es como un proyecto de manualidades y les servirá para el resto de sus vidas.

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Patatas rellenas -

Siempre es buena idea enseñar a los niños que no solo las patatas fritas son divertidas y puedes escoger entre diferentes sabores.

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Polos caseros -

Es una opción mucho más divertida y saludable que las alternativas ultraprocesadas. Pueden personalizar los sabores y las frutas que deseen utilizar.

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Arroz frito -

Preparar arroz frito de forma adecuada es una habilidad muy infravalorada. Es un plato sencillo, versátil y alto en proteínas, carbohidratos y grasas saludables. Eso sí, prepara el arroz el día anterior.

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Ensalada de verduras al horno -

La magia de poner un puñado de verduras en rodajas en el horno y obtener un plato listo para comer nunca falla. Es una fantástica oportunidad para enseñar a los niños qué alimentos deben tomar con más frecuencia.

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Tacos -

Este plato es muy divertido y puede ser una buena primera opción para enseñar a los más pequeños a montar una comida rica.

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Torrijas sin azúcar -

Son más saludables que los cereales azucarados y también son fáciles de preparar.

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Pizza -

Enséñales a preparar una masa sencilla, explícales por qué hay que dejarla reposar y a trabajar con ella. Les será muy útil y ahorrarás mucho dinero. Además, ¿a quién no le gusta la pizza?

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Rollitos de primavera -

Les encantará jugar con el papel de arroz. Pueden poner las verduras dentro y aprender a valorar las salsas caseras. Te sugerimos empezar con una de crema de cacahuete.

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Revuelto -

Es fácil de preparar y puedes enseñarles a utilizar los hornillos de forma segura. No olvides que puedes modificar este plato para adaptarlo a cualquier dieta.

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Sloppy Joes -

Es un clásico sándwich de carne picada. Si quieres una opción más saludable, opta por carne de ternera o de pavo. Es fácil, pero puede servir para enseñarles a adobar y cocinar la carne.

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Pan de plátano - Evita el desperdicio de dinero y comida enseñándoles a utilizar los plátanos demasiado maduros. ¡Es muy fácil de preparar!

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Noodles con pollo -

Un día podrían agarrar un resfriado y tener que cuidarse. La sopa de gallina siempre es una buena opción, pero los noodles de pollo no tienen nada que envidiarle y son también muy fáciles de preparar. Enséñales a usar una base de zanahorias, apio y cebolla para hacer un consomé y ponle la proteína que prefieras.

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Barritas de granola caseras -

Las alternativas ultraprocesadas tienen demasiado azúcar, así que es genial saber hacerlas en casa, y cuestan la mitad. Los niños pueden llevarlas al colegio y presumir ante sus amigos.

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Quesadillas -

Sencillo, rápido y una forma fantástica de comer verduras. Enséñales también a preparar guacamole.

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Albóndigas -

Pueden comerlas con espagueti o hacerse un sándwich. Es un plato divertido y, si sois vegetarianos, puedes prepararlas con alubias, quinoa, etc.

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Ensalada César -

Es difícil conseguir que los niños disfruten de las ensaladas, pero las César son una buena forma de empezar. Puedes aliñarla con una salsa de yogur griego sin grasa y hacer tus propios picatostes.

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