Estos propósitos son asumibles, divertidos y buenos para ti
La guerra de Troya es uno de los acontecimientos más relevantes de la mitología griega. ¿Pero ocurrió de verdad? Este conflicto se narra en múltiples obras de la época, sobre todo en la Ilíada de Homero, un poema épico que describe los momentos más significativos de las últimas semanas del asedio. En la imagen se observa una de las batallas mencionadas en la Ilíada.
La Odisea, cuya autoría también se atribuye a Homero, cuenta las peripecias de Odiseo, el rey de Ítaca, en su regreso de la guerra de Troya. La Ilíada y la Odisea se escribieron unos 400 años después de que el supuesto conflicto tuviese lugar. Para la mayoría de griegos de la época, sin embargo, la guerra de Troya era mucho más que un mito. Ellos la veían como un momento decisivo que marcó a sus antepasados.
Durante décadas no pareció haber consenso entre los expertos acerca de la veracidad del conflicto. Sin embargo, tras muchos estudios científicos y literarios, se llegó a la conclusión de que las ruinas de Hisarlik (en lo que hoy en día es Turquía) pertenecían a lo que había sido Troya, el escenario del famoso asedio.
Troya se destruyó y reconstruyó en numerosas ocasiones durante sus 4000 años de ocupación. Durante las excavaciones se encontraron nueve capas arqueológicas, cada una perteneciente a una ciudad construida sobre las ruinas de la anterior.
Las ruinas que se corresponden con el periodo de la guerra de Troya se conocen como Troya VI y representan un lapso de tiempo que va del 1750 a.C. al 1300 a.C., por lo que se remontan a mediados de la Edad del Bronce. Es muy probable que Troya VI sea la ciudad de que la Homero hablaba en la Ilíada cuando esta se encontraba en su cenit. Hoy en día la ubicación está considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Una secuencia de acontecimientos sin aparente relación dieron lugar al conflicto, que empezó tras una disputa entre las diosas Hera, Atenea y Afrodita. Eris, la diosa de la discordia, no estaba invitada a la boda de Peleo y Tetis, pero decidió presentarse igual. Cuando le volvieron a negar la entrada, montó en cólera y lanzó una manzana dorada a las otras diosas que decía ser "para la más bella".
Hera, Atenea y Afrodita (aquí representadas en un mosaico romano del siglo II) reclamaron la fruta.
En lo que más tarde pasó a conocerse como el juicio de Paris, las tres deidades acordaron que Paris de Troya sería el encargado de escoger a la más hermosa. La ganadora de la disputa fue Afrodita. La escena aparece recreada en este fresco descubierto en Pompeya y hoy en día expuesto en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (Italia).
Como muestra de agradecimiento, Afrodita recompensó a Paris con Helena, la esposa de Menelao, el rey de Esparta.
Humillado, Menelao apeló a Agamenón, su hermano y rey de Micenas, para acometer la empresa de traer de vuelta a Helena. También urgió a otros reyes y princesas de Grecia a unirse a su causa y declararle la guerra a Troya.
El poderoso Agamenón y su hermano Menelao emprendieron la marcha hacia Troya acompañados de los héroes griegos Aquiles, Odiseo, Néstor y Áyax. La impresionante máscara de Agamenón (en la imagen), una máscara funeraria de oro descubierta en la antigua ciudad griega de Micenas, se asocia con la leyenda de Troya, aunque los arqueólogos creen que este deslumbrante objeto se fabricó unos 300-400 años antes del conflicto.
El mayor de todos los guerreros griegos, Aquiles, era temido y respetado a partes iguales. Según la leyenda, todo su cuerpo era invulnerable a excepción de uno de sus talones. En la imagen se aprecia una representación del guerrero en una ánfora del 445-440 a.C. de la ciudad etrusca de Vulci.
En respuesta a la llamada de Agamenón, una flota de más de mil barcos de todo el mundo helénico cruzó el mar Egeo con el objetivo de asediar Troya.
La petición de Agamenón era simple: Príamo, el rey de Troya, debía devolver a Helena. Este se negó, lo que dio comienzo al asedio.
