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Estamos en la época del año en que más dulces se comen. Por eso, en muchos lugares se realizan estos panes de jengibre con forma de casas (y mucho más) que se han convertido ya en una auténtica competición de arte. ¿Quieres verlas? Haz clic en cada imagen porque ninguna te dejará indiferente.

▲El museo de arquitectura de Londres reúne a grandes chefs, arquitectos, diseñadores e ingenieros para su exhibición anual de 'gingerbread' (pan de jengibre).

▲Se construyeron 60 'edificios' de pan de jengibre que se exponen a lo largo de todo el mes de diciembre.

▲Este año la temática es futurista en lugar del tradicional 'gingerbread' con casitas típicas.

▲Estos dulces muestran el futuro de nuestras ciudades.

▲Es el tercer año en que arquitectos, diseñadores e ingenieros organizan la Gingerbread City con mucho mimo y nivel de detalle.

▲Una a una, cada obra de jengibre conforma esta gran ciudad con puentes, edificios e incluso estatuas o línea ferroviaria.

▲Esta ciudad en miniatura conecta a la gente con la arquitectura recreando monumentos como el Muro de Berlín o diferentes estadios internacionales.

▲Hay de todo: cines, granjas, estadio, centros para los sintecho, hoteles, bares...

▲No nos podemos olvidar que todo está hecho con pan de jengibre: ¡se puede comer!

▲Unas 50 compañías se han unido para hacer posible esta ciudad, cocinarla y montarla.

▲Esta ciudad de pan de jengibre está patrocinada por Tibbalds Planning and Urban Design.

▲Aunque las casitas representan a la arquitectura actual, aún mantienen muchos elementos decorativos típicos de la Navidad.

▲Todo el dinero que se recauda con esta exposición anual de 'gingerbread' va para la caridad.

▲Muchos de los monumentos que se representan con pan de jengibre son famosos, como este.

▲En 2007, el chef Beate Woellstein hizo sus propios monumentos de jengibre recreándose en la ciudad de Londres.

▲El Grosvenor House Hotel, el Big Ben y la increíble London Eye hechos completamente con pan de jengibre.

▲Así lucía durante diciembre de 2007.

▲A Woellstein le llevó 300 horas y 50 kg de masa hacer todas esas obras londinenses en miniatura.

▲Son construcciones hermosas de ver, difíciles de montar y aún más ricas de comer.

▲La escritora, cocinera y arquitecta Susan Matheson escribió un libro llamado 'The Gingerbread Architect' donde explica cómo hacer estas pequeñas obras de arte.

▲La fundadora de Matheson Architecture + Design, Matheson pasó de dibujar sus figuras a crearlas en pan cuando se hizo madre.

▲Aunque los tamaños varían, su visión creativa siempre permanece.

▲Su libro habla de diseños modernos, decoraciones y qué es recomendable (o no) cuando se fabrican estas casitas de jengibre.

▲Para que no se caiga absolutamente nada del montaje, ella avisa de que las estructuras son débiles y no deben tocarse.

▲La parte más entretenida de todo esto es decorar los espacios y hacerlos funcionar iluminándolos también. ¡Es vital!

▲Pueden hacerse dejando huecos libres o apostando por fabricar 'cristal' de caramelos cocinados. ¿Innovador, verdad?

▲Es el toque final pero no por ello menos importante... Velas y luces pequeñitas marcan la diferencia en estas construcciones listas para comer.