The terrestrial impact of the Three Gorges Dam
En el marco de un asesinato, un "trofeo" es un objeto que el asesino arrebata a la víctima como "recuerdo" del crimen. El FBI diferencia la definición de estas dos palabras, clasificando un recuerdo como algo que alimenta la fantasía del asesino, mientras que un trofeo es una prueba de su habilidad. Sea como fuere, el resultado es el mismo: el asesino utiliza estos objetos para revivir la emoción del crimen y sentirse poderoso de nuevo.
Muchos de los asesinos en serie más famosos de la historia tomaron objetos de sus víctimas, ya fuera para atesorarlos como recuerdo o para reutilizarlos con alguna otra función espeluznante. Cada mente enferma inventa su propio razonamiento para atesorar estos objetos, pero se trata de un hábito casi universal entre los asesinos en serie.
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Ed Gein fue un atroz asesino en serie activo en Estados Unidos en los años 50. En un principio, lo detuvieron por robar cuerpos de las tumbas, pero más tarde confesó haber asesinado a dos mujeres. Aunque el número de muertes asociadas a Gein es bajo, el horror de sus acciones inspiró algunos de los personajes más escalofriantes de la historia del cine.
Gein era conocido por utilizar la piel de sus víctimas para confeccionar diversos objetos, como máscaras, corsés y pantallas de lámparas. Su casa del terror (foto) asustó a la policía de un pequeño pueblo de Wisconsin. Gein inspiró personajes como Leatherface en la franquicia "The Texas Chainsaw Massacre", Norman Bates en "Psicosis" (1960) y Buffalo Bill en "Silence of the Lambs" (1990).
Su manía fue en aumento y llegó a tener un congelador lleno de trozos de cuerpos descuartizados. Cuando finalmente fue detenido, los primeros en llegar al lugar abrieron el frigorífico y encontraron una cabeza de hombre recién cortada en el estante inferior.
Dennis Rader era conocido como el "Asesino BTK", nombre que él mismo se puso en las provocadoras cartas que envió a la policía y a los medios de comunicación durante las dos décadas que duró su matanza. BTK son las siglas en inglés de "atar, torturar, matar", su modus operandi.
Rader mató a 10 personas entre 1971 y 1994, pero no fue detenido hasta 2005. El motivo fue, en parte, que guardaba recuerdos de sus crímenes, como carnés de conducir de las víctimas y fotos de sus cuerpos.
Ted Bundy fue uno de los asesinos en serie más prolíficos de la historia de Estados Unidos. El encanto y la inteligencia que empleaba para atraer a sus víctimas hacía que sus crímenes fueran aún más perturbadores. Se cree que asesinó brutalmente al menos a 36 mujeres.
Bundy dijo a la policía que decapitó a 14 de sus víctimas y se quedó sus cabezas para jugar con ellas, incluso peinándolas y maquillándolas. "Si tienes tiempo, pueden ser lo que tú quieras que sean", dijo supuestamente a los detectives.
John Wayne Gacy, el terrorífico payaso asesino, mató y agredió sexualmente al menos a 33 jóvenes de ambos sexos durante su reinado de terror. Cuando la policía lo relacionó con la desaparición de un colegial y registró su casa, encontró recuerdos que había tomado de otras muchas víctimas.
Uno de los objetos personales que encontraron fue un anillo de graduación que pertenecía a otro chico del instituto que había desaparecido poco después de graduarse. Este descubrimiento empezaría a relacionar a Gacy con otras desapariciones y, con el tiempo, se reveló la terrible magnitud de sus crímenes.
Nilsen guardaba partes del cuerpo y órganos de sus víctimas, lo que finalmente condujo a su detención. El desagüe de su vecino se atascó con lo que resultó ser carne humana que había intentado tirar por el retrete y se quedó atascada en las tuberías. La policía encontró bolsas con restos humanos cuando registró su apartamento.
Alex Mengel fue detenido por primera vez como sospechoso del asesinato de un policía en 1985. Disparó a un agente de policía en un control de tráfico aleatorio y fue detenido después de una persecución automovilística. Las autoridades encontraron varios objetos extraños en su auto, entre ellos lo que parecía ser una peluca.
