▲Las navidades hacen que las familias se reúnan y consuman cantidades ingentes de comida. Para muchos, sin embargo, no son la experiencia idealizada que solemos ver en las comedias de Hollywood. En lugar de revivir viejos recuerdos y ponerse al día con los primos, hay quienes acaban enzarzados en acalorados debates políticos, discutiendo o siendo sometidos a un tercer grado de lo más incómodo. Si tus navidades suelen parecerse más a esto, no estás solo: aquí te dejamos varios consejos para ayudarte a lidiar con estas situaciones. ¡Adelante!

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Si entras por la puerta con mala cara, la situación se pondrá tensa de inmediato. Intenta sonreír y mantener una actitud amable.

▲En lugar de pensar en una respuesta ingeniosa a una pregunta rara o a un comentario ofensivo, simplemente ríete. De esa forma la otra persona no se pondrá tensa y tú no tendrás que perder tiempo contestando.

▲En todas las familias hay alguien a quien se le da mal respetar los límites de los demás. Si esa persona siempre te arrincona para sonsacarte información sobre tu vida personal o hablarte de otros temas incómodos, explícale cómo te hace sentir su actitud y dile que este año te gustaría saltarte el interrogatorio.

▲Hay temas delicados que siempre salen a la luz. Intenta adelantarte a los demás diciéndoles que preferirías no hablar de ciertas cosas durante la cena para que así ni se molesten en sacarlas a relucir. Si no te sientes con fuerzas para hacerlo, pídeselo a algún familiar en el que confíes.

▲Si no tienes la oportunidad de prepararte con antelación, corta el asunto de raíz. Pon límites para que los demás sepan cuándo parar.

▲Algunos familiares pueden no ser conscientes de que están siendo ofensivos y otros puede que se entretengan intentando sacarte de quicio. Ten la armadura emocional lista y simplemente deja que los insultos te resbalen.

▲Cuando llegues a la casa del anfitrión, intenta distraerte con algo: la mascota de la familia, tus sobrinos pequeños, la nueva decoración o cualquier otra cosa que te ayude a redirigir tu atención cuando alguien saque a relucir un tema problemático.

▲Intenta evitar los temas peliagudos (política, noticias internacionales, problemas familiares, etc.). Si alguien decide sacarlos a relucir de todas formas, no muerdas el anzuelo. Habla de otra cosa o simplemente di que preferirías no tratar ese asunto en particular.

▲Haz una lista de todo lo que haya ocurrido en el pasado y que puedas evitar este año (en la medida de lo posible). Ir preparado te ayudará a sentir que tienes la situación bajo control.

▲Si tienes una tía que siempre se queja de la comida, invítale a que traiga algo que le guste. Si los primos adolescentes siempre están aburridos, pídeles que jueguen con los más pequeños o que se encarguen de un plato en concreto. Delegar en el resto de familiares ayuda a que estos se sientan importantes y a que contribuyan al espíritu navideño en lugar de acabar con él.

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Un aliado puede hacer que cualquier situación sea más llevadera. Probablemente no eres el único al que le cuesta lidiar con las rencillas familiares, así que harías bien en apoyarte en quienes compartan tu visión. Tener a alguien con quien desahogar puede hacer que la experiencia sea mucho mejor.

▲Si eres afortunado y solo tienes un familiar problemático, haz todo lo posible para no quedarte a solas con él. Hablar en grupos probablemente hará que la situación vaya mucho mejor.

▲Aunque resulte difícil, intenta no beber. El alcohol puede hacer más mal que bien, ya que invita a las personas a pasarse de la raya o a compadecerse de sí mismas. Unas navidades sobrias pueden parecer menos animadas, pero sin duda serán más tranquilas.

▲Aunque los niños rara vez son motivo de discusión, los berrinches pueden contribuir al ruido y el estrés general. Entretenlos con juegos que los mantengan ocupados para que así no se aburran después de comer.

▲Este debería ser tu mantra. Si eres la oveja negra de la familia o tienes un pariente especialmente testarudo, aceptar que no siempre es posible estar de acuerdo hará que la situación sea más llevadera.

▲Si alguien trae acompañante, intenta hacerle preguntas agradables para que se sienta bienvenido y poder conocerle mejor. Eso sí, intenta no convertirte en el familiar intrusivo del que tú mismo intentas huir.

▲En lugar de hacer preguntas espinosas que puedan molestar (p. ej. si un familiar ya tiene fecha de boda o ha pensado en tener hijos), haz otras como "¿A qué te dedicas actualmente?". De esa forma la otra persona tendrá la oportunidad de controlar la información que comparte.

▲Si te ves envuelto en una discusión, recuerda que no estás ahí para ganar. Es probable que no consigas que ese familiar testarudo o con unas copas de más encima cambie de parecer, por lo que no merece la pena que te rajes las vestiduras.

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Cuando el ruido o la gente te sobrecojan, discúlpate y sal fuera o ve a un cuarto en el que puedas estar solo. Respira hondo, despeja la mente y recomponte.

▲Si las cosas se ponen feas, ten un plan de salida. Invéntate una excusa como decir que no te encuentras muy bien de antemano o que tienes que ir a buscar a un amigo para poder recurrir a ella más adelante.

▲Ponte un objetivo, como no decir nada cuando alguien se coma la última porción de tu plato preferido o esperar pacientemente a que todos tus familiares acaben de contar qué tal les ha ido este año. Ve con buenas intenciones y pon todo de tu parte para mejorar la situación.

▲¡Prueba a hacer algo diferente! Si la tensión se palpa en el ambiente cada vez que os juntáis, anima a tu familia a hacer un voluntariado en algún sitio. Esto hará que os sintáis más unidos y que todo el mundo tenga un cometido.

▲Cuanto más tiempo permanezcas en una situación estresante, más dura se volverá. Si este año tú eres el anfitrión, escoge una hora más tardía y pídele a todo el mundo que llegue una hora antes para minimizar el tiempo que paséis juntos.

▲Si no tienes la oportunidad de escoger la hora, limita tu propio tiempo. Invéntate una excusa para justificar por qué solo puedes ir más tarde (a poder ser una que sea creíble para que el anfitrión no sospeche). Nadie puede quejarse si estás haciendo voluntariado, ¿a que no?

▲Si te sientes pesado o hinchado te volverás más irritable, por lo que harías bien en no empacharte para no sumar al estrés que ya puedas estar sintiendo.

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Psychology Today aconseja no participar en las reuniones familiares si se corre un riesgo tanto físico como emocional. Tener lazos de sangre no significa que haya que pasar por una situación dolorosa. Discúlpate por no poder ir y quédate en casa.

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Cómo sobrevivir a las navidades en familia

No te preocupes: no estás solo

24/12/24 por StarsInsider

ESTILO DE VIDA Navidad

Las navidades hacen que las familias se reúnan y consuman cantidades ingentes de comida. Para muchos, sin embargo, no son la experiencia idealizada que solemos ver en las comedias de Hollywood. En lugar de revivir viejos recuerdos y ponerse al día con los primos, hay quienes acaban enzarzados en acalorados debates políticos, discutiendo o siendo sometidos a un tercer grado de lo más incómodo. Si tus navidades suelen parecerse más a esto, no estás solo: aquí te dejamos varios consejos para ayudarte a lidiar con estas situaciones. ¡Adelante!