Estas naciones tienen mala reputación entre los votantes online
Vestigio del antiguo templo de Jerusalén, esta muralla es lugar sagrado para los judíos. No obstante, está abierta para todas las confesiones.
Los judíos no pueden acceder al Monte del Templo, en donde encontramos la Cúpula de la Roca, por lo que este lienzo de muralla, colindante a dicha sección, es el lugar más sagrado en el que se les permite rezar. Los creyentes en el judaísmo suelen recitar las escrituras y besar este muro de 2.000 años de antigüedad.
¡Aventúrate al subsuelo de la ciudad y cruza el antiguo barrio árabe de la ciudad a través de este sistema de túneles! Nota: no apto para claustrofóbicos, puede llegar a ser bastante estrecho.
La Puerta de Jaffa era una de las seis entradas originales de la ciudad, construida en 1538 por orden del sultán Solimán el Magnífico. Hoy en día es habitual encontrar arpistas en el lugar.
(Foto: Flickr/CC BY-NC 2.0)
Las murallas de la ciudad vieja ofrecen las mejores vistas de Jerusalén. Con 500 años de historia, puedes visitar las secciones que van desde la Puerta de Jaffa hasta la Puerta del Estiércol y desde la misma Puerta de Jaffa hasta la Puerta de los Leones. Aviso: no hay sombra y el sol del verano no tiene clemencia.
Esta ruta procesional parte de la Puerta de los Leones y cruza el corazón de la ciudad vieja, a través de nueve estaciones del Viacrucis. En esta foto encontramos la novena.
La enorme muralla de los nombres de Yad Vashem es el punto álgido de la visita al Memorial de los caídos en el Holocausto. Esta es la instalación oficial de Israel para las víctimas del nazismo.
Una de las partes más antiguas de Jerusalén, la Ciudad de David alberga varios de los yacimientos arqueológicos más activos de la ciudad. Aunque esta parte de la ciudad no está exenta de polémica, pues son muchos los que consideran que pertenece a Palestina.
La antigua ciudadela, conocida con el nombre de Torre de David, fue el palacio de Herodes I el Grande. En la actualidad alberga el gran Museo de Historia de Jerusalén.
Recomendamos la visita a este museo durante el primer día en la ciudad, de forma que te puedas empapar de la historia de Jerusalén y consigas apreciar mejor los monumentos que verás más tarde.
Localizada en el barrio cristiano, la Iglesia del Santo Sepulcro alberga, según la tradición, los dos lugares más santos del cristianismo: el punto exacto en el que Jesucristo fue crucificado y su supuesta tumba, en la cual se produjo la resurrección.
Esta iglesia lleva siendo lugar de peregrinaje para los cristianos durante 16 siglos. No puedes perderte el Altar de la Crucifixión y la Piedra de la Unción, en donde descansó el cuerpo de Cristo antes de su entierro.
Inaugurado en 1965, este museo alberga una de las mejores colecciones arqueológicas de Tierra Santa existentes en el mundo, además de numerosas muestras de arte judío. Destacan los antiguos ataúdes de Canaán.
(Foto: Flickr/CC BY-NC 2.0)
En una de las alas del museo encontramos el Santuario del Libro, que alberga los Manuscritos del Mar Muerto, los escritos bíblicos más antiguos jamás encontrados.
Si quieres descubrir cómo era la Jerusalén del período del Segundo Templo puedes visitar esta enorme maqueta de escala 1:50, ubicada en el patio del Museo de Israel.
Los musulmanes la conocen como Al Haram Ash Sharif ("El Noble Santuario", en español), mientras que para los judíos es HaBayit ("Monte del Templo", en español). Pocos lugares sagrados están tan disputados como este.
Dentro de la Explanada de las Mezquitas encontramos dos de los edificios más sagrados del islam: la Cúpula de la Roca y la mezquita Al-Aqsa.
Abadía de Hagia María es uno de los monumentos más reconocibles de Jerusalén. Esta iglesia ocupa el lugar en el que se cree que murió la Virgen María.
