¿Por qué estamos programados para estresarnos según nos despertamos?
Las personas que padecen TOC experimentan pensamientos, ideas u obsesiones recurrentes y no deseadas que les impulsan a hacer algo de forma repetitiva.
Las obsesiones son pensamientos, deseos o impulsos persistentes que intentan reprimir, a menudo, sin éxito. Las compulsiones son comportamientos o pensamientos repetitivos que las personas con TOC se sienten obligadas a realizar. Si no los llevan a cabo, pueden experimentar sentimientos abrumadores de ansiedad y miedo.
El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) calcula que el 1,2% de los adultos estadounidenses padecen TOC.
Es muy probable que conozcas a alguien con TOC. Las personas con TOC a menudo se avergüenzan de sus pensamientos y comportamientos obsesivos, y pueden esforzarse por ocultar su comportamiento compulsivo.
Algunas personas parecen pensar que el TOC es un rasgo de la personalidad, como ser un maniático de la limpieza o un adicto a la organización.
En ocasiones, se trata el TOC como una característica graciosa cuando, en realidad, no tiene nada de gracioso. En realidad, es una angustia para la persona afectada.
Las personas con TOC pueden tener pensamientos compulsivos, pero no pierden el contacto con la realidad, a diferencia de las personas con esquizofrenia.
El TOC se caracteriza por obsesiones y compulsiones, pero la forma en que se manifiestan los síntomas varía de una persona a otra. Si padeces TOC, es posible que también padezcas un trastorno de tics y experimentes movimientos motores repetidos, como parpadeo o tics faciales.
Las personas con TOC tienen obsesiones muy diversas. Algunas tienen aversión a los gérmenes y los fluidos corporales, por lo que pueden sentirse obligadas a lavarse las manos o bañarse en exceso.
Otros viven con miedo de perder el control, hacer daño a otras personas o contraer una enfermedad. Y algunas obsesiones están relacionadas con el perfeccionismo.
Las personas con TOC se sienten obligadas a repetir ciertos pensamientos o comportamientos para contrarrestar sus obsesiones, como lavarse las manos con frecuencia.
Algunas personas desarrollan rituales que consisten en golpear repetidamente los dedos, repetir tareas de tres en tres y comprobar las cosas varias veces.
Según el NIMH, el TOC se diagnostica en la mayoría de las personas a los 19 años, y suele aparecer antes en los chicos que en las chicas.
Aunque el TOC también puede afectar a niños muy pequeños, hay que tener cuidado y no sacar conclusiones precipitadas. Los niños pueden tener muchos comportamientos rituales y rutinas que no significan necesariamente que tengan TOC.
En un estudio de 2012, los investigadores identificaron tres acontecimientos traumáticos que se asociaban con un brote de síntomas de TOC, especialmente en las mujeres.
Esos acontecimientos traumáticos incluyen: hospitalización de un familiar, enfermedad física personal grave y pérdida de un objeto de valor personal. Sin embargo, los acontecimientos vitales menos graves también pueden provocar brotes.
Las personas con TOC saben mantener su enfermedad en secreto. De hecho, la Fundación Internacional del TOC afirma que pueden pasar entre 14 y 17 años desde la aparición de los síntomas hasta que las personas con TOC reciben el tratamiento adecuado.
Las personas con TOC suelen sentirse avergonzadas por lo que hacen, por lo que tienden a ocultar sus síntomas a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Aunque los científicos no saben con seguridad por qué algunas personas desarrollan TOC, creen que es probable que los genes tengan algo que ver.
Aunque no se ha identificado un único gen, los investigadores saben que existe un vínculo genético gracias a estudios realizados en gemelos, que demostraron que cuando un gemelo padece TOC, el otro tiene más probabilidades de desarrollar la enfermedad.
El TOC puede presentarse junto con ansiedad, depresión y trastorno dismórfico corporal, un trastorno en el que una persona cree erróneamente que una parte de su cuerpo es anormal.
Según el NIMH, aproximadamente dos tercios de las personas con TOC tendrán al menos un episodio de depresión importante.
Suena contradictorio, pero decirle a alguien con TOC que sus miedos no se harán realidad es exactamente lo que no debes hacer.
En el TOC, la búsqueda de seguridad puede considerarse un tipo de compulsión. Cuando uno se involucra en una compulsión, refuerza la idea de que necesita actuar según esa compulsión para sentirse mejor. Por lo tanto, al tranquilizar, en realidad se alimenta el TOC.
Con buenos mecanismos de afrontamiento y tratamientos, las personas pueden llevar vidas muy productivas y felices.
Algunas personas con TOC pueden curarse completamente después del tratamiento. Otras pueden seguir padeciendo TOC, pero pueden disfrutar de un alivio significativo de sus síntomas.
El TOC es como cualquier otro diagnóstico físico o mental. No se le puede decir a alguien que lo supere.
Si alguien te habla en confianza de su TOC, no lo cuestiones; simplemente escucha.
Los profesionales sanitarios pueden recomendar la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a las personas a cambiar su forma de pensar y de reaccionar ante situaciones estresantes.
Los profesionales sanitarios también pueden recetar medicamentos antidepresivos o una combinación de tratamientos.
Fuentes: (Verywell Mind) (Health.com) (National Institute of Mental Health)
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Curiosidades sobre el TOC que deberías conocer
Descubre qué es en realidad
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) dista mucho de ser lo que la mayoría de la gente cree. Está caracterizado por pensamientos y compulsiones obsesivas y abrumadoras y su diagnóstico puede llevar años, si es que se diagnostica correctamente. Más allá de las representaciones de la cultura popular de alguien que evita dar la mano a otra persona, llama a la puerta un determinado número de veces o tiene "fobia a los gérmenes" en general, el TOC es un trastorno que puede manifestarse de docenas de formas y que a menudo tiene graves consecuencias en la vida y el bienestar de quien lo padece.
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