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Las auras son los campos de energía que nos rodean. Emiten varios colores y formas que reflejan nuestro estado de humor y situación personal. Las religiones llevan muchos años haciendo referencia a las auras, los halos y los cuerpos luminosos. Sin embargo, aún nos queda mucho por saber al respecto. Si quieres ahondar en el tema, has venido al sitio adecuado. ¡Adelante!
Un aura es un campo de energía espiritual que rodea a un ser. Aunque el concepto se suele asociar con los humanos, se cree que todos los seres vivos tienen auras.
Así es. Las auras se componen de vibraciones, lo que apunta a una conexión directa entre la energía de la persona y su aura.
En primer lugar, las auras no pueden apreciarse a simple vista. Las personas llevan mucho tiempo queriendo observarlas y documentarlas y hoy en día existen varios métodos para captarlas, como la fotografía.
Piensa en un campo electromagnético dividido en capas que rodea a una persona. A estas capas a menudo se las denomina cuerpos o planos.
A continuación, analizaremos las siete capas del aura. Visualízalas rodeando tu cuerpo, el cual actúa como foco.
El plano físico es la primera capa del aura y la más próxima a la piel. Representa la salud corporal.
Este plano representa las emociones. Su color varía en función de tus sentimientos y estado de ánimo. Más adelante ahondaremos en qué significa cada uno.
La tercera capa del aura se vincula con los pensamientos, la lógica y el razonamiento.
Este plano hace referencia a tu bienestar espiritual, el cual abarca tu capacidad para amar y conectar con los demás.
Quienes tienen habilidades psíquicas pueden tener un plano etérico más claro. Esto hace que les resulte más fácil conectar con otras personas.
El siguiente plano se asocia con los sueños y la intuición. Las personas creativas suelen tener un plano celestial más perceptible.
El último plano del aura se ve influenciado por todos los demás. Básicamente, emite un reflejo del equilibrio de los otros seis.
El color del aura está asociado con los siete chakras: raíz, sacral, plexo solar, corazón, garganta, tercer ojo y corona. Estos puntos energéticos se encuentran repartidos por el cuerpo.
Esto significa que la presencia o la ausencia de ciertos colores en tu aura será un reflejo del estado de tus chakras. Veamos qué significan.
El chakra raíz se sitúa en la base de la columna vertebral y sirve como pilar. Resuena con el color rojo, por lo que si este está presente en tu aura, significa que dispones de una base estable para manifestar ciertos aspectos de tu vida, como el trabajo, el hogar, el poder y el sexo.
El chakra sacral, el cual se sitúa en la parte inferior del abdomen, emana un tono naranja y posee una energía sexual y creativa. Este color hace referencia a tu naturaleza realista e independiente.
El chakra del plexo solar se ubica por encima del ombligo y se asocia con el amarillo. Una aura de este color apunta a una personalidad curiosa y optimista, lo que refleja tu forma de relacionarte con el mundo.
Los colores del chakra corazón representan el amor. Si tu aura los refleja, significa que eres una persona amable, compasiva y cariñosa.
El chakra garganta simboliza la expresión y la comunicación y se asocia con el azul. Tener una aura de este color indica empatía y una fuerte intuición.
El siguiente se relaciona con el chakra del tercer ojo, el cual se encuentra en la frente. Una aura violeta o púrpura está estrechamente asociada con la habilidad psíquica, por lo que si la tuya es de este color, lo más probable es que goces de una fuerte intuición.
El chakra corona, ubicado en la parte superior de la cabeza, se representa con el color blanco. Este es el chakra que nos permite conectar con el universo. Las auras blancas no son muy comunes e indican una profunda conciencia espiritual.
Una aura de color negro suele ser indicativa de un bloqueo de los chakras, lo que se traduce en un estancamiento del flujo energético debido a una abundancia de emociones y pensamientos negativos.
Efectivamente. Las personas emiten energías diferentes que se ven afectadas por su estado emocional y sus situaciones personales. Por lo tanto, el aura se va adaptando.
Las auras se componen de energía, algo que todos los seres vivos emiten de forma natural. No podemos controlar o manipular esta energía a nuestro antojo, ya que no es algo que se regule con un interruptor.
Si tu aura no es muy brillante, no te preocupes: irá volviéndose más clara a medida que las cosas mejoren. Aun así, hay varios pasos que puedes dar para acelerar el proceso.
Las palabras positivas pueden tener un efecto beneficioso en la vida de las personas, ya que ayudan a crear un ambiente más equilibrado y lleno energía.
Meditar tiene muchas ventajas. Una de ellas es mejorar el aura. En cuanto empieces a practicar la meditación, verás cómo esta se va transformando poco a poco en un campo energético más vibrante.
Muchas personas recurren a esta poderosa técnica que consiste en imaginarse inhalando energía positiva y exhalando energía negativa para mejorar su bienestar.
Quemar salvia es un método tradicional que lleva usándose durante siglos para purificar la energía negativa y limpiar el aura.
Los cristales poseen grandes capacidades curativas que haríamos bien en no subestimar. Su potencial transformador está bien documentado.
Fuentes: (MindBodyGreen) (Healthline)
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Las auras son los campos de energía que nos rodean. Emiten varios colores y formas que reflejan nuestro estado de humor y situación personal. Las religiones llevan muchos años haciendo referencia a las auras, los halos y los cuerpos luminosos. Sin embargo, aún nos queda mucho por saber al respecto. Si quieres ahondar en el tema, has venido al sitio adecuado. ¡Adelante!