El auto que conducía pertenecía en realidad a una mujer que había desaparecido recientemente, y la peluca era en realidad su cuero cabelludo y su cabello. Mengel se la había llevado después de matarla y parecía estar planeando hacerse pasar por ella.
Cuando la policía registró su casa, encontró material de acampada que había robado a sus víctimas. Lo describieron como una "cueva de Aladino" llena de sacos de dormir, tiendas de campaña y ropa.
Kemper concluyó su matanza asesinando y decapitando a su madre, que, según los psicólogos, siempre fue el punto de mira de sus impulsos asesinos. Conservó su cabeza y la utilizó como diana antes de entregarse a la policía.
Joel Rifkin fue un asesino en serie activo en Long Island a principios de los 90. Fue condenado por matar a nueve mujeres, pero se cree que en realidad acabó con un total de 17 vidas. Fue detenido en 1993 cuando la policía le paró por conducir sin matrícula y encontró un cuerpo en su auto.
Rifkin confesó sus crímenes y condujo a la policía a su casa, donde encontraron un botín de recuerdos. Entre los objetos que guardaba había ropa interior, carnés de conducir, joyas y un carné de biblioteca que pertenecían a sus víctimas.
Cuando lo detuvieron en 1996, la policía encontró en su poder más de 100 objetos pertenecientes a las víctimas. Al parecer, se había llevado la ropa interior de todas las mujeres que había matado.
Haigh tuvo cuidado de no guardar muchos recuerdos que pudieran conducir a su detención. Sin embargo, rompió su propia regla tras matar a una pareja adinerada llamada Archibald y Rose Henderson. Vendió la mayoría de sus posesiones, pero decidió quedarse con su perro.
John Christie fue otro asesino en serie inglés responsable de al menos ocho muertes. Fue apodado "El estrangulador de Rillington Place", ya que siempre estrangulaba a sus víctimas en el apartamento que poseía en ese lugar.
En lugar de guardar objetos personales o partes concretas del cuerpo, Christie almacenaba cuerpos enteros en su apartamento. Esto condujo a su detención después de que subarrendara su casa a unos inquilinos que encontraron tres cuerpos escondidos en un escondite secreto de la cocina.
David Parker Ray, también conocido como el "asesino de la caja de juguetes", puede haber sido uno de los asesinos en serie más prolíficos de la historia, aunque nunca se encontró ningún cuerpo. Ray secuestraba y abusaba sexualmente de mujeres durante largos periodos antes de drogarlas para borrar sus recuerdos y liberarlas. Sin embargo, sus cómplices afirman que mató a muchas de las mujeres y la policía sospecha que el número de víctimas podría ascender a 60.
Ray murió de un ataque al corazón en 2002, sin haber sido nunca condenado por asesinato. El FBI publicó en su sitio web una larga lista de fotografías de objetos que creían que había sustraído a sus víctimas con la esperanza de que alguien pudiera identificarlos. Los objetos incluyen ropa interior, joyas e incluso ropa de niños.
Fuentes: (Oxygen) (Ranker) (Listverse)
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Los espeluznantes trofeos de los asesinos en serie más famosos
Descubre qué horrorosos recuerdos guardaron estos asesinos
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En el marco de un asesinato, un "trofeo" es un objeto que el asesino arrebata a la víctima como "recuerdo" del crimen. El FBI diferencia la definición de estas dos palabras, clasificando un recuerdo como algo que alimenta la fantasía del asesino, mientras que un trofeo es una prueba de su habilidad. Sea como fuere, el resultado es el mismo: el asesino utiliza estos objetos para revivir la emoción del crimen y sentirse poderoso de nuevo.
Muchos de los asesinos en serie más famosos de la historia tomaron objetos de sus víctimas, ya fuera para atesorarlos como recuerdo o para reutilizarlos con alguna otra función espeluznante. Cada mente enferma inventa su propio razonamiento para atesorar estos objetos, pero se trata de un hábito casi universal entre los asesinos en serie.
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