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Hay algo de mágico en un mensaje embotellado: este flota durante años y años para encontrar a su destinatario anónimo y contarle la historia de un remitente que, en ocasiones, vive a un océano de distancia. ¡Haz clic en esta galería para descubrir los mensajes en botella más antiguos!

▲El 6 de marzo de 2018, una mujer encontró en una playa australiana un mensaje en botella con 132 años de antigüedad. Se trata del más antiguo jamás encontrado.

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El capitán del barco alemán Paula escribió de su puño y letra este mensaje, que contenía información sobre la localización y la ruta del carguero. La lanzó al mar el día 12 de junio de 1886.

▲Un irlandés llamado Jeremiah Burke escribió una conmovedora nota mientras el Titanic se hundía. Para lanzarlo al mar, el pasajero usó una botella de agua bendita que su madre le dio antes de partir para su nueva vida en Estados Unidos.

▲La botella llegó a las costas de Irlanda, cerca de Cork y a pocos kilómetros de la casa de su familia, tan solo un año después del desastre. Este era el mensaje: "Desde el Titanic, adiós a todos. Burke de Glanmire, Cork".

▲El Lusitania recibió el impacto de un torpedo alemán en 1915 y se hundió en tan solo ocho minutos. Uno de los pasajeros decidió utilizar los últimos momentos de su vida para escribir un mensaje y lanzarlo al mar.

▲El mensaje rezaba así: "Aún en cubierta con varias personas. La última barca ha partido. Nos hundimos rápido. Algunos hombres están rezando con un sacerdote. El final se acerca. Quizás esta nota...". Infelizmente, el pasajero no tuvo tiempo de acabar su mensaje.

▲En 2009, unos obreros encontraron un mensaje embotellado en una pared del campo de concentración de Auschwitz. La fecha era del 9 de septiembre de 1944.

▲En la pieza de papel estaban registrados el nombre, número de registro en Auschwitz y lugar de origen de siete prisioneros.

▲Una pareja lanzó varias botellas de champán al océano pacífico mientras estaba de vacaciones en Hawái. En cada uno de los recipientes colocaron un dólar y su dirección postal, prometiendo una recompensa a quienes encontraran alguno de los mensajes.

▲Cuatro años después recibieron la respuesta de un antiguo soldado vietnamita que intentaba huir de su país. La pareja acabó ayudando al refugiado y a su familia a mudarse a Estados Unidos.

▲El soldado británico Thomas Hughes lanzó un mensaje embotellado al Canal de la Mancha en el año 1914. La destinataria era su esposa.

▲El mensaje rezaba así: "Querida esposa, te escribo esta nota en un barco y la lanzo al mar para ver si puede llegar hasta ti. Si lo hace, firma el sobre en la esquina inferior derecha, donde dice "recibido". Pon la fecha y la hora de la entrega y tu nombre donde dice "firma". Cuida bien del mensaje. Adiós cariño, por el momento. Tu esposo". Hughes murió dos días después de lanzar la botella al mar.

▲Un pescador encontró la botella en 1999. La esposa del soldado Thomas Hughes ya había muerto, aunque el descubridor del mensaje pudo llevárselo a la hija de la pareja, que por aquel entonces tenía 86 años.

▲En 1956, un hombre sueco que buscaba un nuevo amor lanzó una botella al mar. Dentro viajaba un mensaje que rezaba así: "A alguien bonita que está lejos". Además, de esta frase, incluyó sus datos de contacto.

▲Dos años más tarde recibió la respuesta de una mujer italiana... ¡Y se conocieron! Pero no solo eso: él se mudó a Sicilia y se casó con la chica a la que conoció gracias al mensaje embotellado.

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La Escuela de Navegación de Glasgow lanzó al mar de Escocia unos 1.900 mensajes embotellados en el año 1914. El objetivo era estudiar las corrientes y las mareas. En el interior de cada recipiente viajaba una carta que los destinatarios deberían rellenar y devolver a la escuela.

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Un pescador escocés encontró una de las botellas en 2011, lo que le valió un lugar en el Libro Guinness de los récords al mensaje embotellado más antiguo jamás encontrado (hasta aquel momento).

▲Un soldado estadounidense volvía a casa después de luchar en la Segunda Guerra Mundial. Era el día de Navidad de 1945 y decidió lanzar un mensaje al mar.

▲Ocho meses más tarde, una lechera irlandesa respondió al mensaje del joven. Ambos se intercambiaron cartas durante siete años hasta que él consiguió viajar a Irlanda. Infelizmente, el romance acabó cuando se encontraron.

▲La reina Isabel I de Inglaterra opinaba que los mensajes embotellados, usados a menudo para enviar información de estado, eran tan importantes que llegó a crear un nuevo puesto de trabajo: el "descorchador real de botellas del océano".

▲Bajo la ley de la reina, solo una persona que tuviese este título estaría autorizada a abrir la botella. Si alguien abría una botella con mensaje sin el permiso de las autoridades se enfrentaba a la pena de muerte.

▲Una madre francesa, desconsolada por la muerte de su hijo, lanzó en el año 2002 una botella al Canal de la Mancha. Dentro viajaban una carta, algo de ropa del pequeño y varios lirios.

▲Varias semanas después, dos mujeres encontraron la botella en una playa de Kent, Inglaterra. Una de ellas, Karen Liebreich, escribió un libro sobre su descubrimiento, el cual tituló The Letter in the Bottle ("La carta en la botella", en español). La autora del mensaje y la del libro se encontraron varios años después.

▲En 2009, una pareja encontró una botella en la costa de la Isla de Padre, Texas. Desde su exterior se podía leer un mensaje que pedía que se rompiese el recipiente de vidrio.

▲Una vez rota la botella, la pareja encontró una postal con instrucciones para devolverla al Laboratorio Galveston de la Comisión Pesquera de Estados Unidos. Dicho laboratorio había lanzado unas 7.863 botellas al Golfo de México entre los años 1962 y 1963, con el objetivo de estudiar las corrientes y descubrir cómo estas afectan a las gambas.

▲El pescador canadiense Harold Hackett, también conocido como "el hombre de la botella", ha dedicado parte de su vida a lanzar mensajes al mar.

▲Hackett ha lanzado unas 4.800 botellas al océano, obteniendo más de 3.000 respuestas.

▲El filósofo griego Teofrasto pasó a la historia por mandar el primer mensaje embotellado conocido en el año 310 a.C.

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Con su experimento buscaba probar la teoría de que las aguas del Océano Atlántico crearon el Mar Mediterráneo.

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