Una de las entradas de la ciudad vieja, la Puerta de Damasco data del año 1537 y se ubica en el barrio árabe, en la muralla norte. Sus almenas triangulares le dan un aspecto de corona.
Mézclate entre los locales y deambula por este mercado con más de 250 puestos de fruta fresca, verduras, pan, pescado, carne, quesos, especias, vino y otros productos riquísimos.
Esta montaña, ubicada al este de Jerusalén, ya no está copada de olivos como antaño. No obstante, se trata de uno de los lugares de oración más importantes de la ciudad. Aquí se erige un cementerio de más de 3.000 años de antigüedad, con unas 150.000 tumbas en total.
Esta iglesia del Monte de los Olivos alberga una sección de la roca en la que se dice que Jesús oró antes de ser detenido. Destacan las columnas corintias de la fachada del templo, acompañadas de las estatuas de los cuatro evangelistas.
El zar Alejandro III mandó construir este templo de arquitectura ortodoxa, también localizado en el Monte de los Olivos, en el año 1886. En él descansan los restos de la princesa Alicia de Battenberg, madre del Duque de Edimburgo.
Desenterrada en 1867, muchos creen que el cuerpo de Cristo descansó en esta tumba, y no en la antes mencionada Iglesia del Santo Sepulcro. Se trata de un popular destino de peregrinación en la actualidad.
Este es el lugar en el que, según el Nuevo Testamento, Jesús curó milagrosamente al hombre parapléjico. Las ruinas de la piscina de Bethesda están ubicadas cerca de la Iglesia de Santa Ana, en un terreno que también ha revelado un templo romano y una basílica bizantina.
Esta cueva de roca caliza se ubica debajo del barrio musulmán, en la ciudad vieja de Jerusalén. La estructura se remonta a los tiempos de Herodes el Grande y recomendamos visitarla con un guía.
La sinagoga del Hospital Hadassah está decorada con cristaleras de colores que hacen referencia a las diferentes tribus de Israel. Son obra del artista franco-ruso Marc Chagall (1887-1985).
Mencionado en la Biblia, se dice que será en este Valle en donde se celebre el Juicio Final. En el extremo sur de esta estrecha franja de tierra encontramos una serie de tumbas que datan del período del Segundo Templo.
Lo que más destaca en esta iglesia, que forma parte de un monasterio carmelita, es la serie de azulejos que ocupan los muros del claustro y que recogen oraciones en más de 100 lenguas y dialectos.
Uno de los cuatro cuartos de la ciudad vieja amurallada, el barrio armenio se remonta al siglo IV de nuestra era. Disfruta de los grabados en la pared de la catedral de Santiago en Jerusalén.
Hutzot HaYotzer, como se conoce en hebreo, es el lugar de reunión de los artistas en Jerusalén. Se ubica a pocos metros de la muralla de la ciudad vieja y en él podemos encontrar estudios, talleres y galerías de todo tipo.
Visita también la galería Occidente vs. Oriente: el significado de los colores.
La oscura y compleja historia de Jerusalén
Desde la crucifixión de Jesús hasta la actualidad
VIAJES Turismo
Jerusalén, una de las ciudades más antiguas del mundo, tiene un pasado muy complicado. Destruida dos veces, asediada unas veinte, capturada y reconquistada unas cuarenta y atacada en más de cincuenta ocasiones, no cabe duda de que se trata de un escenario de conflictos y disputas desde hace miles de años. Tierra Santa para las tres grandes religiones (judaísmo, cristianismo, islam), Jerusalén estuvo en su día dentro de los confines de Palestina, pero el Estado israelí se lo anexionó en 1967 durante la guerra de los Seis Días. Ambos lados reclaman la ciudad como su capital, hoy en día situada en la frontera entre el territorio israelí y el palestino. Haz clic para hacer una visita virtual a sus lugares más famosos y conocer mejor su turbia y sangrienta historia.