A la cabeza de los troyanos y sus aliados se encontraba Héctor, el primogénito de Príamo y Hécuba. Su destreza militar hizo que se ganase la admiración tanto de los suyos como de los enemigos.
Durante uno de los enfrentamientos, Héctor asesinó a Patroclo, el primo pequeño de Aquiles. Cegado por la cólera, el guerrero griego juró vengarse.
Tras 10 años de guerra, los griegos urdieron un plan audaz. Decidieron retirarse en masa, pero no sin antes plantar un enorme caballo de madera ante las puertas de la ciudad. Los troyanos lo aceptaron como un trofeo, sin saber que en su interior se encontraban cerca de 30 grandes guerreros aqueos entre los que estaba Odiseo.
Por la noche, los soldados salieron del caballo y abrieron las puertas al resto del ejército griego, que había vuelto al amparo de oscuridad.
Con el camino despejado, los griegos masacraron la ciudad, llegando a matar a la mayoría de sus ciudadanos mientras dormían.
La carnicería se alargó hasta el día siguiente. Príamo, el monarca de Troya, murió a manos de Neoptólemo, el hijo de Aquiles.
A pesar de la victoria de los griegos, el aparentemente invencible Aquiles murió al recibir un flechazo de Paris en el talón, la única parte de su cuerpo que no había quedado sumergida en las aguas protectoras del río Estigia cuando su madre, Tetis, lo bañó de bebé.
Aquiles sucumbió al ataque de Paris. Se dice que fue el propio dios Apolo el que guio la flecha hasta esta zona tan vulnerable de su cuerpo. En la imagen se aprecia una estatua de Paris del 500 a.C. que forma parte del frontón del templo de Afaya, situado en la isla de Egina.
Tras la muerte de Paris (asesinado por el héroe aqueo Filoctetes), Helena regresó a Esparta con Menelao, donde ambos disfrutaron de una armoniosa vida matrimonial.
El caballo de Troya no aparece en la Ilíada de Homero. De hecho, el poema acaba antes de que la guerra llegue a su fin y solo se lo menciona brevemente en la Odisea.
Tanto si ocurrió de verdad como si no, la guerra de Troya sigue siendo una historia fascinante. Hoy en día, el famoso caballo se utiliza como metáfora para un regalo envenenado. También hace referencia al programa maligno que se descarga en una computadora aparentando ser un programa legítimo.
Por su parte, la expresión "tener un talón de Aquiles" se utiliza para referirse al punto débil de una persona.
Fuentes: (Britannica) (BBC) (World History Encyclopedia) (The Metropolitan Museum of Art) (Ancient Literature) (British Museum)
No te pierdas: ¿Cómo se vivía el amor en la Antigua Grecia?
Algunas fuentes dicen que Paris raptó a Helena, pero otras aseguran que ambos huyeron juntos. Sea como fuere, el hecho de que Helena abandonase al rey Menelao solo avivó aún más las llamas del conflicto.
En uno de los encuentros más célebres de la guerra de Troya, Aquiles retó a Héctor a un duelo frente a las puertas de Troya. El hijo de Príamo, incapaz de igualar la fuerza y agilidad del guerrero griego, fue brutalmente asesinado.
Aquiles, en un último gesto despiadado de venganza, ató el cuerpo sin vida de Héctor a una cuadriga y lo arrastró por el campamento de los aqueos.
La verdad detrás de la guerra de Troya: ¿mito o realidad?
Lo que no sabías sobre este supuesto antiguo conflicto
ESTILO DE VIDA Historia
Más de 3000 años después de que supuestamente tuviese lugar, sigue habiendo muchas dudas acerca de si la guerra de Troya ocurrió de verdad. Según la mitología griega, este conflicto de la Edad del Bronce enfrentó a los reinos de Troya y la Grecia micénica. Se supone que en él participaron héroes legendarios como Héctor, Aquiles y la mujer más hermosa del mundo: Helena. ¿Y qué hay del caballo de Troya? ¿Entraña algo de verdad este famoso mito? ¡Descúbrelo aquí!