Desde la ropa hasta la tecnología
Ha surgido una nueva tendencia religiosa en los últimos años: la adoración de ciertos "santos" que no tienen nada que ver con los tradicionales.
Uno de los más famosos es la Santa Muerte, que tiene bastantes seguidores en México.
Si estás familiarizado con la Santa Patrona de México, la Virgen de Guadalupe, verás la similitud. No obstante, también verás el parecido con la muerte.
Aunque la Santa Muerte ocupa un lugar especial en el corazón de los traficantes de drogas, esta santa también es muy popular entre la gente de a pie, incluso entre los que respetan la ley.
Se estima que hay hasta millones de devotos en México y ahora también muchos en los EE.UU.
Podemos decir que es una de las santas más importantes en los cárteles. Robert Almonte, un consultor de seguridad que vive en Texas y exjefe adjunto del Departamento de Policía de El Paso opinó sobre el tema.
"Los narcos y los gánsteres creen en el poder del rezo", dijo Almonte. "Creen que los santos los protegerán independientemente de sus acciones y eso es peligroso porque hace que los traficantes se envalentonen porque de verdad creen que pueden salirse con la suya aunque comentan asesinato e ir al cielo igual".
Estos "santos" no están canonizados y, de hecho, la Iglesia Católica condena su veneración, describiéndolos como "blasfemia y satánicos".
"La cultura tiene por objetivo el desarrollo de la persona, su potencial, sus cualidades y la expresión de su espíritu. El culto de la Santa Muerte es destructivo. Busca la muerte", dijo el padre Hugo Valdemar, director de comunicaciones de la Archidiócesis de Ciudad de México.
El propio papa ha tratado este tema: "Estoy particularmente preocupado por aquellas muchas personas que, seducidas por el poder vacío del mundo, alaban las ilusiones y abrazan sus macabros símbolos para comercializar con la muerte a cambio de dinero", dijo el papa Francisco.
"Os suplico que no subestiméis el reto moral y antisocial que representa el tráfico de drogas para la sociedad mexicana en general, además de para la Iglesia", añadió.
Los altares de la Santa Muerte son lugares de ofrendas. Los devotos dejan cigarrillos, flores, alcohol y dinero en efectivo (a veces, en grandes cantidades).
No obstante, por ser la santa de la muerte, también le dedican asesinatos. De hecho, en ocasiones le han dejado partes del cuerpo como ofrenda.
Un sicario del cartel Juárez llamado Edgar dijo en una entrevista que él sacrificó personas en honor a la Santa Muerte.
"La cuestión es que yo mato por encargo, pero hablo con ella y le digo 'Eh, voy a hacer un trabajo. Haz que acierte, voy a ofrecerte esa vida, es para ti'", confesó Edgar, que supuestamente mató a 60 personas para el cártel.
Las figuras de la Santa Muerte son las más vendidas en las tiendas esotéricas mexicanas. "Tiene reputación de ser una milagrera increíblemente rápida y eficaz y, a diferencia de la mayoría de los santos canonizados, al final de cuentas, no es católica, así que le puedes pedir cualquier cosa, hasta que bendiga un cargamento de meta, por ejemplo", explica Andrew Chesnut, un profesor de estudios religiosos en la Virginia Commonwealth University.
Según crece el culto, surgen más fieles. La Santa Muerte atrae a gente de todo tipo, pero sobre todo a los grupos más marginados, como migrantes y miembros de la comunidad LGBTQ.
Sin embargo, la Santa Muerte no es el único santo al que rezan los criminales. A continuación hablamos de otros santos de los narcos igual de importantes.
La leyenda de Jesús Malverde data de 1909. El personaje mexicano inspirado en Robin Hood que supuestamente fue asesinado por la policía en Sinaloa, México.
La leyenda cuenta que Jesús Malverde, también conocido como ángel de los pobres, robaba a los ricos para dárselo a los pobres.
Se convirtió en un héroe popular y ha sido el santo patrón de los delincuentes desde entonces. Jesús Malverde es, junto con la Santa Muerte, uno de los narcos de los santos más venerados del país.
Maximón, también conocido como San Simón, es una deidad maya venerada por los habitantes de Guatemala.
Se dice que es un protector y un impostor al mismo tiempo. La leyenda cuenta que luchó por los habitantes de Guatemala contra los españoles.
Sin embargo, una historia dice que los marineros lo contrataban para proteger la virtud de sus esposas, pero que acabó acostándose con todas. Maximón es el santo patrón de los criminales en Guatemala, pero también tiene seguidores en México y en los EE.UU.
Es un antiguo santo español católico. Es el patrón de los viajantes y los prisioneros. Quizás por eso sea tan popular entre los narcotraficantes. El famoso Pablo Escobar, el líder del cártel de Medellín, siempre tuvo altares dedicados al santo en muchos de sus pisos francos.
Ovidio Guzmán, conocido como "El Ratón", del cartel de Sinaloa e hijo del famoso capo de la droga mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán, también es muy devoto.
También se le conoce como San Ramón y es un santo católico que supuestamente liberó a los cristianos que estaban presos a manos de los musulmanes en el Norte de África.
A veces, se cambiaba él mismo por los prisioneros y aprovechaba la oportunidad para predicar el evangelio ante los seguidores del Islam. Para detenerlo, los musulmanes le pusieron un candado en la boca. Los traficantes de drogas le rezan para que la gente no hable.
Judas era uno de los doce apóstoles de Jesús. También es conocido como Judas Tadeo (no confundir con el que traicionó a Jesús, Judas Iscariote).
Es el santo patrón de las causas perdidas, así que resulta obvio por qué a los traficantes les parece útil.
Fuentes: (New York Post) (BBC) (The Atlantic)
México, al igual que muchos otros países latinoamericanos, está muy asentado en el catolicismo. Sin embargo, también posee una fuerte tradición pagana con miles de años de historia. En un país plagado de numerosos problemas sociales, pobreza, criminalidad, pobreza y religión, la mezcla puede ser muy peligrosa, especialmente, cuando los cárteles de la droga creen que sus santos aprueban sus actos más atroces y que incluso les protegen. Sin embargo, a estos santos de los narcos también los veneran personas de a pie, ciudadanos normales, y el culto está creciendo. Pero, ¿cómo funciona esto?
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La Santa Muerte y el apogeo de los santos de los narcos
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México, al igual que muchos otros países latinoamericanos, está muy asentado en el catolicismo. Sin embargo, también posee una fuerte tradición pagana con miles de años de historia. En un país plagado de numerosos problemas sociales, pobreza, criminalidad, pobreza y religión, la mezcla puede ser muy peligrosa, especialmente, cuando los cárteles de la droga creen que sus santos aprueban sus actos más atroces y que incluso les protegen. Sin embargo, a estos santos de los narcos también los veneran personas de a pie, ciudadanos normales, y el culto está creciendo. Pero, ¿cómo funciona esto?
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